Después de recorrer la Patagonia junto a sus tres hijos, Romina Polnoroff y Máximo Díaz nos cuentan qué tenemos que saber para planificar nuestra propia aventura.
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El espíritu viajero de Romi Polnoroff y Máximo Díaz los acompaña desde que se pusieron de novios, allá lejos y hace tiempo, y lo que los hizo recorrer innumerables lugares del mundo. En diciembre del año pasado, ya con tres hijos (Joaco, de 13, Esmeralda, de 9, y Fede, de 4) y la misma camioneta con la que volvieron manejando desde Estados Unidos, emprendieron una nueva aventura rumbo al sur que duró hasta febrero de este año.
Junto con ellos, te contamos cuáles son los lugares que sí o sí tenés que visitar y te compartimos algunos consejos para organizar tu propia aventura rutera.
VILLA TRAFUL
La primera parada del camino la hicieron en General Acha (La Pampa), a 7 horas de Buenos Aires, en A Puro Campo, una posada con pileta, huerta y granja con animales. Una vez en Villa Traful, estuvieron cinco días en Pichi Traful, en un camping muy completo y con una vista maravillosa a playas anchísimas de arena, ideales para caminatas y para que los chicos corretearan en la costa sin ningún riesgo.
- Imperdibles: visitar distintas playas hace que cada día sea una aventura nueva, y lo mejor es que las aguas son tranquilas, tipo pileta. La preferida de este tramo fue Paloma Araucana.
- Dato para los chicos: “Hacer campamento te da la oportunidad de experimentar todo de una manera diferente. Es ir sin un destino, a encontrar el lago y el camping más flashero y decir: ‘Me quedo acá’. El lugar te encuentra”, afirma Maxi. Al ir de campamento con los chicos, la tecnología queda relegada para darles paso a los juegos y actividades en la naturaleza. “Todo se convierte en una exploración, de repente la consigna es ir a juntar ramitas para prender el fuego o ver quién junta más piñas. También les divierte ir de pesca y después cocinar”.
BARILOCHE
“La fórmula que nosotros encontramos para que nos funcionara es hacer varias noches de camping y mechar con unas noches de hotel, una mezcla entre ocuparse de todo y después ir a un all inclusive y no lavar ni un plato”, cuenta Romi. Al llegar a Bariloche, hicieron un poco de vida de hotel en Fazenda Carioca, estratégicamente ubicado a 2 km del centro cívico, súper familiar, con pileta cubierta, restaurante de sushi, vista al lago y un gran parque en el que arman actividades familiares y fogones por la noche.
- Imperdibles: acá el highlight indiscutido son las experiencias lacustres, ya sea navegando el lago Nahuel Huapi o con el imperdible tour hacia el lago Frías, cuya agua es turquesa debido a su fondo glaciario. “Es una buena forma de conocer el sur, que desde tierra no conocés, es otra Patagonia la que ves desde el agua”, nos asegura Maxi. Un must es ir a pasar el día a orillas del lago Steffen, ubicado entre Bariloche y El Bolsón, es una buena opción para ir y venir en el día, si no querés acampar. Otro plan full day es ir a Cirse Club de Lago, que tiene playa propia, cervecería, alquiler de SUP (stand up paddle) y kayak, ideal para pasar el día en familia, tomar un vermú y ver la caída del sol. Si querés quedarte a hacer noche, también hay cabañas y camping.
- Dato para los chicos: los chicos disfrutan mucho las cabalgatas Tom Wesley y también la subida en aerosilla al cerro Catedral. Y atenti: aunque sea pleno verano, siempre hay que llevar abrigo porque puede nevar.
EL BOLSÓN
En El Bolsón pararon en Morada del Sol, un hotel casona con spa, con atención súper personalizada y muy económico. Ideal para recargar pilas y relajar. En el centro de El Bolsón, la feria de artesanías de la plaza cuenta con una inmensa variedad de productos autóctonos. El Patio Cervecero también es parada obligada.
- Imperdibles: para disfrutar en familia o con amigos, no te pierdas el Laberinto Patagonia, hecho de cerco vivo. “Es divertidísimo, ¡se nos hizo muy difícil salir!”, recuerda Romi. Situado en la localidad de El Hoyo, a 15 kilómetros de El Bolsón, cuenta con 8000 metros cuadrados, 2200 metros de senderos y 9 puertas, siendo el más grande de Sudamérica. La entrada cuesta $650 para adultos, $500 para menores de 7 a 12 años y los menores de 7 no abonan. También visitaron Humus, una chacra orgánica ideal para que los peques junten berries y exploren. Producen todo ahí, incluso helados con gustos originales (zanahoria con banana, picota con miel y nuez, canela con frambuesas, chocolate con cassis, moras y lavanda).
- Dato para los chicos: la zona de El Bolsón es muy propicia para hacer rafting con peques porque los ríos son mucho más tranquilos. Además, los precios son mucho más económicos que en otros lugares de la Patagonia. Por ejemplo, una excursión que sale desde El Bolsón a las 14 y regresa a las 18 horas ronda los $4300 por persona e incluye los traslados, un recorrido de rafting de dos horas y la posibilidad de realizar snorkelling para avistar truchas en su medio natural y el espectacular fondo del río formado por arenisca volcánica. En el Cajón del Azul, los chicos de Rafting Río Azul tienen muy buena onda y son súper copados con los niños. “Ellos fueron nuestro referente para darnos data de la zona”, nos cuenta Romi.
VILLA LA ANGOSTURA
Hicieron base en Ona Apart, “un hotel súper familiar, administrado por Magalí y Nicolás, que te brindan la mejor info para hacer actividades en familia”, nos cuenta Romi. Una vez más, la pileta semicubierta, el amplio jardín y el megadesayuno los ayudaron a armonizar la fórmula camping-hotel. “Lo bueno que tienen los aparts es que contás con tu cocina, entonces te permiten no tener que ir a comer afuera y eso ahorra bastante. Además, podés dejar preparadas algunas comidas para cuando te vayas de nuevo a la carpa”, confiesa Maxi. Igualmente, si estás por La Angostura, la gastronomía es riquísima y vale la pena alguna salidita bien gourmet. Amelie es un lugar de fondue que, además, tiene un bar de whisky y buen menú infantil. Súper familiar, económico y delicioso.
- Imperdibles: remando dos horas en el lago Espejo, llegás a playas vírgenes a las que de otra manera no podrías acceder. Además, vas disfrutando del color del agua cristalina, que te permite mirar tres metros hacia abajo y ver los peces. “En La Angostura conocimos a Pablo, que hace unos paseos súper originales en kayak, travesías en el lago Espejo Chico, buceo en un bosque sumergido, actividades de trekking y además te tira datazos para hacer cosas copadas”, recuerda Romi. Las salidas son diarias y no hace falta experiencia previa, pueden ser de medio día o día completo, arrancando desde los $7500 por persona las de medio día, e incluyen un refrigerio y los trajes para hacer snorkelling en el caso de que el clima lo permita.
- Dato para los chicos: el kayak es una actividad económica y práctica para recorrer los lagos del sur, a los chicos les encanta. Si no querés remar tanta distancia, la playa Bahía Manzano es una buena opción y cuenta, además de kayak, con alquiler de SUP (stand up paddle).
SAN MARTÍN DE LOS ANDES
San Martín es un buen lugar para hacer base y salir a recorrer en auto distintas playas en el día, llevando provisiones en la heladerita. Lo ideal es dejarte llevar, ya que cualquier parada en el camino que decidas hacer va a estar bien, ¡los paisajes son una cosa de locos!
- Imperdibles: Cervecería Wild tiene su hamburguesa estrella, que es una bomba. En Resto Merken te sugerimos que pruebes cualquier plato con la pesca del día, y de postre, el rogel de cacao, que es un fuego. La Casa de Té Arrayán es otro must para merendar. Abrió en 1939, siendo la primera casa de té de San Martín y de las más antiguas de la Patagonia. Cuenta con una vista única al lago Lácar y a toda la ciudad, con un mirador increíble (de ahí sale foto familiar sí o sí). Su tea blender Ornella Aristizábal te propone exquisitas variedades de tés y una repostería deliciosa. ¡La torre de delicatessen no puede más de rica!
- Dato para los chicos: la ciudad está llena de cervecerías copadas y los lugares, en general, son muy abiertos y espaciosos, así que los niños son muy bienvenidos y los padres se pueden relajar con una cerveza fría en mano. “En el sur en verano oscurece muy tarde y la tardecita se pone linda para hacer un mix de relax cervecero mientras los chicos corretean por ahí”, nos cuenta Maxi.