La temporada sagitariana inaugura la oportunidad de reflexionar desde una perspectiva totalmente diferente.
- 3 minutos de lectura'
Esta semana el Sol entró a Sagitario, el último signo de fuego del zodíaco. La temporada sagitariana se introduce con la oportunidad de reflexionar con algunas de sus cualidades: optimismo, confianza, fe en lo que sucede. El símbolo de Sagitario es una flecha en diagonal hacia arriba (el arquero del Centauro, mitad caballo, mitad hombre). Esto significa que si estás focalizado en una dirección que te inspira y te otorga un propósito, todo es más fluido, positivo y seguro la suerte te va a acompañar. Es un momento muy espiritual, ya que damos cuenta de que hay algo más allá de nuestras rutinas, problemas para resolver, cuentas para pagar, etc. Es tiempo de buscar actividades y vínculos que nos llenen.
Podés ver qué zona ilumina Sagitario en tu carta natal https://www.astro.com/cgi/ade.cgi
- Su signo anterior fue Escorpio, un tiempo que nos mostró la cara B de la vida. Esas sombras que a veces nos cuesta ver. Entonces, si pudiste sentir un poco más integradas algo de tu luz y tu oscuridad, ya estás preparada para avanzar con dirección y no quedarte atrapada en los conflictos innecesarios. Solo es cuestión de confiar, buscar los recursos y las herramientas para solucionar eso que te preocupa o inquieta. De este modo, podemos aumentar la sensación de paz y equilibrio en nuestra vida.
- Mercurio, que también está ingresando en Sagitario esta semana, nos invita a estar más positivas y direccionadas hacia nuestros proyectos, relaciones, trabajo, etc. Puede ser que surjan algunas preguntas, como, por ejemplo, ¿estoy dirigiendo mi vida hacia donde me siento inspirada?, ¿dónde siento que está latiendo mi propósito?
- Saturno cuadratura con Urano, tensión que se mantuvo todo el año, se perfeccionará en diciembre. Por un lado, Saturno nos pone en jaque lo antiguo, las estructuras en la que nos hemos apoyado, pero que ya han quedado anticuadas. Por el otro lado, Urano propone el cambio, lo creativo, lo único, la red, lo sustentable. Esto se puede traducir en dos voces internas que resuenan, dialogan, se interpelan. Una voz que te murmura: “No sueltes, seguí cómoda en lo que ya conocés y sabés que es seguro”. Al mismo tiempo otra voz que enseguida le responde: “Saltá, creá nuevas estructuras, soltá, hacé un giro desopilante en tu vida”. Por su parte, cada una evaluará en qué punto se encuentra de esta encrucijada. Puede ser soltar todo, puede ser quedarte en lo conocido, puede ser encontrar ese punto de equilibrio en el que nos podemos estructurar en lo antiguo para ver qué paso sólido necesito dar antes del cambio.
Cada uno tendrá su historia para contar, eso que era y ya no es, o ya no será. Cada uno deberá evaluar qué nuevos pasos dar. Ojalá que nuestro norte lo podamos definir sopesando entre la propia intuición y la racionalidad necesaria para anclarlo a la realidad, es decir, que la respuesta esté en la suma de nuestra mente y corazón.