El seed cycling puede reforzar nuestra soberanía cíclica y conectarnos con nuestro cuerpo. Te contamos cómo hacerlo.
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¿Sabés qué significa ciclar con semillas? Es una manera práctica, natural y casera de ayudar al equilibrio hormonal del ciclo ovulatorio-menstrual. La idea es incorporar de una manera ordenada (y personalizada) semillas que nos proveen de micronutrientes necesarios para la salud hormonal. Sabemos que en el ciclo ovulatorio menstrual se distinguen tres fases: la folicular, la ovulación y la fase lútea. ¿Cómo identificar cada una?
- Fase folicular: comienza con el primer día de sangrado menstrual y dura hasta que ovulamos. Esta es una fase variable, con una duración que no es predecible debido a diversos factores como la alimentación, el descanso o el estrés, entre otros.
- Ovulación: es la fase intermedia, y para lograr ovular, nuestro cerebro (a través del hipotálamo) tiene que evaluar que estamos a cierto nivel de salud óptimo. Caso contrario, no ovulamos, para proteger nuestra salud. El día de la ovulación varía, entonces, según cómo haya sido nuestro estilo de vida en el ciclo, según cuán largo sea nuestro ciclo y cuán saludable sea nuestra fase lútea.
- Fase lútea: se produce luego de la ovulación. Esta es una fase no variable. Su duración está programada y la determina la glándula llamada “cuerpo lúteo”. Esta glándula solo se forma si, efectivamente, la ovulación sucedió. Una fase lútea saludable dura entre 10 y 16 días y no suele variar en la misma persona, es decir que si mi fase lútea dura 11 días, en todos mis ciclos va a durar esa cantidad de días (más/menos un día).
Teniendo en cuenta que nuestro estilo de vida puede convertirse en un factor de desregulación de nuestro ciclo (cambios alimentarios, estrés, falta de sueño o mala calidad de descanso, problemas familiares o de pareja, crisis, etc.), la idea es poder autorregularnos con la ayuda de las semillas.
Cómo hacerlo
Para empezar, cualquier momento es bueno. El seed cycling no tiene contraindicaciones y se puede hacer desde la primera menstruación hasta la última, y aun así, después del último sangrado, continuar con esta práctica siguiendo el ciclo de la luna o alternando cada dos semanas.
El ciclo de semillas se hace en dos fases, en las que se alterna el consumo de un dúo de semillas en cada una:
Fase 1 / fase folicular: semillas de lino (o de chía) y semillas de zapallo.
Fase 2 / fase lútea: semillas de girasol y semillas de sésamo.
Hay que comenzar la fase 1 del ciclo de semillas el primer día de tu sangrado menstrual y continuar por aproximadamente 14 días (tenés que hacer el calculo del promedio de la duración de tu ciclo y dividirlo por dos). Luego, cambiá al dúo de semillas de la fase 2 y consumilas diariamente durante 14 días o hasta que vuelvas a menstruar, cuando volvés a cambiar a las semillas de fase 1.
Cuánto consumir y cómo
La medida recomendada es una cucharada sopera diaria de cada una de las semillas. Es recomendable que las semillas estén recién molidas (en molinillo de café o mortero) o previamente remojadas (por separado) en agua por algunas horas. Se pueden consumir junto con el almuerzo, en un licuado, en un batido, en la ensalada o donde más te guste.
Si tenés ciclos irregulares o amenorrea (no menstrúas), podés tomar como fecha de inicio de un ciclo el primer día de la luna nueva. Esto te ayudará a llevar un seguimiento del ciclo de semillas siguiendo un ritmo natural como el de las lunaciones y te permitirá hacer la alternancia de semillas.
Es importante tener en cuenta que esto es un proceso y que los cambios no son automáticos, sino que se van a ir generando y percibiendo a través del tiempo.
Los beneficios del proceso
El seed cycling es una ayuda, pero hay que acompañarlo con otros hábitos de salud y también con un registro para conocer cómo se manifiestan estas fases en cada mujer; hoy podés ayudarte llevando un diario menstrual. Esto es algo que nos permite gestionar nuestra fertilidad, entendida como creatividad y sexualidad y no solo como posibilidad de concebir.
Si tomás pastillas anticonceptivas o tenés puesto un DIU hormonal o implante subdérmico, tu ciclo hormonal está intervenido y comandado por las hormonas sintéticas, por lo cual no hay fases del ciclo. Pero atenti: esto no quiere decir que no se pueda ciclar con semillas. De hecho, ¡es importante que lo hagas! Ya que, por el reemplazo hormonal que hacen las hormonas sintéticas y su diferencia con las naturales del cuerpo, algunos nutrientes no son absorbidos o no son bien metabolizados por el cuerpo. Por eso, los beneficios del seed cycling no son solo para el ciclo, sino para la salud en general, en cualquier etapa de la vida. •
“Vos no te conocés”
Por Marou Rivero (@marourivero).
“Vos no te conocés”, me dijo Pamela Tifni (de @las.mujeres.saben) en un viaje que compartimos, y mi cabeza estalló. 365 días después de esa invitación casual, sé que esa fue mi primera gran apuesta a la intuición. ¿La recompensa? Una amistad llena de sinceridad y apoyo. De aprender juntas. De ser sostén y también alas. De acelerar la caminata y también compartir sillón para la serie del momento. Sí, todo eso somos. Así de cíclicas, cambiantes y también repetitivas. Esa quizá sea la palabra más difícil y sana de este proceso.
En marzo de 2020, después de 17 años, diagnóstico de SOP (síndrome de ovario poliquístico) e hipotiroidismo mediante, dejé las pastillas anticonceptivas y desperté mis ovarios. Ese fue mi primer paso hacia la soberanía cíclica: tener información y elegir. El SOP puso sobre la mesa la palabra “ovulación” y también la “irregularidad” de mi ciclo. Después de tanto tiempo, mis ovarios necesitaban un cuidado especial para regenerarse: masajes en los senos, actividad física y el ciclo de semillas. Calabaza y chía los primeros 15 días, girasol y sésamo los siguientes 15. Todos los días a la mañana, como “un remedio”.
Me acuerdo de la resistencia que le puse a este pequeño estímulo hormonal natural. No quería saber nada con tener que llevármelas si no dormía en casa o, peor: ¡acordarme todas las noches de activarlas! Nada me daba más fiaca que hacer lo mismo todas las mañanas. Es curioso cómo funciona la mente, cómo un buen eslogan puede hacer que nunca te cuestiones el lado B de las cosas. Pura resistencia. Durante 17 años le confié mi vida a esa pastilla minúscula que fue sinónimo de liberación femenina. Y en este proceso de conocerme, también hubo mucho para sanar, aceptar y, sobre todo, perdonar. A esa adolescente que nunca desobedeció, a esa joven que no estaba preparada para mirar su poder personal. Hoy tengo mi kit, otros suplementos y un montón de textos leídos y por leer. El aburrimiento pasó a ser una rutina de sanación y la repetición es la gran puerta hacia un mundo donde cada minuto invertido en conocerte es un paso hacia la verdadera libertad.
Armá tu kit
Semillas de lino
• Con alto contenido de lignanos para regular los estrógenos.
• Con alto contenido de omega 3, un ácido graso antiinflamatorio y beneficioso para la salud.
Semillas de zapallo
• Ricas en zinc, micronutriente que prepara el cuerpo para la secreción de progesterona y modula los andrógenos.
• Con alto contenido de omega 3.
Semillas de sésamo
• Con alto contenido de lignanos.
• Ricas en omega 6 (se convierte en GLA en el cuerpo), un ácido graso que reduce la inflamación.
Semillas de girasol
• Con selenio, lo cual ayuda al hígado a prevenir el exceso de hormonas.
• Apoyan la función tiroidea para producir progesterona y tener una fase premenstrual saludable.
• Ricas en omega 6.
Expertas consultadas: Sofía Slobo Parisi. Educadora menstrual. @sofiasloboparisi. Pamela Tifni. Doula y creadora de @las.mujeres.saben.