Ya tenemos la experiencia. ¿El desafío? Sostener el pequeño universo de la relación con algunas pautas de convivencia.
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Pasar demasiado tiempo juntos y no aburrirse ha sido algunos de los mayores desafíos durante la pandemia. Transcurrido un año desde el inicio del virus, los vínculos se pusieron a prueba y mostraron debilidades y fortalezas dentro de las relaciones ya establecidas. Por otro lado, la cuarentena instó a las personas solteras a elegir entre navegar por las aguas movedizas de las citas durante la época del coronavirus o salir adelante por su cuenta.
Aún desde antes del Covid-19, las parejas presentaban conflictos relativos a la búsqueda de espacios personales. En la consulta era habitual escuchar: “Siento que estar en pareja recorta mi libertad”. En un contexto de desgaste psicológico generalizado y ante la perspectiva de un virus que continúa rondando, tenemos derecho a reflotar los temores. Sin embargo, contamos con la experiencia propia y de otros países: según una encuesta realizada en Francia en noviembre de 2020, el 75% de las parejas, pasaron el encierro “mejor” de lo que pensaban.
La capacidad de poder sostener el pequeño universo de una relación frente al resto del mundo, radica en dinamizar roles, incorporar nuevas pautas en donde cada uno de los integrantes pueda hacerse cargo de los problemas personales, trabajar en conjunto sobre las dificultades de la relación e intentar mantener una actitud positiva.
Cómo mejorar la relación de pareja durante la pandemia
Los frentes en los que trabajar son varios. La buena noticia es que siempre hay algo para que cada miembro de la pareja se sienta mejor y, a su vez, haga sentir mejor al otro.
Abordar nuevos proyectos juntos
- Programar ver televisión juntos u otras actividades donde compartir sea la premisa.
- Afianzar citas nocturnas.
- Hacer ejercicio físico.
- Cocinar platos especiales.
Proyectos destinados a minimizar los conflictos
- Especificar un lugar para hacer gimnasia dentro del hogar
- Reconocer espacios separados dentro de la casa o particiones en el cuarto para que cada uno tenga su espacio personal.
- Ajustar las rutinas para tener más tiempo a solas (espacio de intimidad dentro de la pareja).
Valorar, fundamental
- El lado profesional de su pareja que nunca antes habían visto.
- Los gestos de comprensión y tolerancia.
- La cantidad de actividades que realiza el otro y que colaboran con el bienestar mutuo.
En los momentos de tensión
- Describir la situación conflictiva usando un lenguaje que no juzgue.
- No insultar
- No etiquetar a la otra persona “sos egoísta o sos igual a tu mamá”
- No introducir la violencia física de ninguna manera, no hay argumento para validarla. Si la pareja es abusiva, recurrir de inmediato a organismos de ayuda para garantizar su seguridad física y emocional.
Sabemos que la vuelta a una fase de mayor restricción puede incrementar la ansiedad (manifestada a través de intolerancia, irritabilidad, ira y peleas) o tender a la depresión de cada uno de los integrantes (provocando problemas con la libido y anorgasmia). Si los conflictos persisten y se agravan con el tiempo, es aconsejable no automedicarse y consultar a un profesional especializado en el tema.
Reconocer que éste no es un momento normal y que no se van a poder hacer las cosas a la perfección, para no ser duro ni con uno mismo ni con la pareja, permitirá sobrellevar este tiempo pandémico. Es importante tomar en cuenta que la recuperación personal y el apoyo mutuo frente a la crisis podrían ser los logros más brillantes de estos tiempos.
*Marina Rovner es Especialista en crisis de ansiedad, fobias y pánico. Licenciada en Psicología. Magíster en Comunicación y Cultura. Profesora Titular Universidad Abierta Interamericana. www.marinarovner.com