Frente al aumento de casos, charlamos con Erica Pitaro Hoffman de Bromatología en casa. Te compartimos lo que nos contó.
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Estamos súper acostumbrados a que -con el aumento de la temperatura- algunas enfemedades empiezan a repetirse dentro de los grupos de trabajo, el colegio de nuestros hijos o mismo entre nuestros amigos. Seamos honestos, así como en invierno repetimos la frase de “Sí, está todo el mundo resfríado”, en verano no nos sorprende cuando algún conocido nos cuenta que, por dar un ejemplo, tuvo gastroenteritis.
En este contexto, la Salmonella es una bacteria que provocó que muchos de nosotros naturalicemos ciertos comportamientos preventivos (como no comer huevo crudo) pero que -hasta hoy- era algo de lo cual raramente se escuchaba hablar en medios masivos. Quizá es por esto el gran shock y preocupación que generaron las noticias sobre el aumento de los casos o mismo el alerta epidemiológica que se decretó en Salta.
Para charlar sobre este tema, convocamos a Erica Pitaro Hoffman, ingeniera en Alimentos (MN 98.46.44) y co-fundadora de Bromatología en casa para que nos cuente qué tenemos que saber sobre la Salmonella y cuáles son los cuidados que tenemos que tener.
¿Qué es la Salmonella? ¿En qué alimentos la encontramos?
“La Salmonella es una bacteria”, nos explica Érica y suma: “Un bacilo móvil que tiene flagelos. Son aerobias , es decir, que necesitan de oxígeno para crecer. O también pueden ser anaerobias facultativas, lo que significa que pueden o no necesitar oxígeno para crecer. Como no forman esporas, son fáciles de combatir con el calor”. “En tanto dónde la podemos encontrar, es una bacteria que puede estar presente en el agua y en alimentos contaminados. Lo que es importante saber es que la principal vía de transmisión es la fecal oral”, concluye.
Cuidados básicos ¿Cuáles son y a qué hay que prestar atención?
“Conectado con lo que veníamos hablando, como la principal vía de transmisión es la fecal oral si -por ejemplo- no hay una correcta higiene de manos y superficies o no hay agua segura es posible que -si hay personas que tienen esta bacteria en su tracto intestinal- contagien a otra”, nos detalla y agrega: “Por ejemplo, es muy importante lavarse bien las manos después de cambiar pañales. Si lo hacemos sobre una superficie que no está destinada para ese uso exclusivo, limpiarla y desinfectarla después. Para asegurarnos una correcta desinfección, usar los productos de higiene según lo indica el rótulo. Ser cuidadoso en cómo nos lavamos las manos y hacerlo de la manera correcta. Sanitizar los vegetales con lavandina (aquella apta para esto, no cualquiera), porque no alcanza solamente con lavarlos” .
¿Cuáles son los errores más comunes que cometemos y que nos ponen en riesgo?
“Entiendo que, por el número de enfermos en Salta, no es tanto un problema con los alimentos, sino con el agua y se trata de la Salmonella Paratyphi que -en general- es de origen hídrico”, nos aclara Érica, entonces refuerza: “Pero con cualquier Salmonella es importante”, y enumera:
- la correcta higiene de manos,
- la correcta higiene de superficies,
- el consumo de agua segura (el agua se puede hervir y dejar enfríar o puede ser agua potable embotellada).
- tener cuidado con la cocción de carnes, sobre todo, las derivadas de aves. Carnes y huevos, tienen que tener una perfecta cocción, Más de 70 grados en el centro, sin partes crudas, y
- mantener la cadena de frío de los alimentos.
¿Cuáles son los riesgos para los más chicos de la familia?
“Los chicos, los ancianos, las embarazadas y las personas inmunodeprimidas, son población de riesgo. Esto quiere decir que es muy probable que, con una menor presencia de Salmonella en los alimentos o agua, se puedan enfermar igual, a diferencia de una población adulta sana”, nos explica Érica.
Durante el verano ¿Hay que ser aun más cuidadoso? ¿Tiene algún impacto el calor?
Si bien los casos en Salta están relacionados a una situación más amplia en donde el agua está contaminada y es la principal fuente de dispersión de esta enfermedad, Érica nos refuerza una idea clave: “Los cuidados tienen que ser todo el año. Tanto la higiene correcta de alimentos, de superficies y de manos así como también la correcta cocción y que nunca se pierda la cadena de frío. De todos, éste último punto es al que -en verano- hay que prestarle mayor atención porque al hacer más calor, existen más riesgos de que la cadena se corte”.
¿A qué síntomas hay que prestarle atención?
Los síntomas son:
- Fiebre
- Malestar
- Dolor de cabeza
- Debilidad en todo el cuerpo
- Pueden aparecer manchas en el cuerpo de color rosa
- Puede haber diarrea o estreñimiento
“Puede haber hasta dos semanas de síntomas e incluso puede durar hasta un mes”, nos aclara Érica.