Lejos de las temperaturas más heladas, octubre es el mes ideal para visitar estas dos de las maravillas patagónicas. Te compartimos algunos consejos para organizar tu viaje.
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El paisaje cambia de desierto lunar a estepa amarilla, de bosques verde oscuro a montañas filosas. Es la Patagonia austral, uno de los destinos argentinos más codiciados en el resto del mundo para una panzada de aire puro, hielo y naturaleza. De El Calafate a El Chaltén, a través de las rutas 40 y 41, dos versiones de Santa Cruz: una de excursiones ready to go y otra para exploradoras que hacen camino al andar, en una guía completa para elegir la propia aventura.
EL CALAFATE
Los 80 kilómetros que separan la ciudad de El Calafate del Perito Moreno la convierten en el centro urbano y punto de acceso más cercano al glaciar más famoso del país. Además, gracias al aeropuerto, es la puerta de entrada a la tierra de los hielos eternos que se extienden a lo largo y ancho del Parque Nacional Los Glaciares. Esto hace que el turismo esté súper desarrollado y que sea uno de los puntos de la provincia con infraestructura más sólida.
- Qué hacer. El primer día hay que salir a dar la clásica vuelta de reconocimiento por el pueblo, con el plus de una caminata por la Reserva Laguna Nimez, un sendero de 3 km entre aves, flora autóctona, paisaje de humedal y vegetación peinada por el viento, hasta la playa del lago. Entre los pastizales se ven loicas –un ave de pecho colorado, típica de Calafate–, cachirlas y varias especies acuáticas. La entrada para turistas argentinos es de $400, destinados al sustento de la reserva. El Perito Moreno es la estrella del viaje y verlo por primera vez es todo un evento. Lo mejor es guardarse un buen tiempo para los miradores del camino, recorrer sin apuro los circuitos de pasarelas y disfrutar de las vistas. Hay lugares al aire libre donde sentarse a tomar mate y circuitos adaptados para sillas de ruedas. Los horarios del Parque Nacional cambian con las temporadas. La entrada para residentes nacionales cuesta $530 (estudiantes y menores tienen descuentos, niños hasta 5 años, jubilados y personas con discapacidad entran gratis). Si volvés al día siguiente, pagas el 50% del ticket. Las excursiones best seller son el minitrekking sobre el Perito Moreno, una caminata con crampones en el hielo durante más de una hora y media, cruzando grietas y sumideros, que termina con un chin chin con whisky y hielo del glaciar ($16.000; traslado desde el hotel opcional, $3000), y Glaciares Gourmet, una navegación en ferry de todo el día para ver los glaciares Spegazzini, Upsala y Perito Moreno, que puede incluir almuerzo ($10.500; traslado opcional, $1800). No incluyen la entrada al Parque. Si vas en auto, chequeá las ubicaciones de los puertos, que quedan camino al glaciar pero en lugares diferentes. Podés reservar, consultar los extras, fechas disponibles y requisitos en la web.
- Clima y valija. La temporada coincide con los meses más cálidos, por la temperatura y porque los días son mucho más largos. Los vientos del Pacífico soplan todo el año y el clima es muy cambiante, en un solo día de verano podés atravesar las cuatro estaciones y pasar del short a la calza térmica, de la gorra de sol al gorrito de lana, así que llevá todo. El consejo universal es vestirse en capas que se puedan combinar de acuerdo a las condiciones del tiempo y a las actividades, persiguiendo el objetivo ideal: ni transpirar ni pasar frío. No a la lana; en este caso, la ropa deportiva que se seca rápido es ideal. Tené en cuenta, si vas a caminar, que las prendas que no sean técnicas o de alta montaña pueden volver con arañazos de las rocas y ramas del camino. Vas a necesitar una campera abrigada e impermeable, un buff deportivo y calzado especial. Imprescindibles: una mochila, protector solar 50+, hidratante para los labios y crema de manos. Y olvidate de cargar una muda de ropa coqueta para ir a cenar, no vas a usarla.
EL CHALTÉN
El Chaltén es un pueblo de casas bajas al pie del monte Fitz Roy es la Capital Nacional del Trekking, adonde todas las temporadas llegan caminantes a recorrer los senderos gratuitos y autoguiados. Eliminemos el primer mito: no necesitás ser una andinista experta, hay caminos de todos los niveles de dificultad.
- Algunas claves para abordarlo: primero, el clima define los planes del día. Como mucho, podés pensar algo la noche anterior basándote en el pronóstico, pero nunca está todo dicho hasta que amanece. Segundo, desde la mañana hasta la última hora de la tarde vas a estar internada en los cerros, así que desayuná bien antes de salir y, aquí viene un clásico del folclore local, asegurate víveres para la mochila.
- En El Chaltén se vive a base de viandas, muchos hoteles preparan el pícnic. Por último, preparate para el modo unplugged; los datos móviles van y vienen, vas a tener Internet solo en lugares puntuales.
- Dicho esto, no te pierdas llegar de día para ver la cadena de cerros presidida por el Fitz, el Poincenot, el Saint Exupéry y el Torre hacerse más gigante a medida que te acercás al pueblo, cercado por la estepa y por el Río de las Vueltas. Y, al menos una vez, regalate ver el amanecer y el atardecer. Los lugareños conocen la hora exacta según la época del año y en esta nota vas a encontrar algunos de los mejores spots para esperar esos espectáculos.
5 imperdibles
- Chorrillo del Salto. Desde el pueblo son 6 km ida y vuelta, pero podés llegar en auto y caminar solo 500 m hasta una cascada que, cuando se descongela, marca el inicio de la nueva temporada. Es apta para todo público. Como es cortita, se puede combinar con otras actividades el mismo día.
- Laguna Torre. Son 18 km sin desniveles que requieran técnica, pero de dificultad media-alta. El camino es de película, con la participación estelar de cóndores, pájaros carpinteros, zorros y liebres que escoltan hasta un mirador al cerro Torre, donde el glaciar baja de las montañas a la laguna y se rompe en pedazos de hielo que llegan hasta la orilla.
- Mirador de los Cóndores. Son 2 km en total desde el inicio del sendero; el primero, en subida hasta un punto panorámico perfecto para esperar la salida o puesta del sol sobre el Fitz Roy. A pocos metros, un desvío te lleva al Mirador de las Águilas.
- Glaciar Huemul y Lago del Desierto. El camping está a 35 km del pueblo por un camino de ripio, cascadas, huemules y vacas salvajes, así que hay que llegar en auto particular o excursión. La caminata es de unos 40 minutos a través del bosque de lengas y ñires y hay sogas estratégicamente dispuestas para ayudar en las subidas de los inexpertos. La entrada cuesta $500, hay kiosco, baños y barcito.
- Laguna de los Tres. Es el hit del destino, son 20 km tan bellos como demandantes. Podés ir y volver por el mismo camino o combinar la senda El Pilar (tiene un inicio plano, pero tenés que ir hasta el punto de partida en auto o combi) y la senda al Fitz Roy (salís caminando desde el pueblo, pero el primer tramo es en subida). La escalada empinadísima, por un sendero de piedras sueltas, aparece en el último kilómetro, donde lo único parecido a la esperanza te lo dan los que vienen de vuelta, que gritan: “Dale, ya llegás”. Las vistas son una locura desde el minuto cero, pero la meta: una laguna color Caribe casi en las faldas del Fitz Roy. Allá arriba sentís que si llegaste, podés con todo.
Miniguía de trekking
- Levantate temprano, chequeá el pronóstico y, basada en eso, armá el plan. Evitá encarar cualquier aventura si las condiciones del clima no dan.
- El calzado de trekking no es negociable. Resiste el agua, la nieve y los filos de las rocas, que destrozan cualquier zapatilla común. Pero lo más importante es que contiene el tobillo y las suelas se “agarran” al terreno pedregoso, lo que evita lesiones y resbalones. Se alquilan en los rentals.
- El bastón de trekking te cambia la vida. Ayuda mucho a mantener el equilibrio y la postura, a distribuir bien el peso corporal y a ganar seguridad en subidas y bajadas empinadas. A menos que seas escaladora nivel pro, uno es mejor que dos para tener una mano libre. Se alquilan.
- Tratá de caminar desde el primer día, todos los días. Empezá de a poco y seguí alternando senderos simples con otros más power.
- Llevá una vianda completa que incluya frutas frescas, frutos secos, chocolates o barritas y algún sándwich. No cargues mil litros de agua, el destino invita al free refill en los arroyos del camino. Porfa, bajá con todos los residuos y descartalos en los tachos de basura del pueblo.
- Elongá todos los días antes de salir y cuando bajes de los cerros y asegurate un buen descanso.
Consejos de viajero frecuente
- Combustible: en El Chaltén hay un solo surtidor a la entrada del pueblo, así que nunca lo dejes para después: cuando haya, rellená el tanque. En temporada alta, puede pasar que tengas que volver más tarde o al otro día, cuando repongan.
- Efectivo: indispensable. No te fíes del pago electrónico (tarjetas de crédito, débito o QR) porque a veces no funciona.
- Mapas offline: vas a usar el celu como GPS así que descargate todos los mapas que vayas a necesitar. Maps.me es una app que funciona bárbaro sin Internet y marca hasta los miradores y puntos panorámicos de los senderos.
- En pandemia: la info, los permisos y los requisitos se actualizan todo el tiempo. Chequeá la web oficial de la provincia y de turismo.