Planes baratos y divertidos para que descubras el otro costado de una ciudad tradicionalmente asociada al glamour
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“A veces ciudades diferentes se suceden sobre el mismo suelo y bajo el mismo nombre, nacen y mueren sin haberse conocido, incomunicables entre sí”, advertía Ítalo Calvino en las Ciudades Invisibles. Algo parecido pasa con Punta del Este. Hay otra Punta del este en Punta del Este. Si bien este balneario suele estar asociado al glamour, las fiestas de blanco, los autos altagama y el jet set, existe un lado B con lugares más bohemios, descontracturados y económicos. Desde un bar con pista de skate, pasando por playas vírgenes sin parador, un museo con el esqueleto del ave marina más grande del mundo, hasta una cantina china donde disfrutar el sabor picante y agridulce del lejano oriente. Si andás por el Este con ganas de salir de aventura y conocer nuevos spots, acá te dejamos una lista de opciones para esquivar la masa de turistas y descubrir rincones bien locales con toda la onda.
1. Nochecita hippie chic al lado del fuego
A metros del puente de la barra, sobre la Av. Juana de América, el Bello Durmiente es un bar sumergido en el medio del bosque. Con mesas de madera, velas y fogones es ideal para ir a disfrutar de una cerveza artesanal o un trago exótico y una picada una nochecita cálida con cielo estrellado. A veces hay música en vivo y micrófono abierto para el que quiera subirse a cantar. La propuesta gastronómica es variada: parrilla, platos veggie y pizzas a la parrilla. De día, hay desayunos frescos y nutritivos para arrancar el día bien arriba, además se dan clases de yoga y talleres de lectura. Precios aptos para todo público.
- De lunes a domingos, de 10 a 02 am. Av. Juana de América entre Mario Arregui y Lauro Ayestarán. Su cuenta en Instagram: bellodurmiente.uy
2. Viaje al universo marino
El Museo del Mar es un clásico imperdible si estás paseando por La Barra. Fundado en 1966 por Pablo Etchegaray, contiene en su interior el museo del Mar, con 8000 piezas de caracoles marinos, mandíbulas de tiburón, esqueletos de ballenas, elefantes marinos y el Albatros, ave marina, más grande del mundo, crónicas de piratas reales, y una sala de arte para niños; el Insectario con 38.000 insectos disecados de todos los continentes; el Museo de los Balnearios con fotos y anécdotas de ciudades costeras como Punta del Este, Mar del Plata y Copacabana; y el Museo de los Recuerdos, con fósiles nostálgicos como latas de galletitas, frascos de remedios, etc. Además, hay un jardín para hacer picnic. A minutos del Puente de La Barra, un paseo ideal para toda la familia.
- Abierto todos los días, de 10 a 19. La entrada sale UYU 220 por adulto. Entre 12 y 3 años, UYU 200, y menores de 3, gratis. Solo aceptan efectivo. Romildo Risso entre Pedro Aicardi y Av. Juana de América. T: (598) 4277-1817 www.museodelmar.com.uy Su cuenta en Instagram: museodelmar.uy
3. Si mangia bene, lo sanno tutti
Si estás para un almuerzo bien a la italiana con platos abundantes y deliciosos, te vas a enamorar de este lugar. Los “Tan’oss” es un pequeña casa de comida casera, atendida por sus dueños, una pareja de italianos, que funciona todo el año. Infinitas plantitas entre las mesas, sombrillas y aire de campo. Queda en el medio del Tesoro, un barrio de casas y callecitas de tierra, atrás de La Barra. En temporada, abre todos los mediodías, con tres platos: unas pastas, una carne, una opción verde. El menú viene acompañado con panes y focacchias caseras, aguas saborizas, y con la cuenta una grapa miel de la casa que es una delicia. Un secreto a voces en el corazón del Tesoro, que una vez descubierto es dificil no recomendar. Es clave llegar temprano porque hay pocas mesas y se llenan rapidísimo.
- Carlos Lenzi, entre Camino del Cerro Eguzquiza y Jorge Lazaroff.
4. Pizza y fainá en un lugarcito con onda
Si buscás un clima distendido, buena música y pocas mesas para que no se haga mucho bochinche, La Fusa se va a ganar tu corazón. Esta pequeña y pintoresca pizzería es la preferida de los locales. Con una decoración canchera, una barra intervenida con cassetes, cuadros con afiches viejos y biblioteca, este bolichito te traslada a otro país. Y además se caracteriza por sus infinitas variedades de pizza de harina blanca, integral y sin gluten, armadas en el momento a tu gusto. ¿La vedette? El faina hipercrocante con muzzarela y cibulette. Los precios son inferiores a la media en La Barra. El ambiente muy familiar.
- La música súper cuidada. Martes a domingo de 20:00hs a 0:00hs. Solo efectivo. Contacto: 099 21 41 49. Carlos Olmedo y Eduardo Franco. Su cuenta en Instagram: la_fusa_pizzeria
5. Playas desiertas para desconectar
Si algo tiene Punta del Este es una gran variedad de playas para todos los gustos. Si le querés escapar al parador con la música a todo volumen y la montonera de sombrillas y reposeras, estas playas te van a encantar. Por la ruta 10, después de Manantiales en dirección a José Ignacio, las playas se vuelven más amplias y tranquilas. Si estás para un día de playa al estilo isla desierta, te recomendamos frenar a la altura de La Juanita. Kilómetros y kilometros de arena blanca, océano azul y médanos. Ideales para ir temprano con la sombrilla, una heladerita con frutas, sandwich, algo rico para tomar y un buen libro o simplemente ganas de olvidarte del mundo por un ratito. Hay algunos estacionamientos y sino, podés seguir tu intuición y frenar el auto en cualquier parte de la ruta.
6. El arte de saber malabarear
Velas y fogones, murales de peces típicos de la costa uruguaya y un pool que todas las noches se llena de jugadores. Los proyectos familiares emanan una energía especial, de lo que está hecho con amor, esfuerzo y dedicación. Malabar es un restó bar ideado por dos hermanos, Diego y Gabriel Tamón, que soñaron con crear un espacio, cerca de la playa, para volcar su conocimiento en gastronomía, priorizando los productos fresco y locales y manteniendo la relación precio calidad. Cuentan, que el nombre del lugar, “Malabar”, viene de esa alegre disponibilidad para malabarear con los desafíos diarios, para lograr lo que uno se propone. La propuesta de cocina no falla: hamburguesas, clásicos chivitos, pizzas, pescado fresquísimo y ensaladas. Todo casero. Malabar es uno de los puntos de encuentro más queridos por los vecinos de La Juanita, por su ambiente cálido y familiar. Imperdible el chivito con un pan que no se siente en la boca y las papas caseras, así como la milanesa napolitana súper tierna y sabrosa, y la pizza combinada con cebolla y roquefort. El cubierto va de 500 a 900 uruguayos.
- Abierto todos los días de 20 a 03 hs. Calle José Ignacio entre Hector Soria y Las Focas. Su cuenta en Instagram: malabar.lajuanita
7. Pizza, birra & skate
Ideal para ir en ojotas y buzo, después de la playa. Este exótico lugar que fusiona el universo del patinaje con una propuesta de bar y pizzaría es el elegído por varios jóvenes argentinos que se instalaron este año en La Juanita. Tomar una cerveza helada, con los pies en la arena, en una mesita rústica y con la posibilidad de patinar y conocer gente es parte de la propuesta de El Spot, además de disfrutar del bosque y el cielo estrellado de La Juanita. Alguna noches, hay música en vivo o Djs y se respira un aire de club, de meeting point. Abierto todos los días de 9 a 13 y de 16 a 03.
- José Ignacio esq. Hector Soria, La Juanita. Su cuenta en Instagram: spot.uy
8. La vuelta a la Punta
Un clásico paseo esteño es ir a dar la vuelta a la peninsula y disfrutar de todas las vistas panorámicas de la bahía y la Isla Gorriti. Se recomienda, comprar churros en Manolo´s (calle 29 entre Gorlero y 24), aprontar el mate y empezar a caminar por la parada 1 de la mansa, en dirección al puerto. Pasando la zona de bares y pubs nocturnos, se pueden recorrer los muelles donde anclan desde pequeños veleros hasta yates multimillonarios. Además, llegando a la escollera, se venden los mejores pastelitos de batata y membrillo, y suelen estar los lobos marinos tirados al sol. Por último, completar la vuelta a la punta, disfrutando la puesta de sol en un spot bien local: “Las Mesitas”. Se llama así porque entre las rocas, en la década 50, se construyeron unas mesas de cemento para aquello valiente que quieran ver el atardecer desde el agua.
9. Sabores del lejano Oriente
Si algo faltaba en Punta, era una pequeña cantina china para disfrutar de los sabores agridulces y picantes del lejano oriente. En el polo gastronómico de la parada 2, con una decoración de película, Wantan Cantina China ofrece una variedad de opciones deliciosas y buena relación precio-calidad. Probar el Pollo Piña (pollo apanado con salsa agridulce salteado al wok con piña y vegetales), la Carne Mongoliana (un plato picante con carne de vacuno salteado con chauchas, morron, apio, brocoli, cebolla) y los clásicos arrolladitos primavera. Miércoles a domingos, mediodía y noche; martes a la noche. Hay delivery y take away. Precios super accesibles.
- Av. Francia esq. J. Lenzina. T: (00598) 98-381-838. IG: wantancantinachina