Paula Blanco es Bioquímica y cuando supo que la salud de su hija se veía afectada por los detergentes en los productos industriales, decidió armar la marca propia.
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Cuando la hija de Paula Blanco tenía cinco años, empezó a presentar signos de desarrollo precoz. Los médicos le dijeron que podía deberse a los cosméticos con detergentes como el jabón y los shampoos. “Llegué a casa y tiré todo. Basada en la seguridad que me daba tener el título de bioquímica, empecé a hacerlos en casa con solo $500. Los usamos primero nosotros, luego familiares y amigos. Yo regalaba, porque al hacer una tanda salen un montón de unidades”, relata.
Tres años después ya no quedaban signos de desarrollo precoz en su hija. Tras haber probado el interés por los productos y con todas las aprobaciones de ANMAT en regla, lanzó junto con su marido Andy “La Botica Eco”. Fabrican productos de cosmética sólidos y naturales, respetuosos con el medio ambiente y cruelty free. “Al regalarle a familia y amigos, nos comentaban lo buenos que eran y empezaron a pedirnos los vecinos y mamás del colegio. En 2016 empezamos a vender. Frente a una necesidad, encontramos una solución y un negocio. No me imaginé crecer tanto”, asegura.
¿Cómo lo hicieron?
Encontrar un laboratorio no fue fácil. “En ese momento nadie hablaba acá de un shampoo sólido. Fue difícil, pero lo conseguimos. Elegimos laboratorios que son grandes, que le elaboran a un montón de marcas buenísimas en Argentina y con los cuales nos sentimos tranquilos y seguros. Ahora hay mucha moda, pero también más consciencia. Nuestros shampoos no tienen ningún tipo de detergente, como era en la época de mi abuela y ella tenía un pelazo”, explica Paula, que sigue de muy cerca el proceso de producción para obtener la calidad deseada.
Ella misma diseñó el logo y dio los primeros pasos de la marca en redes. Desde el comienzo tuvieron en claro que sería una tienda online exclusivamente, para poder llegar a distintos puntos del país y no dejar a nadie afuera. “Fue clave invertir en publicidad”, señala.
“Mi marido, que falleció en enero, se dedicaba a todo lo que era marketing y me dijo que podía hacer una campaña chiquita. Yo le tenía terror, pero disparó todo”. Se hicieron conocidos y comenzaron a recibir pedidos de distribuidores y tiendas que querían venderlos. Consiguieron un préstamo y aumentaron la producción para abrir también la venta mayorista.
Sin embargo, Paula dice que no quiere volverse una empresa gigante y enfatiza el concepto de “belleza lenta” que acompaña sus productos. “El cambio a un shampoo sólido sin detergente lleva un tiempo y tenemos que respetarnos. La vida no es tan alocada como nos la quieren vender. Yo encontré una razón para crear La Botica Eco y traté de ir con mis valores. Solucionamos un tema de salud, pero también tratamos de darle un sentido. No todo es facturar”, afirma.
Los consejos de Paula
- “Estar en Argentina es un gran entrenamiento. Siempre va a haber problemas, pero hay que levantarse las medias, ajustarse los botines y salir igual. Para eso, tenés que tener en claro por qué empezaste el emprendimiento. Es todos los días un hacer un poquito y no aflojar”.
- “No te dejes afectar por la opinión de los demás. Quizás de mil comentarios positivos el negativo te queda dando vueltas y te bajonea. Para que eso no te rompa, hay que trabajar el amor propio”.
- “Es fundamental dividir tareas y dejar en claro qué hace cada uno. Porque a veces uno se puede pisar con el otro y puede generar roces en la relación y dañar al negocio”.
- “Tené en cuenta otras formas de financiamiento. Muchas veces cuando sos un emprendimiento chico, los bancos te cierran las puertas. Explorá otras opciones como Mercado Pago, que no solo mira a las grandes empresas”.
En números
Inversión inicial: $500
5 años en el mercado
3 personas conforman el equipo interno
4 productos
Desde los $1000 a $1300
60.7 mil seguidores en Instagram