Transformaron su rol y son abanderadas de diferentes causas. Te contamos quiénes están al frente de este fenómeno.
- 7 minutos de lectura'
“La elegancia no consiste en llamar la atención sino en ser recordada”, dijo alguna vez la icónica diseñadora Phoebe Philo. En este contexto de revolución social global que estamos viviendo, la frase encaja. Una era marcada por los cuestionamientos de los viejos mandatos y los reclamos por la igualdad de derechos, la inclusión sexual, racial, étnica y la diversidad corporal en la que la moda –totalmente atravesada por este momento– refleja como un espejo todo lo que pasa. Las modelos, claro está, son parte. Empiezan a ser figuras clave que rompen los esquemas, desafían los límites y los mandatos establecidos. Cada vez son más las activist models o modelos activistas que desde diferentes plataformas eligen visibilizar causas que las interpelan.
MODA ACTIVISTA
Ya en 2013 las supermodelos Naomi Campbell, Iman y Bethann Hardison abrieron camino al activismo cuando crearon Diversity Coalition, una asociación que denuncia la falta de diversidad racial en la industria de la moda. En la carta presentada sostenían que más del 90% de las modelos que desfilaban en Nueva York, París, Londres y Milán eran blancas. A ocho años de ese episodio, y a pesar de que la diversidad todavía no se alcanzó completamente, ya se puede ver un cambio significativo. Según el reporte de diversidad que publica todos los años la plataforma The Fashion Post, en 2020 aumentó el porcentaje de modelos de color en tapas de revistas. Entre las 791 apariciones de modelos en portadas de 50 de las editoriales más importantes, se encontró un 48,8% de modelos de color. Un aumento importante en comparación con el 36,9% de 2019. En menor medida, también aumentaron las apariciones de modelos con diversidad de género, plus size y mayores de 50 años.
De a poco, el activismo y los cambios de paradigma llegan, por ejemplo, a concursos históricos como Miss Universo. En 2018, las 23 concursantes de Miss Perú cambiaron el discurso al ser preguntadas por las medidas de sus cuerpos. En vez de eso, anunciaron las cifras de violencia de género en cada una de las provincias que representaban. Y aunque la idea en sí de los concursos de belleza ya debería estar desterrada, las mujeres alzando su voz de esa manera despertaron el interés de millones que convirtieron el video en viral.
Hoy, vemos activismo en las apariciones de Ashley Graham –ícono del movimiento body positive– cuando posa en ropa interior para Dior y resignifica otros tipos de belleza y de sensualidad; en Winnie Harlow, portavoz de la enfermedad de la piel llamada vitiligo, cuando muestra con orgullo su cara manchada en la portada de Elle o en la modelo Lauren Wasser –que perdió sus dos piernas por el síndrome TSS, desencadenado por el mal uso del tampón– cuando posa con las prótesis al descubierto. Ellas ayudan a naturalizar otras realidades. Así como la modelo y actriz trans brasileña Valentina Sampaio, en las tapas de las revistas ODDA y Vogue, le muestra al mundo que todas pueden llegar.
Nuevos valores
“Las campañas gráficas de las grandes marcas están cambiando y buscan estar en sintonía con estos nuevos valores de diversidad, tolerancia y respeto”, dice Mariela Mocioulsky, CEO de la consultora de investigación y tendencias Trendsity. Y agrega: “Hoy, los protagonistas de la moda pueden no ajustarse a los parámetros de belleza hegemónica, sino a lo que a cada persona la hace única, la identidad. De alguna forma, se está cuestionando y redefiniendo el concepto mismo de belleza”. Así fue como un día, en 2015, Victoria’s Secret dejó de rizar el pelo de modelos blancas y decidió elegir a María Borges para convertirla en la primera modelo afro que posó para esta marca con su pelo natural. “Estas acciones acercan a la moda, la vuelven más liviana, menos dictatorial y más honesta”, dice Alejandro García, periodista especializado en moda y estilista.
EL VALOR DE LA IMAGEN
El activismo de las modelos tiene muchas aristas y, en la mayoría de los casos, las luchas tienen que ver con tópicos de la vida personal de cada una de ellas. El sello distintivo de Adwoa Aboah siempre fueron sus pecas, el tono de piel y el pelo afro. Características que hicieron que marcas como Chanel, Versace y Dior se fijaran en ella. Pero esas mismas distinciones, en otro momento de su vida –antes de ganar un Fashion Award a la Modelo del Año en 2017–, hicieron que sufriera depresión y estuviera al borde de la muerte por sobredosis. Aboah pudo superarlo y, al recuperarse, fundó la plataforma online Gurls Talk. En esa web hay un foro donde las mujeres pueden, de forma anónima, expresar sus emociones, miedos y dudas acerca de temáticas como la imagen personal o la sexualidad. Por su parte, Imaan Hammam, supermodelo holandesa de Versace y Moschino, es la embajadora global de She Is the First. La organización sin fines de lucro promueve la educación y el respeto de mujeres y niñas de todo el mundo. Desde ahí, potencia su rol de activista feminista y el empoderamiento de la mujer. “Tenemos que ser el ejemplo de las nuevas generaciones. Recordarles, mostrarles que pueden ser y hacer lo que sea”, escribió debajo de un post donde se la veía rodeada de nenas chiquitas. Una charla TED fue la que le dio la oportunidad a Cameron Russell de hablar sobre una problemática que la preocupaba: el poder de la imagen y la opresión racial. Solo le bastaron diez minutos para que más de 9 millones de personas lo vieran.
Por otra parte, la modelo somalí Waris Dirie –que desfiló para Galliano y posó para Revlon, entre otras marcas– también lleva una causa grande sobre sus hombros. Su lucha la toca de cerca y es en pos de la erradicación de la mutilación genital femenina. Ella misma sobrevivió a esta práctica y su hermana murió a causa de eso. Así fue que decidió crear Desert Flower Foundation (Fundación Flor del Desierto), utilizar la exposición para fines benéficos y luchar contra gigantes de la cultura y la religión. Nuestro país no está exento de este fenómeno y, de a poco, empiezan a aparecer modelos locales activistas que desafían la belleza hegemónica. Camila del Campo Grandal es una de las tantas. Nació con una mancha de Vino Oporto en su cara y decidió visibilizarla con el objetivo de construir una sociedad “libre de estereotipos”. Brenda Mato, modelo plus size, es activista por la diversidad corporal y visibiliza la temática en cada una de sus apariciones públicas.
EL PODER DEL CONTENIDO
Lejos (¡por suerte!) quedaron los preconceptos que satirizaban la figura de la modelo. Prejuicios vinculados con la falta de inteligencia y con el “envase vacío” que estaban totalmente normalizados y permitidos en la década del 90. Hoy, a veinte años, están totalmente desechados. Fue entonces cuando muchas modelos empezaron a cuestionar mandatos y a aportar contenido valioso con el que muchas personas se sintieron identificadas. Y transformaron definitivamente su rol. Las marcas, a medida que los consumidores se empezaban a preguntar con quiénes, con qué valores y causas se sentían hermanados, comenzaron a poner los ojos en estas modelos activistas –herramientas ideales de comunicación: frescas, cercanas y verdaderas– para vender sus productos. No por su percha, como en los 90, sino por quiénes eran, por lo que decían y hacían, por como empatizaban con otras mujeres reales. •
“Celebro poder ser parte del cambio”
Por Lorena Ceriscioli, ex modelo y fundadora de la agencia Lo Management.
Antes, vivíamos con preconceptos horribles que no tenían nada que ver con la realidad. Las modelos no teníamos forma de comunicar y a nadie le importaba mucho lo que podíamos llegar a decir o pensar tampoco. Es más, no teníamos que hablar, todo era más rígido, éramos maniquíes, perchas. Hoy, las modelos pueden llegar a millones de personas solo con un posteo en Instagram. Tienen la posibilidad de que las marcas las contraten por cómo se expresan, de triunfar por su contenido, por lo que piensan o por sus creencias. Celebro poder ser parte del cambio desde otro lado y acompañar la transformación con una agencia más inclusiva.
Expertos consultados: Alejandro García. Periodista especializado en moda y estilista. Mariela Mociulsky. CEO de la consultora de investigación y tendencias Trendcity. Lorena Ceriscioli. Directora y fundadora de Lo Management.Camila del Campo. Modelo activista de Lo Managment.