Ocurrió durante una exposición en California donde cosificaron a distintas razas caninas para la diversión humana
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Las imágenes de la “Groom Expo West” -realizada en julio de este año en California- se viralizaron esta semana luego de haber sido compartidas por la revista “Vogue” y hablan por sí solas. Los perros y gatos, protagonistas del evento, pero sin voz para decidir sobre sus cuerpos, fueron sometidos a varias horas de acicalamiento para poner a prueba la destreza de varios peluqueros caninos y al mismo tiempo entretener humanos.
Bajo el nombre de “grooming creativo” profesionales o aficionados al aseo de perros y gatos convirtieron a estos animales en lienzo para explayar su creatividad y al mismo tiempo dar un espectáculo para algunos curiosos, sorprender al jurado, sumar puntos, y conseguir el premio mayor, un trofeo y algo de dinero.
Para obtener este resultado final -pelajes multicolores, retratos de distintos personajes de películas o caras de dibujitos animados- los animales fueron sometidos a prácticas que pueden afectar su bienestar. En los videos se ve cómo sostienen sus cabezas con sogas en el cuello para inmovilizarlos y evitar que se den vuelta y cómo los agarran del hocico para que los esteticistas puedan plasmar su técnica de manera prolija.
Como si esto fuera poco, los peluqueros caninos utilizan tinturas, ceras y cremas; extensiones, joyas y otros procedimientos de estética, como pestañas hechas con el propio pelaje del animal, hábito que responde más a un deseo y entretenimiento humano que al propio animal en sí.
Argumentos sin sentido
Sin embargo los realizadores de la exposición, los dueños de los animales y los profesionales o aficionados que participaron apoyan y defienden esta práctica argumentando que aman a los perros y que están seguros de que ellos disfrutan el proceso porque reciben premios, mucha atención y cariño. Ahora bien estos seres no tienen poder de decisión ni opción de elegir si quieren o no ser parte de la exposición lo que deja a las claras una relación de poder humano-perro.
“Seguramente si le dan la oportunidad de elegir si estar ahí o no, la mayoría, por no decir todos, elegirían estar haciendo otra cosa como estar echados en el sofá o estar paseando relajadamente”, explicó el adiestrador canino Juan Manuel Liquindoli a OHLALÁ!. “Una cosa es que un perro decida estar parado por determinado tiempo y otra cosa es que esté obligado a estar parado por el espacio físico reducido. Uno de los principios básicos de las 5 libertades del bienestar animal es que los animales estén libres de incomodidad física y acá vemos perros que no tienen libertad para acostarse si así lo quisieran, ni para echarse, ni para moverse de lugar, ni para hacer sus necesidades, etc. Entonces la probabilidad de que un perro, que de manera forzada y obligada pasa mucho tiempo en una posición estática, esté estresado es muy alta”.
Liquindoli, que es Director de “Filosofía Animal”, una plataforma de educación canina y felina, analizó las imágenes que se viralizaron: “Muchos podrían pensar ‘mirá que tranquilo que está que se deja manipular’. Bueno, eso es confuso, porque en realidad se ven un montón de señales físicas y corporales de estrés y ansiedad en esos perros. Los caninos tienen tres grandes vías de comunicación, una de ellas es el lenguaje corporal, y en esos videos se ve cómo esos perros jadean, se relamen, bostezan y un montón de otros signos que aunque no ladren o estén mordiendo dan indicios de que podrían estar estresados. Además estos perros han aprendido que no les queda otra opción que quedarse quietos a merced de lo que este ser humano quiera hacerle. Se llama indefensión aprendida. Ellos saben que no les queda otra que quedarse así, tranquilos”.
Desde la exposición intentaron defender este espectáculo manifestando que son razas de perro que requieren de un cuidado meticuloso de sus pelajes. Liquindoli refutó esta idea: “No veo un cuidado meticuloso del pelaje. Veo que se le están haciendo cosas más en función del ser humano y para el entretenimiento que una práctica en función del bienestar del animal. De hecho los veterinarios no suelen recomendar que se rape a los perros salvo en situaciones específicas o hacerle ciertos cortes para ampliar su visión o por cuestiones higiénicas pero no pelar porque el pelaje en los perros cumple una función protectora, como aislarlos del frío o del calor por ejemplo”. El adiestrador detrás de la cuenta @filosofia.animal con casi 300 mil seguidores en Instagram invitó a que reflexionemos: “¿Elegirían estos perros estar dos horas parados siendo manipulados constantemente o no?”.
Vale la pena resaltar que aunque estas tinturas temporales sean veganas y prometan no dañar a ellos ni a su pelaje permanecen en el cuerpo de los gatos y perros durante varios meses y eso puede dificultar su relación con otros animales. “El límite es respondernos esta pregunta: en qué medida esta actividad que estoy haciendo junto con mi perro afecta o no su bienestar. Porque si no está cómodo ni disfrutando no deberíamos hacerlo. Esa es nuestra responsabilidad como tutores que decidimos ser responsables de estos animales que comparten la vida con nosotros”, concluyó Juan Manuel.
Son seres sintientes, no objetos
“Nos enseñaron y nos construimos en un sistema que cosifica a los demás animales ya sea para vestirse, para comer, para entretenerse. Si a mí me enseñaron que los animales están para los humanos y que está bien tanto como para inventar sobre sus cuerpos y su propia individualidad (haciendo referencia a las razas que fueron creadas por el hombre)...estamos desconectados de la realidad. Son individuos independientemente de que hayan sido creados por nosotros y tienen intereses propios. Si lo viéramos así no podríamos someterlos a nuestros deseos o entretenimiento. Solamente porque lo vemos como cosas y es lo que aprendimos”, opinó Malena Blanco fundadora del movimiento Voicot.
¿Qué diferencia hay entre esta exposición que hicieron en California y las que se hacen en Argentina?
“La diferencia con las que suelen hacerse en La Rural es el tipo de espectáculo pero la crueldad es la misma”, opinó la defensora de los derechos de los animales. “Son diferentes formas de explotación y a veces diferentes especies, pero igualmente crueles. Se trata de la muestra de esos animales cosificados como lienzo, como comida, como reproductores...todo en base a los humanos que nos creemos Dios. Es el resultado de una desconexión total con la vida de un animal que también es parte de este mundo y es sujeto de esta vida. Me parece una burla”, amplió.
“Alguien que entiende, que conecta con la verdad que es que son seres sintientes no podría alimentarse con sus cuerpos. Lo hace porque está desconectado de que esto es así porque hay un sistema perverso que genera eso. El proceso que los convierte de animales a comida o cosas está anulado en nuestro sistema operativo. No funciona, por eso podemos hacerlo” cerró Malena Blanco.