Muchas veces tendemos a decir que sí por el simple hecho de agradar y no generar un conflicto... pero en el largo plazo ese quizás no sea el resultado que obtengamos.
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*Por Ana Falbo, coach y cofundadora de Espacio Allin Munay
¿Recordas esa frase del Tutti Frutti que hacía que todos se detengan y dejaran de escribir? ¿Cuántas veces te gustaría gritar otra vez “Basta para mí. Basta para todos” y que todos se detengan y dejen de escribir TU historia?
Muchas veces vamos por la vida respondiendo necesidades, pedidos y expectativas de otros. Sentimos tanta claridad sobre lo que otros esperan de nosotros y cuál debe ser nuestro rol en el escenario de nuestra vida, que no nos preguntamos si realmente queremos eso para nosotras. ¿Cuántas veces les decís que SÍ a cosas a las que, en lo más profundo de tu ser, querés decirles que NO?
Cuando realmente sabes qué querés, las voces externas comienzan a silenciarse, y tu música interior se vuelve más alta.
Manos a la obra
Te invitamos a descargar este ejercicio que hicimos para vos. En una columna poné esas cosas de tu rutina que sentís te quitan energía, te fastidian y a las que quisieras decirles “basta”. En la otra poné las cosas que sentís que disfrutás y te dan energía.
Pregunta clave: ¿Cuánto tiempo en la semana le destinás a las actividades de la columna 1 y cuánto a las de la columna 2?
El verdadero costo
Decir que NO supone consecuencias, represalias, rechazo. Supone que alguien puede pensar que no queremos o, quizás peor, que no podemos por no estar a la altura. Decir que sí supone agradecimiento, reconocimiento, aceptación.
A veces decir que sí es más fácil que decir que no, porque nos evita un problema con el otro, o porque decir que no nos exige cambiar cosas de nuestra vida. Pero detrás de cada “sí” hay un “no” a algo.
Pregunta clave: ¿A qué/quién le estoy diciendo que “no” cuando le digo “sí” a algo que no quiero y me quita energía?
Declará tu faro
Releé la columna de aquello que disfrutas y te hace bien y fijate si te ayuda a tener claridad sobre qué querés para vos, cómo te podes dar más de eso. ¿Qué realidad querés crear por vos y tu proyecto? Puede ser un nuevo producto, un estilo de vida, una forma de ser... lo que sea que quieras CREAR. Los barcos navegan en dirección a la costa guiados por el faro. El viento, la marea, las olas los mueven de un lado a otro, pero ellos saben hacia dónde navegar. Saber hacia dónde estás caminando, te va a permitir tomar decisiones alineadas con vos y con eso que querés crear.
Pregunta clave: Esto que estoy a punto de hacer... ¿me aleja o me acerca a lo que yo quiero?
Mientras más ames tus decisiones, menos necesitarás la aprobación ajena.
Enriquecé tu faro
Date el tiempo para diseñar eso que querés crear para tu emprendimiento. Cuanto más claro lo tengas, más seguridad vas a sentir de que ese es el camino. Imaginalo, investigalo, conversalo con otras personas, escribilo en algún lado para que esa realidad que querés para vos vaya tomando cada vez más fuerza. Este ejercicio también te va a ayudar a detectar más fácilmente cuáles son los distractores que te desvían y te sacan el foco de lo que vos querés para vos.
Pregunta clave: ¿Qué siento cuando conecto con el llamado interior que me representa mi faro y veo que puedo lograrlo?
Visualizalo y comparalo
Asumirte como creadora de eso que querés para vos implica que tomes decisiones diferentes a las que venís tomando, y eso ya significa un cambio en tu vida. Entonces te invito a que te digas: “Me asumo creadora de …(eso que querés para vos)”, y te preguntes: ¿cómo comenzar a generar cambios en esa dirección impactará en los diferentes ámbitos de tu vida: tu emprendimiento, tu familia, tu economía, tu estado interno, tu autoestima? Esta pregunta respondela en base a cómo será tu vida dentro de 6 meses, en un año y en cinco años si te animas a ir por ello.
Repetí el mismo ejercicio, pero imaginando que no vas por eso que querés… sino que seguís dejandote navegar por la marea, las olas, el viento…
Pregunta clave: ¿Estoy dispuesta a decir BASTA y asumirme creadora de eso que quiero para mí?
Esta es una forma para empezar a decir Basta a eso que no querés para poder darle lugar y asumirte creadora de la vida que deseas. Si te emociona pensar lo que podes ser capaz de crear, imaginate hacerlo!!
LA NACION