Estamos en medio de un revival de los puzzles que ahora, además de entretenernos y activar el cerebro, se convierten en mini obras de arte.
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En el último año resurgieron muchas actividades recreativas que creíamos olvidadas, y armar rompecabezas es una de ellas. El hashtag #jigzawpuzzle se convirtió en tendencia, las librerías se colmaron de propuestas y hasta muchos artistas llevaron sus ilustraciones a cartón encastrable. En esta nota te contamos un poco cuáles son los beneficios del armado de rompecabezas y cuáles son las propuestas más lindas.
Gimnasia para la mente
Cuando armás un rompecabezas, los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro se comunican entre sí, activando las funciones cognitivas más complejas. Es un full brain workout que ejercita tu mente mientras te divertís: el lado izquierdo se va a encargar de procesar el pensamiento lógico vinculado con el juego, mientras que el lado derecho va poner, por ejemplo, a prueba tu percepción visual-espacial. Este enfoque que busca involucrar ambos hemisferios del cerebro tiene una justificación en las teorías del psicobiólogo Roger W. Sperry, ganador del Premio Nobel, que se basan en el hecho de que los dos hemisferios funcionan de manera diferente, controlando funciones específicas cada uno.
La teoría de Sperry planteó la posibilidad de que las personas tengamos un “hemisferio dominante”. El lado izquierdo (“cerebro digital”) es más verbal, analítico y ordenado que el derecho. Es mejor en cosas como leer, escribir y hacer cálculos. Sperry lo conectaba a la lógica, al pensamiento lineal, a las matemáticas. Si sos una persona analítica, pesaría más tu hemisferio izquierdo en la forma en que procesás el mundo. El lado derecho (“cerebro analógico”) es más visual, intuitivo, creativo. Es mejor en cosas como el pensamiento holístico, el ritmo, la imaginación, el registro de emociones. Si sos una persona más artística, predominaría este hemisferio.
Armar puzzles, entonces, es una forma de entrenarte en:
- Memoria a corto plazo
- Foco
- Resolución de problemas
- Agilidad
- Lenguaje
- Cálculo
- Funciones ejecutivas
- Inteligencia visual-espacial
Entrenar tu cerebro no solamente aumenta tu inteligencia, sino que, también, previene su deterioro. Y como es una actividad que se puede hacer de a dos, es también una gran excusa para compartir un momento social.
Los rompecabezas como método antiestrés
- Disparan los niveles de dopamina: tu cerebro está entrenado para recibir una dosis del neurotransmisor del optimismo en recompensa al resolver un desafío. Un rompecabezas propone un continuo de tiny wins.
- Potencian tu capacidad de resolver problemas cotidianos: buscar la pieza adecuada te coloca en la situación de establecer hipótesis y estrategias. No te asombres si otras piezas de tu vida se acomodan solas en paralelo. El cerebro funciona de formas misteriosas, pero lo que sabemos es que lo que aprende lo usa cada vez que puede.
- Ejercitan tu memoria: entrenás la velocidad de tus procesos de pensamiento.
- Estos beneficios y habilidades que adquirís jugando mientras te relajás y compartís con alguien un rato offline los vas a aplicar luego a tu vida cotidiana. Tu mente funcionará de manera más veloz, será más creativa e innovadora: podrás hacer uso de tu pensamiento crítico con mayor agilidad y la mejor de las noticias es que ¡es realmente divertido!
El boom
El puzzle es un juguete y una herramienta didáctica: el primero fue creado de forma casi accidental por John Spilsbury en 1760, un experto en el diseño de mapas. Lo hizo al montar uno de sus mapas sobre un tablero de madera dura y recortarlo alrededor de las fronteras de los países. Esta creación fue usada en Gran Bretaña como pasatiempo educativo, inicialmente para enseñar geografía a los niños. La idea de su uso exclusivo en la enseñanza perduró hasta cerca de 1820. Alrededor del 1900 nacieron los rompecabezas artísticos para adultos.
En la actualidad hay puzzles de mapamundis, de animales, de obras de arte, de personajes de dibujos animados, de películas, de lo que sea. Hasta las bandas de música AC/DC y Radiohead tienen los suyos.
Hoy, la última moda son los rompecabezas con ilustraciones de artistas nuevos. Por ejemplo, la marca Monoblok lanzó una colección llamada “Artistas Rompecabezas”. Se trata de puzzles de 300 y 1000 piezas con ilustraciones de un grupo de artistas contemporáneos como Ricardo Siri Liniers, Lucilismo, Josefina Schargorodsky, María Luque, Santiago Paredes, Paula Duró, Vik Arrieta, Eugenia Mello, Xoana Herrera, Caribay, Agus Basile. Por su parte, la marca Diente de León ofrece puzzles realizados por ilustradores con temáticas relacionadas a nuestra identidad nacional (mapas, paisajes, escenas). Y las diseñadoras mentoras de Crema proponen, además de los rompecabezas, colecciones de objetos únicos y sin género.
Nueva tribu
“Armar rompecabezas me enseñó que hay que persistir ante las dificultades. Con ellos, sí o sí tenés que armarte e ir encontrando la solución. Además, una se siente satisfecha, orgullosa y realizada cuando pone una pieza, cuando completa un puzzle”, explica Silvina López, la fundadora del grupo Puzzleros Argentina y quien organizó el primer campeonato nacional de rompecabezas en nuestro país. En 2018 Silvina viajó a España al campeonato mundial; cuando volvió del evento, decidió hacer un campeonato en Argentina. Con asesoría de la World Jigsaw Puzzle Federation –la cual la designó como representante local–, se empezó a hacer en nuestro país un primer campeonato que consistía en armar puzzles de 600 piezas en dos horas y media. Estaba auspiciado por una marca de rompecabezas y participaron 75 parejas de distintos puntos del país.
Nuestros favoritos
- Artistas Rompecabezas. Mundo mapa ilustrado por Josefina Schargorodsky. (Monoblock, $3750)
- Mística. Inspirado en la magia de los opuestos, las luces y las sombras que desprenden los objetos. (Hola Crema, $4400)
- Paisaje de Moscú. Un clásico que no pasa de moda e invita a conocer la ciudad. (Ravensburger, $7590)
- Fauna argentina. Rompecabezas extragrande, ideal para chicos de 2 a 6 años. (Diente de León, $2100)