Oriundas de Corrientes, en Buenos Aires buscaron recrear el sentimiento de hogar en una cafetería y fundaron Ol’ Days
- 3 minutos de lectura'
Amigas de toda la vida, esas que se consideran familia, Martina y Juliana Fracchia, y Camila Basigalup siempre soñaron con la empresa propia. “Venimos de familias muy emprendedoras. Nuestros padres son socios y siempre en casa se mezcló la familia y el negocio”, relatan. De chicas, se juntaban para vender limonada, pulseras y jabones. Cuando terminaron el colegio, se mudaron a Buenos Aires a estudiar. Pasaron por grandes empresas, pero había algo de lo familiar que se les escapaba. “En nuestra casa el café siempre unió”, confiesan. Querían hacer algo para transmitir esa sensación de hogar.
Era 2014 y había un auge de cafés de especialidad en el mundo, pero en Argentina aún no estaba esta tendencia. Así que con veintitrés años (y Juliana veintiuno), decidieron abrir Ol’Days en Puerto Madero. “Éramos muy chicas. La emoción y la ingenuidad de la juventud nos permitió tomar buenas decisiones, pero también nos pegamos la cabeza contra la pared”, explica Martina.
Recalcular
Basadas en lo que habían visto en otros países, la idea era que las personas pedían en la barra alimentos ya envasados y luego se sentaban a consumir. “Buenos Aires no estaba preparada para take away. Tuvimos la frescura de virar el timón a tiempo y darnos cuenta de que no funcionaba. La gente quería que hiciéramos las cosas en el momento”, cuentan.
Así que ajustaron y el público empezó a crecer. Al poco tiempo sumaron otro local en Recoleta y más tarde en Villa Urquiza. “Queríamos que la gente lo sintiera como una extensión del living de su casa. La gente lo volvió un club, como el ‘Central Perk’ en Friends”, señalan.
Todas las sucursales transmiten esa sensación de hogar y parte de su filosofía es respetar a los productores y apoyar el mercado local. “Trabajamos mano a mano con los proveedores”, explica Camila y asegura que buscan generar un impacto positivo con nuevos emprendedores. Con ese mismo espíritu colaborativo llegó su primera franquicia y hoy planean abrir varias más en Buenos Aires.
Expandirse en Estados Unidos
En 2019 Martina se mudó a Vancouver por la carrera de su esposo. Allí tuvo tiempo y cabeza para analizar otros mercados. Conoció a muchos emprendedores del rubro que la ayudaron a afianzar el proyecto. La idea era abrir en Los Ángeles, pero llegó la pandemia y todo cambió. “Miami no estaba en nuestros primeros planes. Sí era un lugar que teníamos presente por la afinidad cultural, pero nuestra prioridad eran Los Ángeles y Nueva York, los dos lugares más afectados por Covid”, explica Martina.
En Miami no solo los negocios permanecieron abiertos, sino que tenían a un consultor amigo. “Tuvimos la oportunidad de acceder a un muy buen fondo de comercio. Además, nos dio mucha seguridad la presencia de este chico, porque se necesita esa pata fuerte para entrar a un mercado nuevo. A la gente le encantó el concepto y, sin querer, estamos imponiendo la moda acá. Tuvimos una oportunidad y supimos aprovecharla”, aseguran.
Finalmente, Martina se mudó a Miami, desde donde trabaja el Marketing de Ol’ Days. En Buenos Aires, Juliana se ocupa de Administración y Logística, y Camila de Recursos Humanos. Entre calls y viajes, proyectan la expansión, así como abrir el mercado en Colombia. “Estamos con muchas ofertas para crecer en Estados Unidos. Nos resulta súper importante llegar a Manhattan, que se conozca nuestro café y nuestra misión. El ‘Central Perk’ real”, bromean.
En números
- + 300 cubiertos diarios
- Facturación anual: $80.000.0000
- + 40 empleados en todas sus sedes
- USD 2.000.000 de facturación el primer año en Miami
- 20 personas trabajan en los locales de Buenos Aires