“Quería darle visibilidad a las mujeres dentro de la cultura cervecera”, dice Karen Borensztein (32), la psicóloga y docente impulsora de Comunidad Mujeres Cerveceras. Fue a mediados de 2017, en Buenos Aires, que su pasión por disfrutar, trabajar y estudiar en los bares se transformó en la creación de una red que nuclea a emprendedoras, profesionales, laboratoristas, personal de servicio, comunicadoras y expertas de diversas áreas del mercado de la cerveza de todo el país.
“No sabía bien de qué se iba a tratar la red y a medida que me fui encontrando con otras mujeres pudimos dar cuenta de los objetivos y de la misión y visión que tiene la comunidad. Hoy puedo decir que- aunque va mutando- tenemos una misión que se relaciona con nuestros objetivos: destacar el rol de la mujer dentro de esta cultura, buscar la equidad de derechos y oportunidades y difundir información para que se sumen más mujeres”, explica Karen. Dice que nunca imaginó que la red se expandiría a toda Argentina y a siete países (Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Guatemala, Uruguay y Venezuela) y que lograrían incluir a mujeres que se desempeñan en todas todas las partes del proceso de la industria: producción, comercialización, comunicación y ventas.
En los inicios la cuestión clave fue cómo plasmar y formalizar en un proyecto sustentable y con continuidad la gran debilidad que encontró en el mercado cervecero (la falta de protagonismo de las mujeres). Para Karen el cervecero es un ambiente que se caracteriza por estar integrado por una diversidad de personas –la mayoría tiene otra profesión u ocupación y se dedica también a esto -que no suelen estar plasmadas en las publicidades masivas de cerveza. “Las mujeres, si aparecemos, lo hacemos de manera pasiva; nunca se cuenta nuestra historia”, explica la fundadora de CMC.
Buscar la singularidad
Otro gran objetivo que se propone la Comunidad Mujeres Cerveceras es contar qué hace singular a cada producción de cerveza. Es un valor que Karen considera necesario recuperar y difundir. Por ejemplo, en la provincia de Salta disponen de miel de caña, entonces producen la cerveza honey con este ingrediente. Así va sucediendo en cada región del país, de acuerdo al lugar la cerveza tiene su toque regional. “Lo que te encontrás en la pinta habla de por quién fue producida. Eso es lo que queremos que se vea con CMC”, afirma.
La forma de organización de la red es por comisiones co-lideradas por dos mujeres: coordinación, comunicación, producción, ventas, eventos y ética (transversal a todas). Este modo de trabajo -que se replica en las otras comunidades de los distintos países- les permite no sobrecargar de trabajo a ninguna, lograr la horizontalidad en la toma de decisiones y convivir y aprender a pesar de las diferencias.
Otras de las propuestas de la CMC son las cocciones colaborativas y la educación constante a través de las capacitaciones externas e internas. La idea de estas últimas es compartir información y experiencias que pueden ser útiles para todas. ¿El objetivo? que se produzca un feedback y todas puedan participar.
Comunidad Mujeres Cerveceras está en un proceso de formalización como asociación civil y - según su impulsora- su rápido crecimiento se debió a la necesidad de un espacio que nuclee a las mujeres de la industria. “A mi me encantaría que no exista. Me encantaría no tener que estar hablando de nuestro lugar en esta cultura y hablar de otros temas. Pero todavía es necesario”.
En números:
- 15.400 seguidores en Instagram
- 180 cerveceras nucleadas en Argentina
- 393 cerveceras de 8 países
Los consejos de Karen
- Tener claro el objetivo, la misión y la visión. El cómo llegar a lo que querés alcanzar.
- No apurarse
- Interactuar y aprender con y de otros.
- Bajar las expectativas y ansiedades y considerar los propios tiempos, disponibilidad y energías.
- Saber que el crecimiento es un proceso y que requerirá de tiempo. Hay que acompañar ese proceso, cuidarlo y también cuidarnos a nosotras.