Si querés hacer videos para tu web o redes sociales, es fundamental que pienses primero en un guión: te vas a ahorrar errores y vas a optimizar trabajo.
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En esta era súper digitalizada, llena de opciones para comunicar tu marca, el video es el rey de los contenidos. Para que logres generar piezas audiovisuales de calidad para tu marca, le pedimos ayuda a Gonzalo Messi, editor de video y motiongrapher con más de 10 años de experiencia, que trabajó en comerciales y spots animados para Heineken, Samsung, Coca-Cola, Nike, Cablevisión y Lollapalooza y en programas de TV como “Almorzando con Mirtha Legrand”, entre otros. No te pierdas sus consejos.
¡Pasa en las peliculas… pasa en tu video!
¿Alguna vez te pusiste a pensar por qué algunas películas te aburren? ¿Por qué aunque las actuaciones son buenas y los efectos especiales son alucinantes, no logran emocionarte? En la gran mayoría de esos casos, lo que está fallando es el guión: la estructura o esqueleto de la historia. Sin eso, no importa cuántas bombas tires en una película de acción ni cuántas veces llore la actriz. La película simplemente no va a funcionar. De igual manera sucede con los videos comerciales. El guión es todo.
A lo largo de mi carrera como editor de video y animador gráfico, me encontré con la misma frase una y otra vez: quiero hacer un video. La tarea puede parecer sencilla, pero a la vez, es bastante compleja si no sabemos bien cómo encararla, sobre todo porque arrancar así nos pone dentro de un rumbo caótico que nos va a consumir tiempo y plata. Si empezamos con la frase “tengo el guión para un video que quiero hacer”, estamos en una mucho mejor posición.
Manos en la masa
No te asustes, no hace falta que seas Spielberg o Campanella para escribirlo. Solo requiere que pongas tus ideas en imágenes sencillas y directas.
Para arrancar pensá qué querés mostrar y de qué manera. Una buena técnica para salir de la hoja en blanco es mirar referencias. Buscá alguna marca que te guste cómo comunica y tomala como referencia. Youtube es un gran aliado. A grandes rasgos podríamos decir que tenemos videos filmados, videos animados y videos que mezclan lo filmado con lo animado. En el caso de elegir hacer un video filmado, hay que pensar en las diferentes escenas necesarias para comunicar tu emprendimiento o producto. Pensá si dentro del video va a haber un actor/actriz o si lo que querés es mostrar el producto. En el segundo caso, considá si va a incluir una locución o si vas a usar textos y gráficos para comunicarte.
En el caso de los videos animados, una de las técnicas más usadas para la venta de productos o explicación de procesos es la de motiongraphics, en la cual se animan textos y gráficos. Para llevar a cabo esto te recomiendo hacer el guión con tres columnas: una para la imagen, otra para el sonido (donde vas a incluir la música y la locución, si es que la hay), y otra para los textos, logos y gráficas. De esta manera vas a tener todo organizado y te vas a dar una idea de cómo lograrlo. Al igual que en las películas, en los videos comerciales también hay que pensar la manera la forma en que queremos contar una historia, por ejemplo, con la clásica estructura narrativa que incluye “presentación de situación”, “conflicto” y “desenlace”.
El guión es a la vez el esqueleto narrativo y de producción de nuestro proyecto. A partir de él podemos desglosar el presupuesto necesario para la producción y estimar los recursos de postproducción que vas a necesitar. Con un guión bien definido sabés si tenés que buscar una locación para filmar, si esa locación va a necesitar ser iluminada o no (en caso de que cuente con luz natural), si vas a necesitar grabar sonido, etc. Consejo: si vas a grabar audio en escena, siempre sincroniza audio/video. Si no tenés una claqueta, pedile a tu actor/actriz que aplauda en cámara antes de empezar su acting… ¡el editor te lo va a agradecer!).
A partir del guión también podemos analizar si tenemos que mezclar tomas en diferentes locaciones, y ver la manera de empatarlas para que en la edición todo parezca parte de un mismo universo visual. Si es un video con gráficas animadas podemos analizar si es necesario contratar a un diseñador, o si con nuestros recursos podemos llevar a cabo esa tarea (hay muchas opciones en la web). Si nuestro video es para las redes sociales, quizás te conviene tener en cuenta el tiempo breve de las escenas y la manera de encuadrar. Por ejemplo, como vivimos una era de multipantallas con diferentes dimensiones (widescreen 16:9, cuadradas 1:1 o intermedios 3:4), lo mejor es que grabes todas tus producciones centradas, así cuando tengas que recortarlas, no te van a quedar materiales fuera de plano.
Pero primero, piensa
Finalmente, creo que una de las grandes ventajas de tomarse un buen tiempo para hacer guión, es que después no vas a dar pasos atrás. Es muy común que los videos lleguen a la sala de edición con una visión dubitativa de lo que buscaban, por lo cual terminás yendo a grabar más material, locutando cosas que se te olvidaron o sumando gráficas para compensar errores. Todo eso significa más esfuerzo y plata. Optimizar los recursos es clave para que el video rinda. Ya sea que el video lo hacemos nosotros mismos o que contratamos a un equipo de producción y postproducción, la clave está en mantener una línea de pensamiento y trabajo coherente para al final de la jornada tengamos un producto que logre su objetivo y nosotros no desfallezcamos en el camino.
Un buen ejercicio casero para ejercitar esto puede ser mirar videos que llamaron tu atención, que van con tu marca o proyecto, que lograron que vos te acerques a lo que proponen. Analizalos, fijate cómo se dirigen al espectador, qué elementos usan, cómo resuelven la oferta, cómo iluminan partes de la escena para destacar, cómo evitan otras que distraen. Fijate si podrías reconstruir el guión de esa pieza finalizada para entender todo lo que requirió para realizarse.
Pensar antes de hacer es usar nuestro tiempo sabiamente. Un guión existe en un comercial de Coca Cola y en el story de un influencer en Instagram. Tu video también lo necesita. ¡Manos a la obra!
LA NACION