¿Sos del team “todo va a estar bien” o no tanto? Te contamos cuáles son las características de alguien que ve la vida siempre desde la oportunidad por estar mejor.
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Biológicamente, debido a nuestro sesgo de negatividad, nuestro cerebro tiende a centrarse naturalmente en lo negativo, en lo que falta, en lo que aún no tenemos/logramos/somos. Pero, ¿sabías que con entrenamiento, ciertos hábitos y estrategias, podés elegir cultivar tu optimismo?
Afrontar la vida con una actitud optimista abunda en beneficios: impacta en tu longevidad, mejora tu salud física y emocional, disminuye el estrés, te aporta más energía y, por supuesto, eleva tu dosis de felicidad. ¿Cómo te das cuenta de que sos del team? Te damos algunas pautas del perfil de las personas que son optimistas inteligentes.
Es racional y asertiva
A la hora de tomar decisiones, parte de un análisis profundo del objetivo que quiere lograr. Tiene presentes sus puntos débiles y fuertes, potencia estos últimos y esto la hace más asertiva en su camino.
Es perseverante
Buscar siempre alternativas para resolver contratiempos es clave en su personalidad y, en lugar de desanimarse con los problemas, eso le aporta paciencia y tenacidad
Es valiente
La confianza en sí misma y en sus capacidades la lleva a asumir riesgos, sin perder de vista las dificultades, pero centrándose en las oportunidades.
Es creativa
Esa búsqueda de la mejor manera de llegar a la meta la hace analizar el problema desde diferentes puntos de vista y descubre en su camino soluciones innovadoras para seguir avanzando.
Elige ser positiva
Sabe que no puede cambiar la realidad, pero elige afrontarla con un enfoque positivo que favorece su bienestar. Enfrenta la vida con fortaleza, energía e ilusión porque quien no se equivoca no aprende.
Tiene alta autoestima
Su alta valoración personal estimula emociones positivas y eso la protege de las negativas. Está convencida de que puede lograr lo que se propone porque cree en sí misma y en sus posibilidades. Cuando las situaciones se complican, esa autoconfianza la vuelve más propensa a lograr el éxito.
Disfruta el presente y se plantea metas a futuro
La optimista se conecta consigo misma y con el aquí y ahora. Esto favorece su bienestar porque vive el momento y lo disfruta plenamente. Y cada meta alcanzada es un anzuelo que la incentiva a más, un trampolín hacia nuevos desafíos.
Sabe automotivarse
Es una de sus claves para atravesar las situaciones cuando se complican; buscar estrategias para sostener un mindset constructivo y orientado hacia sus objetivos.
Es realista
Interpreta la realidad con sinceridad, como un espacio que es posible mejorar. No niega los problemas, pero, en lugar de resignarse, busca la manera de solucionarlos. Su actitud es adaptativa y eficiente en reconocer que no puede controlar todos los factores de su vida.
Crece en la adversidad
El optimismo va de la mano del autoconocimiento y del realismo; por eso las optimistas no temen reconocer que no son infalibles. Aceptan sus errores y fracasos y buscan nuevas formas de cumplir sus objetivos.
Demuestra sus sentimientos
Comunica abiertamente sus emociones. Por el contrario, el pesimismo suele coincidir con lo opuesto, la introversión y la cautela social. Vive plenamente, abraza, ríe y llora, buscando siempre razones para sentirse motivada.
Es sociable
Para una optimista inteligente, cada experiencia es un aprendizaje, por ello, todas las personas constituyen una fuente de saber que la ayuda a mejorar, a conocer ideas y formas de vida diferentes.
Experta consultada: Inés Dates. Nuestra psicóloga. @ines.dates.viviendo.