El camino del emprendedor está lleno de altibajos. Nada de qué preocuparse si cultivás estas actitudes, que te van a ayudar a salir a flote y triunfar.
- 3 minutos de lectura'
Ante la pregunta “¿qué es para vos ser emprendedora?”, ¿qué responderías? ¿Qué considerás que es tener actitud emprendedora? Seguramente cada una de nosotras encontraría una respuesta diferente. La actitud emprendedora no necesariamente está asociada a emprendimientos laborales o proyectos rentables, sino que se trata de una forma de vida. Le pedimos a Sandra Felsenstein, Directora y fundadora de la agenca de recursos humanos DINKA, que nos ayudara a a decodificar cuáles esas cualidades indispensables a la hora de emprender.
El camino de la emprendedora está lleno de imprevistos, no te lo vamos a negar, pero, sin duda, emprender, o sea, hacer, implica que las ganas superen la comodidad. Significa tener iniciativa, agilidad y estar dispuesta a correr riesgos. También implica trabajar algunas de estas habilidades, que fuimos viendo y te resumimos a continuación:
1. EMPATÍA
Intentá comprender los sentimientos del otro, ponete en su lugar. Esto es importante para cualquier proyecto personal, pero también es clave y muy usado en el mundo de los negocios.
2. HUMILDAD
¡No la confundas con baja autoestima! Tener humildad es simplemente conocer tus fortalezas y debilidades y estar segura de vos misma, pero sin vanidad. Desarrollar esta capacidad te va a facilitar la relación con otras personas en cualquier ámbito en el que te encuentres. Los emprendedores exitosos no presumen, hacen. Solamente a través de nuestras acciones, y no de nuestras palabras, demostramos lo que realmente somos.
3. CURIOSIDAD
Las personas emprendedoras suelen ser innovadoras. La curiosidad está directamente ligada con las ganas de conocer y aprender constantemente cosas nuevas. Y esta inclinación por lo novedoso y por hacerse reiteradas preguntas permite dar pasos hacia adelante y desarrollar ideas innovadoras.
4. RIESGO
En cualquier cosa que emprendas, tanto a nivel personal como profesional, vas a tener que arriesgar, porque es la única forma de crecer. Intentar cosas nuevas, salir de tu zona de confort, es asumir riesgos. Por supuesto, hay que analizar en profundidad los distintos escenarios e implementar lo que sea necesario para minimizar las consecuencias. El riesgo real no es fallar, es no intentarlo.
5. ACTITUD DE APRENDIZ
De esto ya hablamos mucho, pero es clave para desarrollar una actitud emprendedora. ¡Mantené tus ganas de aprender permanentemente activadas!
6. RESILIENCIA
El camino de la emprendedora no es fácil, es una carrera de obstáculos. Solo a través de la perseverancia y resiliencia lográs levantarte y salir fortalecida cada vez que te toque algún contratiempo, buscando nuevos caminos y oportunidades. Aprendé de tus errores: fracasar tiene su lado positivo. Volvé a intentarlo, esta vez, aprovechando lo que aprendiste de tu intento fallido.
7. CONFIANZA
La falta de confianza en vos misma puede hacer que fracase cualquier intento de emprender que tengas en mente. Por eso, si te apasiona algo, entonces trabajá sobre tu confianza en vos misma y ¡hacelo! Avanzá con optimismo, no solo por vos, sino para poder entusiasmar y transmitir tu pasión a quienes te acompañen. Las personas pesimistas suelen enfocarse en los problemas y no en la búsqueda de soluciones. De esa forma, avanzar con cualquier objetivo suele ser mucho más difícil.
8. PROTAGONISMO
¡Hacete responsable de tu propia vida! Y esta responsabilidad personal se va a traducir en todo lo que hagas y en todo lo que digas. Sé protagonista, sé líder de tu propio cambio, con todos tus valores, aciertos y errores.
Poné estás habilidades en práctica para a sacar para afuera a la maker que hay en vos. Y acordate, como dijo Wayne Gretzky: “Perdés el 100% de los disparos que no disparás”. Así que empezá, es el momento.