Luchi Numer, quien llevó este novedoso concepto a las redes sociales y al mundo de las citas, nos da las claves para el arte de valorarte más y mejor en el vínculo con otros
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Que tu propia valoración la pongan los otros, te debilita. Siempre van a estar el que piensa que sos un genio y el que piensa que sos denso, la que se copa con tu intensidad y aquel otro que no. Hay personas que prefieren tu faceta más introspectiva, otras a las que les gustás con toda tu locura encendida. El automarketing se rebela contra esta manera de vincularte con vos y desobedece el modelo que muchas de nosotras aprehendimos de buscar ser las que los otros esperan.
El “automarketing” es un concepto que llevó Luchi Numer al mundo de las redes sociales, por el cual las vocecitas del pasado y de nuestro entorno se apagan y vos decidís cómo relacionarte con vos mismo. En esta nueva forma de mirarte, tu propio valor lo definís vos y no el resto. Empezar a ejercitar más el autoamor y saber apreciarte tal como sos va traer doble regalo: te vas a sentir mejor con vos mismo y vas a descubrir una nueva forma de encarar tus vínculos que te va a favorecer.
1. Tu valor lo ponés vos
Antes de empezar siquiera a chatear con alguien, preguntate: ¿qué le puede aportar esta persona a mi maravillosa vida? Cuando vos demostrás que valés, el otro reacciona en consecuencia. Dejá de querer que la otra persona guste de vos y empezá a ver si vos gustás de él/ella de verdad. Algunas personas a veces estamos tan seteadas para encontrar la felicidad en una pareja que nos olvidamos de que lo importante es amarnos y amar nuestro mundo.
2. Tu tiempo es oro
Dedicarle muchas horas de chat (y energía) a alguien que no conocés está transmitiendo: “mi tiempo no es valioso, lo ocupo chateando con alguien que no conozco”. Tu tiempo vale muchísimo, porque vos te preocupás mucho por tu bienestar, por crecer y evolucionar. Entonces, cuidá ese tiempo y dedicáselo a quien se lo haya ganado. Cuanto menos tiempo le dedicás al otro, más ganas le generás de verte. Es un win-win.
3. ¿Qué tiene para dar la otra persona?
Cuando estamos muy enfocadas en atraer, nos alejamos de nosotros. Ese esfuerzo por gustar hace que lo que digas y hagas esté fuera de eje y que a vos se te lea distinto de lo que sos, lo cual puede resultar poco atractivo. Además de cómo va a recibir el otro tu esfuerzo, vos te vulnerabilizas muchísimo, y si, después de todo eso que hiciste para gustarle, el otro encima te rechaza, te vas a sentir pésimo. Andá a la cita viendo qué tiene el otro para aportarle a tu vida, en lugar de cómo vas a hacer vos para gustarle.
4. Tené varias velas prendidas
A las mujeres nos enseñaron que cuantas más relaciones tengamos en nuestro historial, menos valemos. A ellos, en cambio, les transmitieron lo contrario. Cuando ellos están chongueando, generalmente lo están haciendo con otras a la vez. Por eso, lo ideal es tener varias velitas encendidas, eso ayuda a que no deposites toda tu atención en alguien que no tenés idea de qué quiere. Además, si una velita se te apaga, tenés otras para que te iluminen (aunque su llamita sea más suave).
5. Que el cuerpo hable más que la boca
La forma en que tu cuerpo se dispone en una primera cita le habla a tu mente. Por ejemplo: se sientan en una mesa, vos te sentás frente a él, acercás la silla y apoyás los codos en la mesa con la espalda despegada del respaldo. De esa forma quedás vos inclinada hacia él y él tirado para atrás, recibiendo tu inclinación. La señal que tu mente recibe es “acepto que este pibe no haga el esfuerzo de acercarse para escucharme, acepto que no se interese en que yo lo escuche. Yo me esfuerzo y me muevo para recibir sus palabras y para que él pueda escucharme”. Desde esa pose, es muy probable que toda la cita la manejes así, intentando agradar, intentando que te mire, que te vea y te preste atención. Para hacer la gran “fake it till you make it” dejá tu espalda en la silla, te va a ayudar a ponerte en un lugar de mayor valor y a responder diferente.
6. Sí al misterio: develar poco y hacer preguntas
Contar mucho sobre vos te pone en un lugar vulnerable, y si al otro día no te llama, te sentís pésimo porque no “te aceptó” ¡con lo genuino que habías sido! Además, develar poco genera intriga y a los humanos nos encanta un poco de misterio. Para hacer preguntas, ponete en un papel de “entrevistador picante”, no de psicólogo, no de mamá, ni de la buenazo empático. Lo picante es atractivo, y no referido a lo sexual, sino a ser un poco incisiva, algo peleadora, o tal vez pícara. Si a todo lo que te dice, le contestás “qué bueno”, “qué genio”, o “qué interesante”, sos la mamá o la abuela. Pero si a todo lo que te cuenta le das una dosis de picante, le preguntás cosas interesantes y hasta lo hacés sentir un toque incómodo, pasás a ser una cita interesante. ¿Y quién no quiere volver a tener una cita interesante y divertida?
Trabajá en vos siempre
Lucía Numer creció, estudió y trabaja rodeada de mujeres. Su vida siempre nadó entre mares de charlas femeninas de todo tipo, y así fue como una vez descubrió que había un tema de conversación que era –por lejos– el que más confundía y mareaba a las mujeres: los hombres y las relaciones de pareja. Así empezó a tejer este nuevo concepto, que –lejos de las estrategias– se trata de encontrar nuestro valor y hacernos valer, “porque solo así vamos a lograr que los otros nos vean como lo que somos: personas valiosas”.
Estos son algunos de sus mantras:
- Sos lo más.
- Todo te fluye, todo llega a vos, atraés gente maravillosa y magia. Sos lo Máximo.
- Tu relación con vos predice tu relación con el mundo.
- Trabajá en vos, siempre.