La aventura de conocer los vinos extremos del norte del país es más atractiva haciendo base en este hotel boutique con cocina andina y pileta climatizada.
- 4 minutos de lectura'
El lugar al que todos llaman “Cielo” está arriba en el mapa de la Argentina porque queda bien al norte, en Tilcara, Jujuy, en medio de un paisaje de adobe y nubes. Lo extraordinario es que uno puede alojarse allí con garantía de beber vinos ricos, saborear platos andinos, disfrutar del entorno y luego volver a la Tierra.
Villa del Cielo es un hotel boutique situado a 85 km de la capital provincial, con viñedos y bodega propia (Huichaira Vineyard) a apenas 3 km de distancia. La propuesta comprende restaurante, una pequeña piscina indoors calefaccionada con colectores solares, sauna, mega solárium en un amplio deck de madera (plan infalible: en Tilcara hay sol prácticamente los 365 días del año) y habitaciones enormes, decoradas con calidez y estética andina, donde reinan la piedra, la madera y el adobe.
Las ocho habitaciones se complementan con dos cabañas. Todas poseen terrazas privadas en las que una mesa y cómodos sillones resultan ideales para desayunar o matear con vistas soñadas hacia la quebrada.
Charcutería y otras delicias
Los dueños de este establecimiento que se define como Eco & Wine Hotel Boutique son el jujeño Alejandro Nieva y su esposa, Sara Jorge, “Cielo” para todo el mundo.
La pareja construyó allí hace 20 años su casa de fin de semana, a la que luego le sumó las dos cabañas, que tienen incluso asador propio y posteriormente las habitaciones, que tienen nombres de los pájaros que acompañan a los huéspedes en su estadía: colibrí gigante, picaflor cometa, naranjero, zorzal chiguanco, piquito de oro, gorrión andino, calandria, jilguero oliváceo, paloma torcaza y hornero.
La más reciente incorporación, a principios de año, fue el restaurante. En ese espacio proponen almuerzos y cenas en los que se sirven picadas gourmet con charcutería, conservas y otras delicias de la región, preparadas por la premiada chef Florencia Rodríguez.
Los platos (que pronto se podrán pedir con servicio a la habitación) acompañan muy bien a Cielo Arriba, el primer vino de la bodega y cuyas botellas de la cosecha 2018 ya están a la venta en el hotel. Además, cada mes participan de la cocina de Villa del Cielo importantes chefs de todo el país que aportan diversidad a la propuesta gastronómica.
“La impronta ecológica la tenemos muy presente: nos sentimos responsables del cuidado de esta tierra hermosa y por eso adoptamos medidas que alientan a nuestros huéspedes a adherir conscientemente al cuidado de los recursos naturales, como el agua y la energía. Estamos certificados por Hoteles Más Verdes porque, entre otras acciones, tenemos termotanques solares, tecnología led y reciclamos los residuos, tanto los orgánicos como los que no lo son”, detalló Marisel Nazar, gerente del hotel.
Bodega y viñedos
En esta villa hay una pequeña plantación de Malbec, llamativamente bordeada por cardones, pero sólo a modo de anticipo: los viñedos con bodega que deparan la etiqueta Cielo Arriba (blend de tres variedades, Malbec, Cabernet Franc y Syrah, elaborado con el asesoramiento del reconocido enólogo mendocino Alejandro “Colo” Sejanovich) “podrán visitarse a partir de abril”, anticipó Nazar.
Huichaira Vineyard es un establecimiento boutique de dos hectáreas, y con otras dos en ciernes. “Nuestro viñedo está a 2.680 metros de altura. La primera cosecha fue de sólo 70 kilos, y resultó un vino impresionante”, recordó Nieva.
La región de Huichaira fue tradicionalmente conocida como “Sol de mañana”, ya que su orientación norte permite que la luz solar la ilumine durante casi todo el día.
Los suelos muestran allí un amplio espectro de colores que van del rojo al azul, el violeta y el amarillo. Cada tono marca la presencia de un mineral diferente. A su vez, la altitud aporta frescura y elegancia al vino, que brinda aromas florales, herbales y de especias dulces, con recuerdos de mermelada de fruta roja madura en el paladar.
Tras una crianza de 10 meses en barricas francesas usadas, la añada 2021 deparó 5.000 botellas. Conocer su origen es un gran plan incluso para quienes no estén interesados en el vino. El paisaje en el que crecen esas uvas es subyugante: las viñas y las rosas se recortan contra el celeste intenso del cielo, con las montañas como marco.
El hotel propone una experiencia que, además de la recorrida por el viñedo, incluye un picnic entre cardones gigantes y el silencio profundo de la quebrada. La excursión dura dos horas y se ofrece con traslado desde el alojamiento, guiada, almuerzo y degustación de una copa por persona.
Para quienes busquen un paseo más largo, hay salidas grupales de baja dificultad en bicicleta, que pueden incluir la opción de, antes de llegar al viñedo, visitar el deslumbrante Museo en los cerros, especializado en fotografía.
Villa del Cielo. Próspero Nieva s/n (Continuación La sorpresa), Barrio La Falda, Tilcara.
Facebook: Villa del cielo
Mail de la bodega para visitas: huichairavineyard@gmail.com
- 1
Belgrano se renueva: 5 propuestas gourmet que nacieron con el boom inmobiliario
- 2
Bariloche gourmet. Goulash, fondue, frutos rojos, hongos, liebre, jabalí… Ocho restaurantes para disfrutar este verano
- 3
De conocerse en Roma de casualidad a plantar los viñedos más altos de Mendoza
- 4
Brasil en auto: 6 playas imperdibles del sur, de las nuevas a las que no fallan