Los Gigantes y El Anfiteatro son dos de los principales atractivos de esta reserva que protege flora, fauna y restos fósiles.
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Llegar al Área Natural Protegida Valle Cretácico no es fácil, pero vale mucho la pena. Arrancamos bien temprano, por la RN 22, hasta Cipolletti, Río Negro, donde nos encontramos con Pablo Oscar, guía de North Patagonia Expeditions. Él es montañista, conoce muy bien la zona y nos conduce por la RP 68 y luego la RP 74. En la antesala al Valle Cretácico, Pablo propone una primera parada apenas después de la Villa El Chocón, en un mirador que está frente a una represa que nació en la década del ‘70. La localidad se creó alrededor de varias hidroeléctricas de la zona que producen energía, regulan el riego del valle y que le cambiaron ancho, curso y vigor a los ríos Limay y Negro.
Pablo Oscar explica que de esta represa surgió el lago artificial Ezequiel Ramos Mexía, que tiene una superficie aproximada de 816 kilómetros cuadrados y una profundidad máxima de 60 metros. Lo vemos a nuestra izquierda, como parte del río Limay –ensanchado–, que nace en el lago Nahuel Huapi (a 765 metros sobre el nivel del mar), recorre 430 kilómetros y termina cuando se une con los ríos Negro y Neuquén. “Limay” en araucano significa “peñascos” y hace referencia a las características del cauce de este río.
Tras andar algunos kilómetros por caminos de ripio que Pablo conoce a la perfección, llegamos hasta un primer sendero que nos deja en Los Gigantes. Aquí juega fuerte la erosión, que nos regala un paisaje de formaciones rocosas que emergen del agua turquesa. El sendero es en bajada y no es complicado, excepto por el momentito de tensión (y aventura) que aporta una yarará ñata, que Pablo –líder en la caminata– nos marca para que esquivemos. A orillas del lago, entre la piedra y un pájaro comecebo que busca migas, almorzamos sándwiches y celebramos el aire puro. Al terminar, el GPS nos marca que caminamos un total de 4 kilómetros.
Como el programa es de día completo, a Los Gigantes le sigue un nuevo tramo en auto, antes de encarar un trekking por El Anfiteatro. El entorno arcilloso y arenoso, que vira entre los rojos, ocres y amarillos, presenta un “lomo de dinosaurio” como desafío para atravesar antes de meternos en uno de los cañadones de este sector. Hay también canaletas y surcos que se forman por la lluvia. Avanzamos rodeados de greda y con sol radiante. Usamos cascos para protegernos en caso de eventuales desprendimientos. Y hacemos 11 kilómetros entre ida y vuelta.
Todo está dentro del Área Natural Protegida Valle Cretácico, que queda al noroeste de la provincia de Río Negro, en el departamento El Cuy, y que tiene alrededor de 500.000 hectáreas que van desde el margen este del río Limay, hasta el margen sur del nacimiento del río Negro. Y que protege sectores de meseta patagónica con poco y nada de vegetación, y de valle fluvial con restos paleontológicos, arqueológicos y geológicos del período cretácico, hace 140 millones de años. Aquí donde las precipitaciones son escasas, hay mucho sol y viento, que sopla sobre todo del oeste, sudoeste y noroeste.
Creada por la Ley Provincial Nº 3.033 –sancionada en 1996–, el área nació con límites provisorios que fueron cambiando. En relación a la flora –que es escasa– vemos arbustos como el molle y sauces colorados. Hay también jarillas de varias especies, alpataco y gramíneas como el coirón, además del colapiche y el quilembai. ¿Fauna? En el lago, además de las truchas exóticas que fueron introducidas, está la perca, el puyén grande, el bagre pintado. No los vemos. Sí lagartijas como el geko patagónico, pero también está la lagartija de Darwin (por el científico). Claro que también hay guanacos, el gato montés, pumas, zorros, el choique (o ñandú petiso). Además de aves como el aguilucho, el carancho, el lechuzón campestre, el cauquén común y el flamenco, entre otras especies. Todo en este sitio poco explorado y bellísimo, que dejamos atrás al tomar el camino de ripio, con el auto vibrando, el polvo volando y nuestros cuerpos azotados por el traqueteo seco… Tan patagónico.
Datos útiles
North Patagonia Expeditions. Pablo Marcelo Oscar es el alma mater de esta agencia que hace escaladas al Lanín, el Tromen y el Domuyo. El ANP Valle Cretácico es uno de sitios que propone para trekkings y rappel. Entusiasta y perceptivo, lidera muy bien los grupos. Si bien al lugar se puede entrar sin guía, conviene contar con uno porque la zona está poco señalizada y algunos caminos de ripio están en mal estado. WS: +54 9 (299) 412-5187. IG: @northpatagoniaexpeditions
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