Aliadas del frío, estas originales preparaciones de restaurantes porteños son tan consistentes que valen como único plato.
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Para muchos, la sopa es apenas una entrada. No la consideran una comida completa, aunque su calor y consistencia sacien bastante el apetito. Sin embargo, hay versiones de este plato cuya contundencia las hace trascender el estatuto de entradas. Con huevo, con cebolla y croutones, con fideos: en estos días frescos, pocas cosas tientan más que abrazar un bowl calentito y saborear una sopa potente.
1. De espinaca y huevo poché: La Olla de Félix
Clásico de clásicos, La Olla de Félix lleva 23 años en Recoleta. ¿Su secreto? Invitar a comer como si cocinara una abuela, con platos sabrosos que rescatan lo mejor de la memoria emotiva, haciendo del confort food su premisa máxima. El espacio, una antigua casa chorizo con distintos ambientes y una decoración de lo más ecléctica (que mezcla estilos sin perder calidez), es otro punto interesante de la experiencia.
Entre sus propuestas se destacan el risotto de hongos, las mollejas y la milanesa de lomo gratinada con concassé de tomate, aceite de albahaca y papas rotas. Aunque por estos días su estrella es la sopa de espinaca, huevo poché y salsa inglesa, repleta de sabor en cada bocado y servida en una cazuela generosa. Estas y otras delicias están a cargo de los chefs Félix Rueda y Donato Mazzeo.
Juncal 1642, Recoleta. T: 4811-2873. Instagram: @laolladefelix.
2. Minestrone: Il Matterello
En 1993, la primera sucursal de Il Matterello abrió sus puertas en La Boca. Inspirado en la cocina regional originaria de Módena, buscó siempre rescatar esas recetas que los abuelos inmigrantes trajeron al país. Y lo hizo tan fielmente que pronto se convirtió en un restaurante de culto al que se recomendaban y acercaban los chefs más reconocidos para disfrutar lo mejor de los sabores italianos.
Hace unos años abrieron una sucursal en Palermo, adonde llegan turistas y locales en procesión a degustar su especialidad en pastas caseras hechas a mano, salsas y antipastos típicos. Uno de ellos es el minestrone, una sopa muy italiana que lleva verduras y pasta. “Lo sumamos para el invierno y lo servimos como entrada y otras veces como plato principal, según el gusto del cliente”, relatan desde el local.
Gorriti 5110, Palermo, y Martín Rodríguez 517, La Boca. Instagram: @ilmatterellopalermo y @ilmatterellolaboca.
3. De crema verde: Mudrá
En el primer restaurante completamente plant based y de alta cocina del país, la sopa es cosa seria. Lo demuestra Astrid Acuña, chef ejecutiva de Mudrá, a partir de su propuesta de crema verde. Es una de sus entradas destacadas y consiste en una preparación cremosa a base de brócoli y caldo de vegetales, que se sirve con brócolis rostizados con shio koji (un fermento a base de arroz de origen nipón), semillas de calabaza tostadas y aceite de cilantro, y se acompaña con crackers artesanales. “Una alternativa cargada de sabor ideal para disfrutar durante los días fríos del invierno”, invita la chef. Una alternativa que, además, es sin TACC.
Creado por el chef norteamericano Matthew Kenney, Mudrá es una propuesta de cocina cosmopolita que plantea un paseo por distintas gastronomías y sabores del mundo a través de platos -algunos complejos y otros más sencillos- a base de vegetales, tubérculos, semillas, superalimentos y frutas. Todo, inmerso en una arquitectura de vanguardia, con líneas orgánicas y materiales nobles, en el primer piso de Patagonia Flooring Design & Art Center.
Av. Córdoba 3942, Palermo. T: 5000-9717. Instagram: @mudraplantbased.
4. De crema de choclo, cebollas y verduras: Il Giardino Romagnoli
También en clave italiana, Il Giardino Romagnoli, ubicado en la Recova de Posadas, en Recoleta, busca rescatar platos legendarios de este país trabajando con productos como trufa negra, ostras, pulpo, sales aromáticas, carnes de pastura, embutidos y chacinados artesanales, entre otros.
En ese camino, durante el almuerzo sirve la sopa crema de choclo, preparada a base de granos de choclo, cebollas sarteneadas con aceite de oliva y caldo de verduras natural, procesados hasta la untuosidad de la crema. Se presenta con queso parmigiano rallado, un crocante de queso, un crouton alargado y en un cuenco de barro, y se puede pedir como plato individual o entrante. “Por su sabor sutilmente dulce y suave al paladar, recomendamos acompañarla con un fresco vino rosado”, sugieren desde el restaurante.
Carlos Pellegrini 1576, Recoleta. T: 6690-2560. Instagram: @ilgiardinoromagnoli.
5. De cebolla con baguette gratinada: Le Pain Quotidien
Es un plato muy preciado de la gastronomía europea. Por eso, no sorprende que sea la cadena belga Le Pain Quotidien la que ofrece una gran versión de la sopa de cebolla. Espesa, humeante y en un tazón muy generoso, llega acompañada de una baguette gratinada con queso parmesano y es una gran elegida de los mediodías, que ayuda a comer liviano pero sacia al mismo tiempo.
Entre ambientes de maderas claras e ingredientes siempre naturales y frescos, sopas como esta pueden acompañarse con otras variantes ligeras como tartines, ensaladas o huevos de campo en distintas versiones, así como platos más poderosos como risotto, hamburguesa, polenta y ñoquis, entre otros.
Armenia 1641, Palermo, y sucursales. Instagram: @lepainquotidienar.
6. De caldo de pollo, jengibre y lemon grass: Cochinchina
Tiene poco más de un año y es uno de los restaurantes más novedosos y disruptivos de la escena palermitana. Cochinchina, creado por Inés de los Santos y con Juan Carlino como chef ejecutivo, propone una carta con influencias franco vietnamitas, tal como su nombre lo indica. En este sentido, acercan una sopa a todos los clientes que se sientan a comer, y por estos días de invierno la propuesta es el caldo de pollo con jengibre y lemon grass. De sabor especiado y con mucha personalidad, representa a la perfección el estilo y la impronta del lugar.
Esta sopa puede venir acompañada de platos como el sando de cerdo, con relish de pepino, alioli de cilantro y wasabi; el arroz dorado, con tofu, huevo, akusai, salsa mapo y agripicante, nabo en pickle, cebolla frita, hierbas, verdeo y chile; o platitos como la mandioca crocante o los tres langostinos envueltos en wanton. Y claro, siempre conviene maridarla con los tragos de renombre de De los Santos, que combina los clásicos de su carrera con otros a medida de la propuesta como el “Es Mui Japo”, con gin, sake y cordial de mirin.
Armenia 1540, Palermo. T: 152-247-6452. Instagram: @cochinchina.bar.
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