En su nueva pastelería premium, rescatan la receta de la tarta de queso vasca, pero con ingredientes locales de calidad. Por qué eligieron este producto y qué otras versiones ofrecen.
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“La primera vez que probé esta receta fue con mi abuela, que era de Sarria, un pueblo de Galicia”, evoca Federico Reznick. Es el artífice, junto con Belén Durañona, de Joaquín Vasco, el flamante emprendimiento pastelero en el centro comercial de Nordelta que rinde culto a las raíces de ambos (los abuelos de ella provienen de Portugalete, País Vasco).
Amantes de la gastronomía y de España, adonde suelen viajar muy seguido por asuntos laborales, decidieron importar el dulce sabor que descubrieron y supieron apreciar allá, pero que no contaba con muchas versiones locales, hasta ahora: la tarta de queso vasca. A tal punto los cautivó el postre, que se obsesionaron con recrearlo a la perfección y dedicarse sólo a esa preparación.
A diferencia de la cheesecake norteamericana o la torta de ricota argentina, esta versión española (reformulada al gusto de sus creadores), se cocina a alta temperatura hasta que adquiere su característico color dorado en la superficie -producto de la reacción de Maillard- y conserva un interior cremoso y suave...una tentación irresistible para golosos y no tanto.
Replicar la receta con la calidad que pretendían no fue de un día para el otro. Fue fruto de múltiples pruebas, hechas con las mejores materias primas. “Empezamos haciendo la tarta en casa y la llevamos a casa de amigos sin decir que la habíamos hecho nosotros, para ver la respuesta de parte de ellos. Siempre recibimos muy buenas críticas y vimos que les gustaba”, cuenta Belén.
La versión definitiva emplea una combinación de quesos premium, diferentes a los usados por los españoles, pero con el mismo resultado de cremosidad. “En Argentina hay quesos de primera calidad, por eso no necesitamos importar nada”, explican. Los huevos, otro de los ingredientes esenciales de la receta, son pastoriles y provienen de Tandil.
Además de la versión clásica, sólo de queso, ofrecen variantes con dulce de leche, pistacho y chocolate belga, además de otras opciones de edición limitada, como la de nuez pecan y la Cookies & Cheese, la favorita de los chicos.
Al local de Nordelta llegan clientes de todas partes -no solo de los barrios cercanos-, alentados por las buenas críticas de los que ya probaron y aprobaron. A futuro, planean abrir sucursales en Recoleta y en la zona de Las Cañitas o Belgrano, e incluso fantasean con un local en el exterior.
Las tartas vienen en dos tamaños -grande (24 cm) y mediana (15 cm)- y también se puede comprar por porciones. El packaging es otro de los ítems donde ponen especial cuidado: las tartas se ofrecen en cajas y bolsas negras muy coquetas, dignas de una joyería.
No venden otros productos porque la premisa es enfocarse en lo que mejor saben hacer: una tarta de queso única, equilibrada y armoniosa, que despierta los sentidos y revive memorias.
Datos útiles
Chateau Portal, Pasaje del Ciudadano 45, Nordelta (Local 5), Tigre. T: (0348) 15426-8230.
Martes de 12 a 19.30; miércoles y jueves de 11.30 a 19.30, viernes y sábados de 11.30 a 20.30 y domingos de 11 a 19. No hacen delivery.
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