En plena cordillera de los Andes, en Tupungato, se esconde el casco de una antigua estancia donde es posible hospedarse y hacer cabalgatas en medio de paisajes espectaculares.
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Hace muchos años, la única manera que había de llegar a esta propiedad solitaria rodeada de montañas, era a caballo. Hoy se resuelve a través de varias opciones: (1) ir en auto alquilado hasta un punto convenido –6 km antes de la estancia–, donde habrá alguien de Rancho ‘e Cuero con una camioneta; (2) contratar un transfer desde Mendoza ciudad: los anfitriones orientan al respecto; (3) contratar el transfer de la estancia; (4) en helicóptero.
En cualquier caso, el objetivo es concluir en un paraje único de Tupungato, rodeado de belleza andina: un arroyo que corre urgente sobre un lecho pedregoso, los azules del cielo que brillan de aire puro, el vuelo ocasional del cóndor. Este oasis de soledad abraza el casco de una estancia dos veces y media centenaria, propiedad de la familia Palma, el mejor de los refugios que podría concebirse en tales circunstancias.
EXQUISITO LODGE
En sintonía con el entorno, sus amplios ambientes albergan una estética de colores cálidos; una lograda combinación de muebles antiguos y mantas artesanales dan carácter a las seis habitaciones.
Al mediodía se impone el típico asado, con carnes de excepcional calidad y la apoyatura de vinos superiores del Valle de Uco. Por la noche, el rito del aperitivo convoca alrededor del fuego bajo las estrellas, antes de pasar a la mesa en el lodge principal.
El menú de actividades al aire libre contempla cabalgatas, trekking, pesca, entre otras. Salir a caballo es la apuesta fuerte del lugar; los criollos aquí disponibles son mansos y están familiarizados con el terreno montañoso. Las monturas, demás está decir, son excelentes. En cualquier caso, nadie se queda sin recibir la asistencia necesaria que permita a cada huésped, sin importar la edad ni el nivel de conocimiento de esta disciplina, vivir con plenitud una recorrida soñada.
Al paso, los caballos van adentrándose en la cordillera hasta alcanzar picos altísimos; no hay otra manera de descubrir cuántos paisajes maravillosos pueden encerrar los Andes. El mismo criterio se aplica para quienes apuntan a recorrer valles, senderos y quebradas a puro trekking. Propuestas con diferentes grados de dificultad, van de media hora a día completo.
En cuanto a la pesca, si alguien tiene curiosidad, pero nada sabe del tema, el lodge provee el equipo para practicar la modalidad con carnada en el arroyo de Guevara; truchas arcoíris se detectan a lo largo de los 18 km que este curso de agua de deshielo recorre dentro de la estancia. Por el contrario, la práctica del fly fishing implica –ya se sabe– que cada cual llegue con equipo complete propio. Fans de esta disciplina tienen la posibilidad de hacer una clínica de pesca con mosca, actividad que incluye guía y equipamiento ad hoc.
Más opciones para hacer de la estadía un plan integral de relax, buena vida y conexión con la naturaleza: un safari fotográfico. La diversidad de aves y de otros animales salvajes (guanaco, ciervo colorado, liebre, zorro) lo justifican.
Y para sellar la experiencia, un revitalizante remojón en las cascaditas que se forman en los remansos del arroyo. Todo esto y más tiene lugar a sólo un par de horas del aeropuerto de Mendoza, a poco más de una hora de la capital mendocina, y a otro tanto de las zonas vitivinícolas de Valle de Uco, Luján de Cuyo y Agrelo.
Datos útiles
La Carrera, Tupungato. Mendoza. Tel: (0261) 496-4042.
ranchoecuero@ranchoecuero.com
Estadía all inclusive. La base mínima para alojarse es de 2 personas. Por persona + IVA: u$s 550 el día de campo + 1 noche. Sólo día de campo, u$s 400. Niños a partir de 3 años pagan la mitad. La cabalgata con luna llena y la clínica de pesca con mosca, se pagan aparte. Transfers, desde u$s 350 para 4 personas máximo.