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Es un insulto culto, casi arcaico. Tanto, que pocos saben qué quiere decir. ¿Qué es “capirote”? Cuenta Manuel Bilbao en sus Tradiciones y Recuerdos de Buenos Aires que “cuando se decretó el traje universitario, este consistía en una toga de raso negro, larga y abotonada desde el cuello, sobre los hombros una esclavina bordada con los colores alusivos a cada facultad, un birrete cuadrangular, de cuyo centro se levantaba una espiga de iguales colores con largos flecos, en los costados. Los colores eran: rojo y verde para los estudiantes de derecho, amarillo y negro para los de medicina. Era regla llevar guantes blancos llamados quirotecas, como símbolo de fuerza, y un anillo de piedras preciosas como símbolo de sabiduría.
Eso era lo que se llamaba en el lenguaje vulgar capirote.
En la práctica, el uso del este traje complicaba la vida estudiantil, razón por la cual el rector de la universidad, doctor Valentín Gómez, pasó una nota al Ministro de Gobierno solicitando su supresión. Entre las cosas que argüía el rector, decía que creaba entre los estudiantes un espíritu de necia vanidad, habiendo sido asemejados en los periódicos a los arlequines.
Por esto, y otras razones, el ministro Rojas aprobó el pedido del rector el 19 de julio de 1828, quedando desde entonces abolido el capirote. Sigue Bilbao: “Es evidente que el doctor Gómez se penetró de que los estudiantes menos capaces eran los más ensorbecidos por el deslumbramiento que sobre las demás personas les proporcionaba el uso del uniforme”. De ahí viene, el dicho de “tonto de capirote”: es un tonto con medalla, con abalorios.
LA NACION