En el marco inflacionario y de reducción de vuelos pospandemia, los programas de viajero frecuente pierden atractivo y cambian las reglas de juego.
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Eso es lo que nos preguntamos varios. Hasta antes de la pandemia, en la Argentina dos o tres programas eran los más populares. El principal seguramente era el de Latam Pass.
Otro era –y es– el de Aerolíneas Argentinas, que si bien no era tan fácil encontrar canjes internacionales, con tiempo algo aparecía. Por otro lado, American Airlines con su AAdvantage siempre tuvo una pata fuerte con algún banco local. Históricamente el Citibank, pero cuando dejó su banca minorista pasó a ser el Santander.
Latam Pass perdió mucha fuerza al cerrar la filial argentina, lo que provocó que el BBVA que sumaba millas con ellos, no lo hiciera más. Hasta la petrolera que sumaba millas dejó de hacerlo. Y sus vuelos no son tantos como antes y están llenos, entonces ya se perdió el hábito de encontrar buenos canjes posibles.
Arplus, por su parte, perdió algunos bancos con los que tenía cobranding, como el Provincia. Pero básicamente es imposible conseguir en la “tarifa promo” los canjes internacionales. Uno puede tener millas y queda limitado a utilizarlas en canjes caros, si los encuentra.
AAdvantage perdió al Santander, que nuevamente abandonó un programa de millas, pero al mismo tiempo ya no se consiguen tanto como antes los buenos canjes, pese a que tiene muchos vuelos al igual que en la prepandemia.
Entonces en los tres casos vemos que los bancos perdieron el atractivo por las millas. ¿Las millas dejaron de ser atractivas para los usuarios? ¿O se hizo muy caro pagar por esos programas en dólares a los bancos que tienen pesos? Quizás es una mezcla de las dos cosas, pero no hay hoy un banco de los fuertes que sume millas: todos pasaron a programas propios. A lo sumo se pueden mover puntos de esos programas a los de millas, como es el Santander y como era Quiero! del Galicia hasta el 30 de junio pasado. Pero volvemos de nuevo al mismo punto: los programas no tienen canjes buenos.
Pero, a río revuelto ganancia de pescadores, es lo que dijo Smiles, de la brasileña Gol. Es el programa de millas que se mantiene sin un banco asociado, pero con derivación de puntos de bancos o compra de millas de manera directa. Este programa nada tiene que ver con los otros tres mencionados, entonces su sistema es difícil de explicar de manera simple. Se hacen canjes por tramo y no ida y vuelta, pero además se pueden reservar canjes sin tener las millas para ir juntando con sus clubes de puntos o comprando de manera directa. Esto genera que muchos no entiendan el programa por estar acostumbrados a que por “60.000 millas me voy a tal lado”. Esa lógica no existe en Smiles. Si a eso le sumamos que trabaja casi como una agencia de viajes, pero la compra de millas no está afectada por el 30% PAIS ni por el 45% de la percepción de Ganancias o el 25% de Bienes personales, nos da un pasaje por lo general mucho más económico.
¿Pero será así para siempre? Mmm, dudoso, porque por un lado tienen la ventaja esa impositiva que Latam Pass o Arplus no saben o no quieren aprovechar. Pero, por otro lado, sumaron mucha gente en sus clubes en el último año y eso puede limitar la chance de encontrar canjes convenientes. Más sumado a que fueron sacando algunos beneficios (su viaje fácil con pesos) o el aumento de los valores de los clubes y de las millas porque lógicamente no se puede sostener en un país inflacionario, esto genera malestar y que salten muchos enojados que dejan de pagar por los clubes o comprar millas como ahorro.
En concreto nada es como era. ¿Volverá a ser como antes? El mundo ya no lo es.
Las aerolíneas recuperaron varias rutas y destinos, pero en varios casos con aviones más chicos. Al tener los vuelos llenos no tienen necesidad alguna de “subastar asientos” o de ofrecerlos con sus programas de millas.
¿Qué conviene hacer con las millas que tenemos? Yo creo que lo más importante es cuidarlas. Si uno tiene la chance de volar por esa aerolínea para sumar al menos una milla y así renovar todo por tres años, seguro tendremos un panorama más claro en un año, ya que si miramos un año atrás, ahora hay muchos más vuelos. Así debería ser un año para adelante también. Y si no, transferirlas a alguien que las pueda renovar.
Los bancos también se fueron a programas de beneficios más accesibles para la vida diaria, desde descuento en la compra del supermercado o la carga de combustible. Están más enfocados en ese consumo diario necesario que en el aspiracional de cualquier trabajador que quiere hacer un buen viaje sin pagar mucho una o dos veces por año.