Las clásicas, las que se reinventaron, las que perduran con esfuerzo. Una selección de los almacenes de campo que reciben comensales y turistas.
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Otrora lugar de compra y abastacimiento, funcionaron siempre como parte vital de la vida social de los pueblos. Quedan en parajes recónditos o esquinas bien conservadas que sobreviven al paso del tiempo. Reconvertidos por idealistas y amantes de la cocina, hoy prosperan gracias al despacho de bebidas y picadas, a fuerza de sándwiches nutridos, pastas que amasa la abuela y muy buenos asados. Conservan la mística –ahí está la gracia– e invitan a pasar un buen rato, ajenos a las urgencias y la histeria de la vida citadina, en medio del campo, sobre la ruta o en la calle tranquila de pueblos bien bonitos.
El Rincón de Donatella
En Magdalena, data de mediados del siglo XIX y conserva pisos originales. Sirven platos de origen italiano, con los ñoquis verdes de ortiga como destacados.
José Boffa tenía un snack bar en una estación de servicio y cada vez que pasaba por la esquina de la tapera, la miraba con intriga. Un día, un vecino le dijo que había una dueña y que quería vender. Así fue cómo hace 30 años encaró la compra y puesta a punto de esta edificación de 1858, igual de antiquísima que la localidad. Tuvo que reinstalar agua, luz y gas y armó un restaurante de campo de itálico nombre en honor a su madre.
Hoy lo regentea con su familia, atento a la clientela que se ganó haciendo del oficio un culto. Con el pechito de cerdo como estandarte, la parrilla es motivo de visita los fines de semana. Pero el fuerte son las pastas que aluden a la cuna de Donatella, oriunda de Benevento, de la región sureña de Campania. Dos especialidades fuera de cualquier lugar común conocido en estos pagos: los ravioles de ricota con borraja y los ñoquis verdes de ortiga. Todo se hace con cosechas de la zona. Sirven siempre una entrada que puede ser legumbres, escabeches o fiambres. Y tienen sándwiches para paradas rápidas de los que tienen que seguir su ruta.
- Todos los días, de 8 a 20, con cocina abierta de 12.15 a 15.30 y después, merienda. RP 36 Km 96,500, Magdalena. T: +54 9 (2215) 47-7003.
El Vasco
En Verónica, tiene 60 años de trayectoria en el despacho de bebidas. Atendido por la misma dueña desde el primer día, el local ocupa una ochava importante del pueblo.
Se inauguró el 5 abril de 1962, y permanece bajo el gerenciamiento y la buena atención de Edith Ethel Dorney, su legendaria propietaria. Viuda de Juan Carlos –El Vasco– Piarristegüy, que falleció en 2009, reparte sonrisas y anécdotas con el espíritu bien arriba y el compromiso de quien valora el trabajo. Orgullosa de sus 87 años, Edith Ethel no necesita depender de nadie. Sirve bebidas que pueden ser gaseosas, cervezas de marcas clásicas o aperitivos de todo tipo. La parrilla, que dio de almorzar y cenar a más de una generación, ya no está en funcionamiento, como tampoco la cocina. El plan es ir a tomar algo. ¿Un detalle? A fines de la década del 90 fue escenario de El Gran Señor, afamado videoclip de Los Auténticos Decadentes.
- Todos los días, de 19 a 22. Diagonal 63 entre 22 y 27, Verónica. T: +54 9 (2223) 67-4947.
Pulpería San Gervasio
A 30 km de Cacharí, en pleno campo, sobrevive una histórica construcción que pudo haber sido levantada alrededor de 1850.
En los registros que se guardan en el museo de Tapalqué el dato figura como posterior a la creación del pueblo, pero anterior a la fundación de estancia de Vicente Casares, que fue quien la hizo construir. Desde 2015 la tiene Pedro Toso, nieto de su homónimo, que llegó al lugar en 1925 tras los pasos de uno de sus hermanos, a la sazón empleado del terrateniente Pascual Campodónico. Después de su muerte, su viuda donó los campos a los curas de la orden salesiana, hoy propietarios de la pulpería: ellos se la alquilan a Toso. Entre sólidas rejas, techos y mostradores originales se sirven picadas, empanadas y bebidas con toda sencillez y buenas maneras. La decisión de lucharla y mantener vivo este lugar de encuentro responde al esfuerzo de Toso, que –dice– lo hace “por gusto”. Aquí nada está armado, ni puesto en escena: lo que se ve es.
- Sábado y domingo, desde el mediodía hasta la tardecita. RP 50 s/n, Campodónico. T: +54 9 (2281) 56-9902. IG: @pulperiasangervasio
El Almacén
Sobre una esquina centenaria de General Belgrano, toma forma de museo: está ambientado con objetos originales e invaluables de boliches históricos.
Venido a menos durante años, este antiguo almacén –que también fue prostíbulo y escuela– pedía a gritos que alguien lo descubriera. Ocurrió en 2006, cuando Ricardo Buiraz (de profesión bioquímico, además de ex intendente y coleccionista de antigüedades) lo compró y lo puso en valor. Había sido inaugurado en 1934 y estaba cerrado desde 1958. Buiraz quedó fascinado con la estructura vacía de esta esquina que ya no funcionaba.
Devolverle el aspecto de viejo almacén de campo fue un trabajo de sumar los cientos de “cachivaches” que había juntado durante años. “Aquí nada es utilería, ni decorado”, apunta Buiraz, que lidera este restaurante-museo con Ariel Cabral, su yerno. Además de asado criollo, ofrecen variedad en cortes de carne y pastas a la carta. Y hay más: para aprovechar el patio, donde se exponen autos antiguos, funciona una cervecería. La novedad es la vermutería.
- Viernes a la noche; sábado, mediodía y noche; domingo y feriados, mediodía. Italia 592, Gral. Belgrano. T: +54 9 (11) 4194-4131. IG: @elalmacenresto
Las Mil Copas
En una esquina icónica de Madariaga, entre paredes de ladrillo y el calor de la salamandra, ofrece platos rústicos y con sabor a hogar.
Funciona donde estaba la antigua Casa Cosme, que data de 1920 y era de don Cosme Martino. Sitio de reunión para el pueblo, aquí se vendía de todo y había, además, panadería, peluquería e incluso taller de bicicletas. Cerrado durante más de una década, estuvo tapiado hasta que hace cinco años volvió a darle vida su actual dueño, Martín Colombo, que lo convirtió en bodegón. Es un restaurante de carta corta, con muy buenos vinos de bodegas boutique, que varían contantemente y se eligen directamente de las estanterías donde se exhiben. Son un clásico la bondiola con batatas fritas, el bife de chorizo a la pimienta o las empanadas de matambre cortada a cuchillo. De postre se destaca el tiramisú. Cada tanto tiene propuestas musicales.
- Todos los días, de 8 a 16 y de 18 a medianoche. Moreno 900, General Madariaga. T: (2267) 55-8466. IG: @milcopasmadariaga
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