Netflix lanzó la película que recrea el accidente, el infierno y la historia de supervivencia que tiene más de 50 años y sigue conmoviendo. Aquí, un repaso de qué ver, leer y visitar para saber más.
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La historia es archiconocida. Fue el viernes 13 de octubre de 1972. Un avión que volaba de Uruguay a Chile se estrelló en la cordillera de los Andes, del lado argentino. Llevaba 45 pasajeros, la mayoría jugadores de rugby y sus familiares. 12 murieron al momento del accidente, 17 en los días, semanas y meses subsiguientes, pero 16 sobrevivieron. El mundo lo supo el 21 de diciembre, cuando un arriero encontró a Fernando Parrado y Roberto Canessa, que llevaban diez días caminando en busca de ayuda. Habían pasado 72 días en la nieve, con 30 grados bajo cero, alimentándose de los cuerpos de sus amigos muertos. En ese momento, la tragedia tomó ribetes de milagro. Y, en ese momento, hace 51 años, se gestó la historia de supervivencia más increíble de todos los tiempos.
De director español Juan Antonio Bayona, Netflix acaba de subir a su plataforma La sociedad de la nieve. Candidata al Oscar como mejor película extranjera por España, es el filme más completo y cabal sobre esta historia de detalles y lecciones imperdibles. Cruenta y tierna en igual medida, se filmó en escenarios naturales, con actores uruguayos y argentinos. Centrada en la voz en off ficticia de Numa Turcatti, que fue el último de los jugadores de rugby que murió en la montaña, es una oda a la amistad y los vínculos. Basada en su libro homónimo, contó con el asesoramiento de muchos de los sobrevivientes. ¿Un detalle? Tiene a Carlitos Páez Vilaró interpretando a su padre, el artista Carlos Páez Vilaró, en una escena crucial. Hay que verla.
Escrito por el uruguayo Pablo Vierci, el libro La sociedad de la nieve se publicó en 2009. A treinta y cinco años del accidente, recoge por primera vez el testimonio de los 16 sobrevivientes de manera honesta y desprejuiciada. Compañero de los sobrevivientes del colegio Stella Maris de Montevideo, el autor ofrece –de manera acabada– un relato desgarrador, pero también esperanzador sobre la odisea. Con mucho de homenaje a aquellos que murieron en la montaña, y con la palabra de los que durante años se negaron a hablar, este libro fue vital para que pudiera haber una película. Altamente recomendable.
Aunque claro que, si hablamos de los sobrevivientes de los Andes, la película que llevó la historia a Hollywood es ¡Viven!, de 1993. Dirigida por Frank Marshall y protagonizada por Ethan Hawke y John Malkovich, entre otros actores, funcionó para ofrecer una primera aproximación al milagro que dio vuelta al mundo y que transformó para siempre al barrio Carrasco, en Montevideo. Superproducción de gran envergadura para la época –la de Netflix la supera–, conmueve e invita a la reflexión, pero hiere susceptibilidades tanto en sobrevivientes como en familiares de los que murieron en el Valle de las Lágrimas. Está basada en el libro ¡Viven! (Alive!, en inglés).
Traducido a todos los idiomas, Alive!, de Piers Paul Read es el resultado de horas y horas de entrevistas que el autor mantuvo con los sobrevivientes. Son 363 páginas publicadas en abril de 1974, como un primer testimonio caliente y cronológico de aquella tragedia –o milagro– que paralizó al mundo. Sin embargo, en materia de bibliografía hay mucho más.
Carlitos Páez Vilaró escribió Después del día 10, en 2007, que saca el nombre del día en el que se enteraron que se habían suspendido las tareas de búsqueda. Lejos de ser un relato cronológico, son las sensaciones y reflexiones del más joven de los sobrevivientes. No es el único libro que escribió el hijo del artista. También publicó Desde la cordillera del alma (2019), donde habla de su “segunda cordillera”, esa que tuvo que atravesar una vez de vuelta en Uruguay, para superar su adicción al alcohol y las drogas. En 2016, en tanto, Roberto Canessa escribió Tenía que sobrevivir, en colaboración con Pablo Vierci, y con la mirada llana, directa y sin vueltas de uno de los médicos del grupo (aunque en rigor era estudiante de medicina) y quien caminó diez días hasta encontrar ayuda. Roberto Parrado, su compañero de expedición, también tiene su libro. Es de 2006, se llama Milagro de los Andes y toca las fibras alrededor de su motivación para salir y de cómo fue la vuelta a su casa.
Hay más. A 40 años de la tragedia, Eduardo Strauch escribió Desde el silencio, donde narra el profundo viaje interior que tuvo que atravesar para deshilvanar la tragedia que le tocó vivir. Ese año también Daniel Fernández publicó Regreso a la montaña, con el fin de hacer catarsis de forma colectiva y revisar cómo se comporta el ser humano cuando conoce sus límites. De 2015, Las montañas siguen ahí, de Pedro Algorta, inquieta y emociona. En 2018, Jose Luis Coche Inciarte publicó Diario de un sobreviviente, que, entendido como un conjunto de memorias de sus días en la montaña, es el vital testimonio de uno de los sobrevivientes que ya no está, porque murió de cáncer en julio del 2023. El año pasado también murió Javier Methol, el más grande del grupo.
Entre los documentales más valiosos está Náufragos de los Andes: vengo de un avión que cayó en las montañas, de director uruguayo Gonzalo Arijón, de 2007. Es riguroso, tiene testimonios muy valorables y, por momentos, estremece. Ganó el Premio del Festival Internacional de Cine Documental de Amsterdam y el premio del Jurado y del Público del Festival de Málaga. También vale la pena I am Alive: Surviving the Andes plane crash, de Brad Osborne, que salió por History Channel en 2010. Con una mirada técnica y periodística del accidente, se apoya en los testimonios de Gustavo Zerbino, Fernando Parrado, Roberto Canessa y Carlitos Páez.
Entre los mejores podcasts para redescubrir lo que ocurrió en los Andes, conviene escuchar Andes, 72 días en la montaña, que es una producción del grupo El País, de Uruguay. Son 9 capítulos de alrededor de media hora que relatan lo sucedido, con reflexiones y material periodístico de la época. También se puede recurrir a Supervivientes, la odisea de los Andes, de Podimo y Neptuno Podcast, que salió en 2022. Contiene audios poco difundidos, la palabra de familiares de los que no volvieron y del arriero, además de los sobrevivientes. Mientras que otros de los emocionantes es el de Carlitos Páez Vilaró en La Cruda, con Migue Granados. Así como el relato de Roberto Canessa en Fase Cero, y la charla con Fernando Parrado y Pablo Vierci en En Perspectiva.
Para terminar, tiene mucho sentido visitar el Museo Andes 1972, en Montevideo. Montado por el empresario Jörg P. A. Thomsen, alberga una gran colección de objetos donados, cartas, infografías y mapas sobre lo que ocurrió en los Andes. Tiene un subsuelo donde se proyecta un video que repasa informes televisivos de la época y entrevistas actuales. Hay, entre otras cosas, recortes de diario en gigantografía, un gran mapa inteligente que permite marcar con luces los puntos claves del accidente en las montañas. Hay también vitrinas con carnets de conducir, relojes y anteojos que volvieron de la montaña. Está la camiseta de rugby de Gustavo Zerbino, entre otras cosas sorprendentes. Tiene carteles con los nombres y ubicación de pasajeros y tripulación en el avión, cartas que escribieron en la montaña algunos de aquellos que no volvieron, y restos de fuselaje. Al igual que La sociedad de la nieve, tanto el libro como la película, el museo repara y emociona.
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