Amantes de las aves de todo el mundo llegan hasta Argentina en busca de 10 especies singulares, casi imposibles de encontrar en otras geografías. Este es el top ten elaborado por expertos.
Argentina cuenta con un gigantesco mundo alado: son 1000 las especies de aves que vuelan en nuestros cielos, un verdadero tesoro relacionado con la gran extensión territorial y la diversidad de ambientes. De todas ellas hay 10 aves que se convirtieron en las más buscadas por los observadores de pájaros, los birdwatchers, un singular tipo de viajero que valora la preservación de los ecosistemas y viaja por el mundo, binoculares en mano, con la sola intención de apuntar en su guía de pájaros un nuevo trofeo para sus ojos.
Aves Argentinas confeccionó para LUGARES el ranking de los pájaros más valorados por los observadores extranjeros y locales.
La asociación, miembro de BirdLife International, cuenta con cien años de trayectoria y tiene como objetivo la conservación de las aves silvestres y sus ambientes dentro de nuestro país. La tarea de la institución se traduce en acciones de conservación, investigación científica y educación.
Según Aves Argentinas este es el top ten de los birdwatchers, un grupo de especies únicas que, en muchos casos, sólo pueden verse en nuestro país.
Macá tobiano
Podiceps gallardoi
Este pequeño zambullidor de plumaje blanco, gris y negro posee un característico penacho castaño en la cabeza y disimula con su atractiva pompa plumífera sus escasos 30 centímetros de tamaño. Es torpe para moverse en tierra, pero es un placer verlo nadar. Aunque puede volar, solo lo hace por las noches ya que carece de capacidad de maniobra y durante el día se convertiría en presa fácil para sus depredadores.
Este bello espécimen solo se encuentra en nuestro país, específicamente en Santa Cruz. Vive en los lagos y las lagunas de la meseta de altura y durante los meses de invierno migra hacia el Atlántico para acomodarse en los estuarios de los ríos Coyle, Gallegos y Chico.
El macá tobiano fue descubierto hace poco –en 1974– y se encuentra en riesgo de extinción, básicamente por el accionar de algunas especies exóticas como el visón americano y la trucha Arcoíris. Pero también como consecuencia del cambio climático y las obras sobre el río Santa Cruz, hechos que generan un aumento en la velocidad del viento y severas sequías, variaciones del ecosistema que atentan contra su proceso reproductivo. Hoy la población de macá tobiano ronda los 800 individuos. Según los investigadores ha decrecido en un 80% durante los últimos 25 años.
Desde 2009 se iniciaron una serie de acciones para la protección de esta especie, entre ellas nombrarlo Monumento Natural Provincial. En los últimos tiempos, varias prácticas de protección parecen haber detenido el proceso de decrecimiento, aunque el riesgo continua.
“El Ocaso del macá tobiano”, es un interesante documental, disponible en la web, que cuenta la problemática de esta especie.
Tordo amarillo
Xanthopsar flavus
Es la vedette de los pastizales, pero la especie está amenazada por la expansión de la actividad agropecuaria que modificó su hábitat y lo convirtió en zona de arrozales, campos de cultivos madereros y tierras para ganadería.
Fuera de la época reproductiva es muy difícil avistarlo, razón por la cual encontrarlo y registrarlo es todo un logro. Vive en una amplia zona que se extiende desde los pastizales misioneros hasta el sur de Buenos Aires. Es posible encontrarlo también en los pastizales de Brasil, Paraguay y Uruguay.
La cabeza y las alas son de un color pardo negruzco, sin embargo el tono oro de su pecho y la zona bajo las alas, lo convierte en un ave muy atractiva.
En Argentina quedan unos 600 ejemplares distribuidos en colonias remanentes en el sur entrerriano, el noroeste correntino y el sur misionero.
Hace unos años se lanzó el proyecto Tordo amarillo coordinado por investigadores del Conicet con la participación de varias asociaciones ambientalistas. El plan motoriza, entre otras cosas, a los guardias del tordo amarillo, un grupo de investigadores y fans que cada temporada, durante los meses de reproducción acampan cerca de las colonias para proteger los nidos y ampliar la información sobre sus hábitos.
Loica pampeana
Leistes defilippii
Las alas negras, el pecho rojo y la ceja blanca, así de lindo es este pajarito que habita el sudoeste bonaerense, un área que se extiende desde el norte de Bahía Blanca hasta el oeste de Sierra de la Ventana. Pertenece a la misma familia que el tordo amarillo, pero como su zona es más restringida resulta más difícil de avistar. Su vida también esta complicada porque de aquel “mar de pasto” –el pastizal pampeano– que describió Charles Darwin en 1833, solo se conserva el 20%.
Durante la primavera la vida de la loica trascurre en la intimidad de los arbustos. En verano los pichones aprenden a volar y al final de la temporada se unen a la bandada para cerrar el ciclo vital.
Por eso durante el periodo otoño-invierno es más fácil ver los grandes grupos de loicas que realizan vuelos cortos e incluso pequeñas migraciones hacia el norte de Buenos Aires, cubriendo de rojo y negro un trozo de cielo.
Gallineta chica
Rallus antarcticus
Es la figurita difícil de las aves argentinas ya que se sabe muy poco de ella. Existe escasos registros de la gallineta chica en el siglo pasado, pero luego de varias décadas sin noticias fue redescubierta en 1998.
Habita los humedales patagónicos argentinos y algunas áreas del sur de Chile, aunque no hay información suficiente sobre su distribución y posibles hábitos migratorios.
Es una especie considerada vulnerable por BirdLife International ya que el visón americano, una especie exótica, que vive en las áreas reproductivas de la gallineta funciona como un predador importante y ha provocado la disminución de sus poblaciones.
Cardenal amarillo
Gubernatrix cristata
Solo es posible verlo en América del Sur, en los bosques abiertos y en los matorrales que se extienden desde el sur de Brasil hasta el centro de Argentina y Uruguay.
Este diminuto pajarito que no supera los 20 cm es una presa codiciada, especialmente el macho que se caracteriza por un canto melodioso y vistoso plumaje. La poblaciones disminuyeron sensiblemente en las últimas décadas debido al tráfico ilegal de fauna silvestre. Por esta razón es muy difícil verlo es su hábitat natural pese a los esfuerzos que se realizan para evitar su caza y tráfico.
Los nidos que aparecen entre octubre y diciembre son muy elaborados y consisten en una semiesfera hecha con palitos entretejidos, forrados por dentro con musgos y pajitas. La puesta es tres huevos de color celeste verdoso con manchitas y rayitas negras.
Pava de Monte Alisera
Penelope dabbenei
Habita las yungas argentinas de Salta y Jujuy, aunque es posible encontrarla un poco más norte.
Es un pájaro de costumbres arborícolas, pero no es raro verlo recorriendo el terreno, sobre todo en los claros, los fondos de las quebradas y los sitios menos enmarañados, estrategia que le permite huir y salir ilesa ante la aparición de cualquier depredador. Es raro verla en zonas muy abiertas y carentes de una bóveda arbórea. De hecho, su hábitat predilecto son las ramas de los árboles de nivel medio no demasiado expuestas, donde encuentra un sitio tranquilo para vivir.
Suele saltar de rama en rama y de tanto en tanto logra despegar dando ruidosos aleteos para ir de un árbol a otro, pero nunca a mucha altura ni con esfuerzos prolongados.
La pava de monte es fan de los baños de polvo: rasca con los dedos de sus patas un sector de suelo seco y luego se echa sobre él apoyando sus partes ventrales. Después, para terminar el ritual, recurre a una buena sacudida.
Viven en grupos o en pareja, es muy raros verlas solas. Es relativamente fácil encontrarlas por las vocalizaciones que producen, detectables a la distancia.
Yetapá de collar
Alectrurus risora
Posado sobre el pastizal esta ave diminuta es bellísima. Bueno, el vistoso en realidad es el macho, cuyo plumaje tiene un atractivo superlativo, especialmente las dos largas plumas cruzadas que le agregan casi 10 cm a su estructura.
A fines de julio cuando se inicia la época de apareamiento ellos comienzan con sus despliegues aéreos, una suerte de coreografías para llamar la atención de la hembras. La danza más habitual –y es un verdadero espectáculo verla– se inicia cuando el macho se eleva unos 10 a 20 cm del suelo y enfrentado al viento protagoniza aleteos entrecortados dejando que las plumas de la cola flameen colgadas. Al final y para que nadie se distraiga, se deja caer abruptamente formando un arco.
La garganta, habitualmente cubierta de plumas blancas, se pierden en el período reproductivo dejando expuesta la piel de un rojo salmón. Todo, todo, para llamar la atención de sus posibles compañeras.
Inicialmente el yetapá de collar se avistaba en la región de las pampas, pero actualmente las poblaciones están restringidas a los pastizales formoseños y correntinos y un área de Paraguay. Es el símbolo del nuevo PN Iberá.
Gallito arena
Teledromas fuscus
Su nombre científico, Teledromas, es un vocablo griego que significa “el que se aleja corriendo”, una descripción que se ajusta muy bien a su comportamiento huidizo y tímido.
El gallito arena es principalmente terrestre, prefiere saltar a volar, una característica que dificulta su observación. Además, su plumaje parduzco le permite mimetizarse fácilmente con el ambiente.
Si tiene la suerte de verlo, cosa bastante difícil, lo encontrará saltando entre parches de vegetación, levantado la cola en vertical, tanto que algunas veces llega tocar con ella el dorso.
Se trata de una especie endémica del monte argentino, esto significa que es imposible encontrarlo en otra parte del planeta, de ahí su valor para los observadores y científicos.
Quetro cabeza blanca
Tachyeres leucocephalus
Conocido también como pato vapor cabeza blanca es un ave endémica de Argentina, aunque algunos registros no confirmados aseguran haberlo visto en el sur de Chile.
A ciencia cierta puede decirse que ocupa una franja de 700 km sobre la costa atlántica al sur de la Península Valdés, en Chubut.
Es incapaz de volar, se limita a nadar en agua de mar y le gustan las costas rocosas. Frecuenta las bahías y las islas de ese litoral, pero no llega hasta los ambientes de agua dulce. Como todos los patos vapor suele tener un comportamiento agresivo cuando se ve obligado a defender su territorio.
Burrito negruzco
Porzana spiloptera
Al igual que la gallineta, el burrito negruzco forma parte del grupo de los rallidos. Se lo conoce también como polluela overa y suele ser difícil de encontrar ya que pasa la mayor parte de su existencia oculto en la vegetación. El canto es una gran pista para encontrarlo
Se domicilia en el noreste argentino, sur de Uruguay y también hay registros en sur de Brasil y centro de Chile. Le gustan los pastizales salobres y los pajonales inundables.
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