Queda en Ribeirão da Ilha, en el estado de Santa Catarina, y pertenece a la asociación Prato da Boa Lembrança.
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“Empecé vendiendo panchos y helados”, cuenta con humildad Jaime Barcelos, artífice de Ostradamus, el restaurante de Ribeirão da Ilha que es un éxito entre quienes visitan la isla de Florianópolis. A pesar de que se acaba de bajar de un Jaguar en la puerta de su negocio, se muestra sencillo, afable y súper accesible. En medio del vértigo del servicio que corre a su alrededor, sonríe imperturbable y tiene tiempo para evocar su particular historia gastronómica. Estamos sobre la calle principal de este pueblito con casas de estilo azoriano, mientras Ostradamus convoca cada vez más gente que llega con reserva previa o que se anotó por si se libera alguna mesa.
“Tenía un taller mecánico, pero me cansé. Me fue bien con la comida rápida y aposté a las ostras”, dice el hombre que creció en esta isla que es parte del estado de Santa Catarina, el mayor productor de este molusco en Brasil. Cuenta que corría 1996 y la casa de sus abuelos, donde hoy funciona el restaurante, lo cobijó de entrada. Autodidacta, se profesionalizó, y para cuando terminaba el milenio y todo el mundo hablaba del fin de los tiempos, le pareció que las predicciones de Nostradamus podían servir para un juego de palabras. “Si vamos a morir que sea comiendo ostras”, pensó para bautizar este restaurante que tiene otra sede en Coqueiros, a 35 kilómetros de Ribeirão da Ilha. A partir de entonces, con Ostradamus revolucionó la propuesta gastronómica de la isla.
Al salón que está en tierra se le suma un muelle techado y muy bonito que resulta ideal para dejarse atender por mozos sumamente eficientes. En la entrada hay una pequeña pileta con agua de mar –filtrada, con luz ultravioleta y oxidación con baja concentración de cloro– y ostras que pasan doce horas antes de ir a la mesa. Se cultivan en la fazeda marinah del restaurante, tras un proceso que empieza con la compra de semillas de excelente calidad. La carta las sugiere servidas frescas, pero también con jengibre y coñac, o con harina de mandioca y panceta, por ejemplo. Claro que los pescados y todo tipo de mariscos también son parte de lo que propone Ostradamus. Vale destacar el brigadeiro de lula que se puede disfrutar como entrada, y el pulpo con papas al natural, como plato principal.
Entre los platos destacables, ese que Jaime elige para participar de la iniciativa Prato de Boa Lembrança, está un bacalao que sale con camarones, rabas y crema de palmito. ¿Qué implica esto? Que quien pide esta opción se lleva a su casa un plato de cerámica con un diseño pintado que es exclusivo de cada restaurante y de cada año. Este 2022, el plato de Ostradamus es un homenaje a Wilma y Antônio, los abuelos –y quienes la criaron– de Luciana, la esposa de Jaime Barcelos. Y este restaurante, que pertenece a la asociación desde 2013, es el único de la isla de Santa Catarina que tiene el honor.
De todas maneras, en Brasil hay 90 restaurantes que integran esta iniciativa gastronómica. Todo empezó en 1994 gracias a un italiano, Danio Braga, que hoy es consejero en la asociación que se calcula que ya regaló 1 millón 200 mil platos. Algunos de los restaurantes que forman parte son Xapuri (Belo Horizonte), Divina Gula (Maceió), Casa de Tereza (Salvador de Bahía), Giuseppe (Río de Janeiro) y Varanda (Fernando de Noronha). Coleccionar estos platos y colgarlos para exponerlos es una corriente en alza entre los amantes de la buena gastronomía brasileña.
Datos útiles
Ostradamus. Es salida obligada para los días de lluvia que interrumpen la jornada playera o para una noche distinta. Abre todo el año de martes a domingos, de 11 a 23 horas. Y los domingos, de 11 a 17. Los precios son altos, pero la experiencia es inolvidable y las porciones, generosas. Baldicero Filomeno, 7640. T: +55 (48) 99990-5711. IG: ostradamusrestaurante
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