La multifacética artista habla de su primer emprendimiento gastronómico en la zona de Little River, donde rinde homenaje a las recetas argentinas con una mirada contemporánea y cosmopolita.
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Residente desde hace siete años en Miami, Deborah de Corral –modelo, conductora de televisión, DJ, cantante y compositora– tiene otra pasión desde siempre: la cocina. Por fin se decidió a poner las ollas y sartenes en primer lugar y abrió en marzo este restaurante en el ascendente Little River (a pasos de Biscayne Boulevard), con un gran deck sobre el río. Por eso lo llamó Tigre, en honor a la zona de Buenos Aires donde vivió durante su infancia.
En la aventura la acompañan dos socios “y amigos”: Eduardo Suarez (diseñador y fundador de Casa Florida, Shelter Pizza y Rosarito Fish Shack) y Marcos Chantres, con amplia trayectoria en el mundo gastronómico.
El restó tiene un menú bastante breve –cocina rústica, pero sofisticada”, dice Deborah– que reversiona clásicos argentinos, mesas afuera junto al río, toques verdes y comensales cool. Y es un éxito desde que abrió.
- ¿Cuál es el concepto de Tigre?
-Es un restaurante y bar inspirado en los clásicos cafés y bodegones de Buenos Aires, con una carta que reinterpreta “clásicos argentos”, como los buñuelos de acelga , la milanesa (la nuestra es de cerdo y un toque ahumada) y el flan de dulce de leche. También hay mucha creación original mía influenciada por mis viajes y la ciudad de Miami, donde he echado raíces hace unos 7 años. Tenemos una coctelería también muy creativa y original con algunos guiños a tradiciones e ingredientes muy nuestros. Eso también se traduce en una carta de vinos con fuerte impronta argentina.
- ¿Cocinás vos o diseñás el menú?
-Yo soy Chef Ejecutiva y tengo un jefe de cocina y un equipo de cocineros súper capaces, cada uno trae algo singular e interesante. Todos son de distintos países. ¡La cocina de Tigre es como la Feria de las Naciones! Por lo general, yo desarrollo el concepto y las recetas, luego delego la ejecución al equipo. Ahora que ya tengo un equipo más sólido estoy abriendo el juego creativo con mis cocineros co-creando algunos de los próximos nuevos platos de la carta. Me divierte poder colaborar y eso además enriquece la cocina de Tigre, que es un work in progress, un animal vivo. Yo vengo de hacer música que también es súper colaborativa, es mi naturaleza.
- ¿Hubo cambios en la propuesta debido al covid?
-Para nosotros no cambió nada porque, por suerte, no llegamos a abrir pre covid. Digamos que nacimos con esto ya encima, como cuando uno nace con algún problema congénito. De todos modos, fue durísimo adaptarse a las nuevas reglas. Lo más complicado fue el tema de las máscaras. En esta industria, el contacto con el público, los clientes , es todo. Ha sido muy difícil comunicar y brindar hospitalidad con la cara tapada.
- En lo personal, ¿cómo te afectó la pandemia?
-El primer año sobre todo me ayudó a darme cuenta de la cantidad de pertenencias materiales, gente y pseudo preocupaciones demás que había en mi vida. Fue una gran limpieza a varios niveles. Volví a apreciar las cosas chiquitas, esos pequeños regalos de la vida que uno da por sentado, me dio la oportunidad de sentir un poco más y pensar un poco menos. ¡Aprendí a hacer pan, qué cliché, ja! También se me hizo más evidente el nivel de privilegio en el que vivo. Aprendí a quejarme menos.
- ¿Cómo creés que el covid cambió Miami?
-Es difícil contestar esa pregunta desde adentro. Lo de Miami fue y es muy raro. Acá vivimos hace meses en una burbuja. Sobre todo las últimas semanas. Tenemos más libertades que en casi todo el mundo, ya hemos vuelto casi a la normalidad. Por eso es que hemos tenido una ola muy fuerte de gente mudándose para acá de distintos estados y ciudades y resto del mundo, sumado a la gran cantidad de turismo que viene a vacunarse. Esto le ha dado un shot de adrenalina muy necesario a la economía, buenísimo para todas las industrias, sobre todo a la nuestra. Veremos con el tiempo si esto es algo temporario o el comienzo de un nuevo crecimiento para nuestra ciudad.
- ¿Cómo te ves en 5 años? ¿Qué ideas a futuro hay?
-Cinco años en esta industria pasan volando y es recién cuando, si uno hizo las cosas bien y tuvo la aceptación del público, un restaurante se establece y asienta bases sólidas en la comunidad y como negocio. Así que supongo que estaremos todavía haciendo Tigre. Seguramente surjan oportunidades de expandirnos y hacer otros negocios. Pero no puedo pensar tan a futuro realmente. ¡Bastante tenemos en las manos ahora! Vamos de a poco, aprendiendo a dominar este animal y haciendo las cosas cada vez mejor. Ningún restaurante es igual a otro. Tengo unos socios de oro que además tienen amplia experiencia en esta industria. En ellos me apoyo muchísimo.
Tigre 620 NE 78th Street, Miami. Abierto de miércoles a domingos de 6pm a 11pm.
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