El museo que recuerda al expresidente argentino Arturo Illia está en la ciudad a la que llegó con 29 años y lo vio crecer.
- 4 minutos de lectura'
La antigua vivienda particular de estilo art déco del exdirigente radical es una típica y sencilla casa de clase media de mediados del siglo 20, que se mantiene tal como era.
Illia nació en Pergamino, provincia de Buenos Aires, en 1900, y falleció en 1983. Llegó a Cruz del Eje a los 29 años para ejercer como médico ferroviario y en esta ciudad también desarrolló sus inquietudes políticas. Fue senador, diputado, vicegobernador de Córdoba y jefe de Estado entre 1963 y 1966, cuando fue derrocado por el golpe de Onganía.
“Le habían ofrecido una beca científica en Francia y en Buenos Aires. ¿Por qué eligió Cruz del Eje? Todos nos preguntamos eso”, dice Luis Herrera, presidente de la Asociación Civil Casa Museo Arturo Illia.
Illia fue el médico más querido de la historia de Cruz del Eje, donde está hoy su casa museo. “La mayoría lo conocía en pijama. Venían a cualquier hora con una urgencia y él no perdía el tiempo ni en vestirse. Atender era su prioridad siempre”, cuenta Herrera.
El cruzdelejeño cantante Jairo ha recordado más de una vez que Illia salvó a su hermanita de una hipotermia. El médico llegó una noche con su ropa de dormir y en bicicleta y se quedó hasta las cinco de la mañana, cuando la niña estuvo fuera de peligro.
La casa de don Arturo fue un regalo del pueblo: en 1944, 4.000 vecinos aportaron un peso moneda nacional cada uno para comprarla. Vivió allí hasta 1963, cuando llegó a la Rosada.
El recorrido por la casa museo comienza en la sala de espera, donde se destaca un retrato del expresidente que pasó a la historia por su honestidad. “En su declaración jurada, al asumir como presidente, constaba que tenía un auto, la casa, 150.000 pesos en el banco y algunas vestimentas. Cuando se fue era más pobre de lo que había entrado”, cuenta Valentina Moreno, guía del museo. Se refiere a que en 1966 ya no tenía su Bergantín modelo 62 ni el dinero, que había utilizado para un tratamiento médico de su esposa, Silvia Martorell. Sólo le quedaban la casa y cuatro trajes, camisas, 10 pares de medias, tres pares de zapatos, chinelas, ocho juegos de ropa interior, tres pijamas, otras prendas y un portafolio. Consta por escrito.
Parte de estos bienes se pueden ver al recorrer su habitación austera, donde se aprecia una cama de dos plazas, un crucifijo en la pared, una cómoda con portarretratos y un ropero donde se guarda parte de la ropa detallada en su declaración jurada. También se exhibe el mango del bastón presidencial.
“La habitación es lo que más le impacta a la gente, porque ahí está sintetizada su vida”, piensa Herrera. La visita continúa por el consultorio, donde se observa la camilla, el escritorio, su agenda con anotaciones de puño y letra y una vitrina con el instrumental.
“Lo llamaban el ‘apóstol de los pobres’ por su dedicación a las personas sin recursos. Andaba a caballo, caminando, le pedía a un vecino que lo trasladara en sulky a atender sin cargo a otro vecino. La gente ponía una colaboración en una cajita”, relata Valentina.
Si algún paciente no podía comprar un medicamento, él tenía un acuerdo con una farmacia para que la gente lo llevara a su cargo.
Era la casa del pueblo.
Desde el consultorio se pasa a la cocina, de una simpleza encantadora. En el living comedor hay una mesa de madera, sillones, un tocadiscos en el que escuchaba folclore y tango y un pequeño mueble. Allí se realizaban los mitines políticos y las tertulias sociales. Ahora se utiliza para eventos culturales y artísticos.
En una repisa se destaca una fotografía en la que Illia aparece en un auto con gesto adusto tras conocer la noticia del golpe de Estado, al salir de su último acto público en Bell Ville. También se observan unas monedas que tienen su apellido impreso 200 veces.
En las paredes hay una foto con Balbín frente al Congreso y otra con Charles de Gaulle. En la habitación de los hijos hay un folleto como candidato a la presidencia y banderines del Club Talleres. Cuando murió en 1983, la casa quedó cerrada. En 2001 fue declarada monumento histórico. El museo abrió en 2006 bajo la administración del municipio y de la Asociación Civil.
- Casa Museo Arturo Illia Avellaneda 181, Cruz del Eje. Lunes a sábados, de 8 a 20. @casamuseo.arturoillia
Más leídas de Revista Lugares
Top 5 del ranking. Cómo es el mejor restaurante chileno y cuánto cuestan sus platos de "alto impacto"
Playas paradisíacas e historia. La isla del Caribe elegida entre los 20 mejores lugares del mundo para festejar Navidad
París. 5 experiencias clásicas e imperdibles para redescubrir la ciudad del año
En un pueblo premiado. La coqueta posada de campo que invita a descubrir el norte de Córdoba