La Campiña de San Pedro. El restaurante de campo que nació de una pareja icónica de la televisión
Se llena los fines de semana al mediodía y, cada tanto, abre los sábados a la noche para ofrecer cena show con artistas de primer nivel.
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LA NACIONAna van Gelderen
“La Campiña significa mucho para mí… La inventamos con César. Es un orgullo maravilloso”, asegura Mónica Cahen D’ Anvers sobre su restaurante de campo en San Pedro, la tierra de César Mascetti, su marido durante casi 45 años. Muchos lo conocen como La Campiña de Mónica y César… Aunque César Mascetti ya no esté (murió en octubre de 2022), y ahora Mónica sea la que está al frente del proyecto, secundada por su familia.
Como parte del clan y dispuesta a compartir la historia del restaurante está Sol Mihanovich, nieta de la pareja, muy involucrada en esta nueva etapa de la marca. “Tata tenía una gran cultura del trabajo y quería que este emprendimiento rindiera. Decía que tenía que ser “productivo-placentero” y no “placentero-productivo”, dice Sol rememorando a César, su abuelo. Aunque en rigor sea nieta de Iván Mihanovich –primer marido de Mónica y padre de Vane (papá de Sol) y de Sandra Mihanovich–, Sol comenta que desde que ella nació su abuela está con César, que siempre cumplió el rol de abuelo.
Repasa que en 1980 sus abuelos plantaron los primeros naranjos en 12 hectáreas de El Independiente, un campo próximo a La Campiña. Crecieron como productores y, en 1994, pusieron la fábrica y el sector de empaque. Entonces, tal vez despabilados por el interés que podían generar “las naranjas de Mónica y César” –esa otra vida de las figuras icónicas de Telenoche–, en el 2000 abrieron el lugar al turismo.
Sobre este punto Noemí López, gerente administrativa de La Campiña, amplía algunos conceptos. “Empezamos mostrando el proceso productivo de las naranjas, pero la gente quería comprar, entonces arrancamos con las ventas en el salón de empaque. Luego nos pusimos a hacer mermeladas y las ofrecíamos junto con las naranjas y los duraznos en la Casita Blanca –que ahora es amarilla–. Así surgió la idea de armar una casita de té y luego el quincho para ofrecer asado… Hasta que abrimos el restaurante, en 2003″, repasa Noemí que vive a tres cuadras de La Campiña y entró a la empresa cuando tenía sólo 18 años. “Fui guía de las visitas, cajera del almacén, después empleada administrativa y hoy gerente”, cuenta Noemí mientras recorremos las rosas de Mónica, que vive en el centro de San Pedro –frente a la costanera– y “no cumple horario, pero muchas veces, sobre todo los fines de semana, viene y disfruta de los saludos de la gente”.
Dedicados al mercado interno, la producción de frutos de La Campiña hoy es poca y de muy buena calidad. No exportan desde 2011 y –no podría ser de otra manera– abastecen al restaurante para que entre otras cosas ofrezcan un postre de naranja y helado de crema que no tiene comparación con nada. Y que se puede pedir después de los sorrentinos con salsa de hongos, como parte de la propuesta de pastas del restaurante.
Además de almorzar, en La Campiña de San Pedro se puede participar –con consulta previa– de la visita guiada por la plantación para ver cómo se cosechan las naranjas y luego se empacan. Está la chance de ver un video que repasa la trayectoria de Mónica y César. También se puede descubrir el inverosímil mundo de las palomas mensajeras (pasión de César). Y caminar por los rosales de Mónica, que entre sus variedades tiene una rosa Cahen D’ Anvers que fue diseñada especialmente para su familia en Francia –lugar de origen del papá de la periodista–. Todo para dejar el lugar con la confirmación de esa sospecha que Mónica y César tenían cuando abrieron La Campiña... El éxito está en lo simple: el gajo que prende, la fruta que gusta y el compartir que funciona.
Datos útiles
La Campiña de San Pedro. En Río Tala, a 12 kilómetros del centro de San Pedro, en este restaurante de carta variada y bien pensada, se destacan las pastas. Los fines de semana hay parrilla. Los postres, con productos de la quinta, son una delicia. Consultar horarios de visitas guiadas. Todos los días (menos los martes) de 10 hasta que baja el sol. Algunos sábados abren de noche, para ofrecer menú fijo con show de los Mihanovich y de otros artistas. Hay que reservar ni bien salen a la venta, porque se agotan. RN 9 Km 153,3 y RP 1001. T: (3329) 49-8300 / 38-0538. IG: @lacampiniadesanpedro
Esencias de Casagrande. Es un hotel boutique que funciona en una casa de familia acostumbrada a recibir huéspedes, que cambió de dueños, fue remodelada y desde diciembre del año pasado recibe en las habitaciones que están aromatizadas con distintas esencias (y nombres): naranja, limón, cacao, café, coco y canela. Desde $28.000 la doble con desayuno. Máximo Millán 1745. T: +54 9 (3329) 400-048. IG: @esenciasdecasagrande
Catamarán Aka-Ypé. Hugo Binimelis comanda este vibrante paseo náutico por el río Paraná y sus afluentes. Hace interpretación medio ambiental e histórica. Consultar horarios y valores por grupos. T: (3329) 56-4000. IG: @paseosencatamaransanpedro
Mimbrería Ramallo. Atendida por Rubén Ramallo y su hijo Silvio, es un negocio de la costanera que gira alrededor del mimbre. El taller está a unas cuadras del local y ahí se puede ver cómo Marcelo, primo de Silvio, trabaja el mimbre con las manos curtidas y muchísima paciencia. Se valen del mimbre de sauce que compran en el Delta, siempre al mismo proveedor. Lo pelan, lo secan y, antes de trabajarlo, lo vuelven a poner al agua unas horas. Lo tejen con sabiduría, dando y ligando latigazos, para construir canastos, sillas y muebles que pueden durar toda una vida. De lunes a viernes, de 9 a 12 y de 16 a 20. Fines de semana, horario corrido. 11 de Septiembre 6. IG: @mimbreria.ramallo
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