Considerada una de las mejores series británicas de los últimos años, Slow Horses se aprópia del frenesí de Londres para contar una historia de crímenes, corrupción y detectives clase B.
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Desde hace muchos años que algunos actores, guionistas y directores tradicionalmente del cine, se empezaron a animar a involucrarse con el mundo de la televisión. Quitándose la etiqueta de ‘contenido de menor calidad’, la pantalla chica no hizo otra cosa que aprovechar este interés para seguir enriqueciendo sus narrativas y construir una industria (casi) paralela en donde las oportunidades creativas no tuvieron techo.
Fue el mismísimo Gary Oldman quien lo dijo con muchísima claridad durante su entrevista a OHLALÁ!: “Vengo observando qué pasa en la televisión desde hace muchos años y es indiscutible que algunas de las mejores actuaciones, direcciones, cinematografía, producción de diseño, escritura... está pasando dentro de la pantalla chica”. Algo que él mismo experimentó al protagonizar Slow Horses, una serie británica de AppleTv+ que nos lleva a lo más profundo de Londres y es ideal para los fanáticos de la ciudad inglesa.
Gary Oldman como un viejo detective que se tira pedos
Slow Horses está definida como un dramedy de detectives en donde la corrupción, las misiones secretas y las traiciones se convierten en los elementos comunes de la historia. Ya con tres temporadas emitidas (todas, disponibles en AppleTv+), la ficción está basada en la saga escrita por Mick Herron y que narra las misiones que un grupo marginado de agentes británicos tiene que resolver (o, en algunos casos, con las que se ve accidentalmente involucrado).
El grupo está liderado por Jackson Lamb (el personaje de Gary Oldman) quien se presenta como un personaje absolutamente desagradable: todo el tiempo borracho, sucio, desaliñado y tirándose pedos en presencia de cualquiera, lo cierto es que detrás de esa imagen encontramos a un experimentado agente de inteligencia con una mente brillante y muchísima inteligencia. Alguien clave para resolver los líos en los que sus agentes se involucran y así salvarlos de ellos mismos.
Las increíbles locaciones de Slow Horses
Mientras que la producción utilizó varios sets de filmación indoors construídos especialmente para Slow Horses, los fanáticos de Londres reconocieron rápidamente algunos de los sitios más icónicos de la ciudad que, de hecho, se pueden visitar libremente.
- Regent’s Canal. Muchas de las reuniones secretas de Jackson Lamb se dan en un banquito frente a este reconocido canal en donde es muy común ver esos particulares barcos chatos que lo navegan. Con un largo de 13,8 kilómetros, este espejo de agua proporciona un nexo entre el brazo de Paddington del Grand Union Canal. Construído durante la primera mitad del siglo XIX (después de que se aprobara una Ley por el Parlamento en 1812) y su uso comercial fue disminuyendo a partir de 1948, lo que generó que en 1969 se cerrara su muelle. Hoy un espacio recuperado, el canal es usado por un servicio regular de waterbus.
- Aldersgate. Quizá uno de los lugares más antiguos de todo Londres (si bien no fue parte del muro construído por los romanos, sí se la construyó en los últimos años de su Imperio), fue destruída y construída varias veces a lo largo de la historia. Si bien la serie recreó los interiores, toda la parte exterior está filmada en locación real: “Tom Burton y yo trabajamos muy de cerca en la apariencia de todo. Nuestro equipo de ubicaciones llamó a la puerta y lograron darnos acceso a los mismos edificios que Mick Herron pretendía que fueran Slough House. Una vez que supimos que podíamos filmar los exteriores en el sitio original de Aldersgate, comenzamos a construir Slough House alrededor de eso”, contaba el director de la primera temporada, James Hawes.
- St Michael. Ubicada en el barrio de Cornhill, esta iglesia parroquial medieval fue otra de las locaciones elegidas por el equipo de Slow Horses. Mientras que su edificio original fue destrído durante el Gran incendio de Londres, el edificio actual es atribuído a Sir Christopher Wren mientras que sus torres son de Nicholas Hawksmoor.
- Harper Road. Otro de los lugares que vemos con frecuencia en Slow Horses es esta calle que se caracteriza por su particular arquitectura y que muchos turistas visitan para disfrutar de sus propuestas gastronómicas y culturales.
Saul Metzstein habló sobre cómo es filmar en Londres
Cada una de las temporadas de Slow Horses está dirigida por un director diferente y Saul Metzstein fue el elegido para la última entrega. “Creo que lo que pasa con Londres es que es una ciudad enorme e impresionante, así como también algo desagradable, sucia y terrible”, contó Metzstein cuando le preguntaron sobre las locaciones que usó para la serie y agregó: “Y creo que justamente eso es lo divertido de filmar ahí. Yo personalmente vivo muy cerca de donde filmamos Slow Horses y durante la cuarentena, simplemente caminé por todo el barrio. Así que tenia en mi cabeza miles de locaciones posibles para filmar la serie y tuve muchísima suerte en cómo funcionó todo”.
“Lo que tenés en esta tercera temporada es que además ves parte de Estambul que es el lugar emocionante de los detectives, mientras que Londres es la locación de... la gente que trabaja en administración”, bromea Saul mientras habla de su trabajo y suma: “Londres es un lugar muy difícil de filmar porque no es obvia y gigante como pasa con Nueva York o París o Buenos Aires. La escala es gigante y pequeña al mismo tiempo, eso lo hace muy complicado. Dejame explicarlo así: ponés una cámara en una calle londoniese y no dice nada. Tenés que realmente trabajar el plano y jamás aceptar una locación porque sí, porque esas locaciones son una porquería. Filmar en Londres realmente te desafía”.
“Conozco la Londres en la que están los personajes de Slow Horses, porque -realmente- es el lugar en donde vivo” - Saul Metzstein
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