Cartagena, el valle de Cocora, el realismo mágico, las arepas y el café son algunas de las referencias colombianas que aparecen en la producción animada.
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Los bellos paisajes y tradiciones de Colombia son protagonistas de Encanto, la nueva película animada de Walt Disney Animation Studios, que se estrenó en Argentina el 25 de noviembre. Los guiños colombianos llegan a través de los Madrigal, una familia que vive en las montañas de Colombia, en una casa mágica donde todos los niños y niñas de la familia -excepto la protagonista, Maribel- fueron bendecidos con un don único.
Para crear este universo fantástico, el equipo creativo de Encanto recorrió los lugares más increíbles del país y trabajó con la asesoría de antropólogos, botánicos, músicos y arquitectos colombianos para rescatar un sinfín de referencias culturales.
En el estreno mundial, sus directores, Byron Howard y Jared Bush -ganadores del Óscar por Zootopia (2016) como Mejor Película Animada-, expresaron que Colombia es un país que nunca se termina de descubrir.
A continuación, algunos de los principales íconos colombianos que aparecen en Encanto:
Valle de Cocora
“Es uno de los lugares más hermosos en los que he estado. Sabíamos que era el lugar donde la casa de los Madrigal debía estar”, declaró uno de los directores de la película en una entrevista.
Este valle está ubicado en la zona cafetera, en el departamento del Quindío, y es una de las entradas al Parque Nacional Natural Los Nevados. Se lo reconoce por sus altas palmas de cera (el árbol nacional de Colombia), que se plasman en los paisajes animados de Encanto.
Arepas
Aunque se disputan la creación con los venezolanos, las arepas son uno de los platos típicos más importantes de Colombia y durante la película se ve a los protagonistas cocinando esta preparación a base de maíz, sal y agua. Cada región del país tiene su propia interpretación creando decenas de versiones con ingredientes como quesos diversos, distintos tipos de carnes e, incluso, huevo.
Casa colonial
La casa Madrigal, el epicentro de la historia y en donde ocurre la mayor parte de la magia de la película, es una hacienda inspirada en casas típicas que se ven en Cartagena, Salento y Barichara. El equipo creativo tardó cerca de dos años en diseñarla, pues debieron tomar muchas referencias para crear la casa perfecta para la familia, como los balcones, las puertas de madera y las tejas de ladrillo.
Vestimenta
Algunos de los personajes cargan mochilas wayuu, una artesanía que elaboran comunidades de La Guajira (al norte del país). También visten ponchos y ruanas (una manta cuadrada o rectangular de origen andino hecha en lana 100% virgen, sin mangas y con un orificio en el centro por el que se pasa la cabeza, llamado popularmente goyete en Boyacá) y usan alpargatas, como los campesinos de toda Colombia. Maribel, la protagonista de Encanto, viste el traje típico santandereano del municipio de Vélez, compuesto por diversas piezas como la falda, enagua, blusa o un blusón.
Amazonía
Esta rica región aparece representada en la película a través de animales como chigüiros, dantas, coatíes y jaguares, así como guacamayos, tucanes y colibríes, (el país es el más biodiverso en aves, con más de 1.900 especies), que allí habitan.
Mariposas amarillas
Uno de los símbolos más representativos del Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez –ejemplo del realismo mágico que el escritor creó en Cien Años de Soledad–, aparecen en un momento clave de la película.
Flores
En Colombia existen más de 1.400 tipos de flores, lo que lo hace un país floricultor y el segundo exportador mundial de flores. También aparecen orquídeas de todos los colores y tamaños: de hecho, Colombia es el país con más tipos de orquídeas en el mundo.
Sombrero vueltiao
Los personajes usan el sombrero vueltiao, proveniente de la región Caribe, un ícono cultural que simboliza elementos de la cultura indígena zenú. También visten el sombrero aguadeño, originario del municipio de Aguadas (departamento de Caldas), y su producción artesanal se basa en la paja de iraca.
Café
La bebida del país más reconocida y premiada en el mundo, tiene alrededor de 300 años de historia desde que los jesuitas lo trajeron al país en el siglo XVIII. Lo sirven en tazas de Carmen de Viboral, un municipio del departamento de Antioquia popular por sus vajillas de color blanco adornadas con diseños de diversas flores.
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