Fue la casa de formación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas hasta que se dieron cuenta de que necesitaban hacer prácticas y fundaron un colegio, en el ‘34.
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Ubicado en Hipólito Yrigoyen 2599, en Florida, el Instituto La Salle es uno de los más prestigiosos de la Zona Norte del Gran Buenos Aires. Pero no siempre fue un colegio. Emplazado en un predio de 8 hectáreas, el edificio central es de estilo románico y neoclásico, y la construcción, que data de 1924, estuvo a cargo del estudio de arquitectura Reselló y Boris. La inauguración oficial fue en 1926. Originalmente funcionó como casa de formación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, fundada por Juan Bautista de La Salle. La pequeña comunidad llegó a nuestro país a finales del 1800 con el objetivo de acercar su misión a nuestro país, y en principio se quedaron en la Capital, donde hoy está el La Salle Buenos Aires, en Ayacucho al 600.
En 1934 los Hermanos residentes en Florida decidieron abrir la Escuela San José, exclusivamente para alumnos varones y con la intención de tener un lugar en el que hacer prácticas docentes. Con el tiempo se convirtió en el Instituto La Salle Florida y recién el ‘89 se sumaron las primeras alumnas. Hoy el ciclo de formación es completo y funciona un nivel inicial con jardín maternal y jardín de infantes; nivel primario; nivel secundario con bachiller y técnica; y nivel terciario, con más de 3.000 alumnos.
Desde Francia, con amor
Los materiales para la construcción del edificio fueron traídos desde Francia en barco, ferrocarril y carreta, hasta llegar a Florida que entonces era un paraje casi deshabitado. Las paredes tienen un grosor de 60 centímetros, tal y como se estilaba en esos tiempos; las escaleras son de mármol y aún se conservan baldosas y tejas originales, así como vitraux y lámparas. También la fachada del edificio principal es original. Y toda su estructura.
Al principio la construcción era una herradura que en 1936 se cerró con la capilla, de estilo románico-gótico. La mezcla de estilos se debe a la edificación de diferentes bloques en distintos momentos del siglo pasado. En el medio se destaca un gran patio interno parquizado, con vegetación y palmeras, rodeado en su totalidad por los distintos bloques del colegio.
También hay una pequeña gruta de la Virgen de Lourdes, que originalmente estaba en un sector del campo de deportes y fue desplazada por motivo de su ampliación.
Ex alumnos, hoy docentes
En las paredes de los tres pisos del enorme edificio hay un gran mural, una obra de Mauro Buscemi, profesor de artes y ex alumno, que cuenta la historia de toda la humanidad, desde el nacimiento de Cristo hasta nuestros días. Se llama Diálogo entre la fe y las culturas. El proyecto mural narra visualmente los sucesos históricos ocurridos en el continente europeo y en el americano, y refleja las artes, las ciencias y la sociedad desde la mirada de la Fe. “El trabajo arrancó en el 2012 y se suma al Vía Crucis del Hermano Fermín Gainza, armando una unidad”, explica Buscemi. “El mural nace como idea pedagógica de un director que ya no está en funciones, Carlos Díaz. Y con uno de los Hermanos coincidimos en la ambiciosa idea de contar la historia de la humanidad en todos los ámbitos. Es como caminar en un manual abierto”.
Adolfo Zorzi es ex alumno y ex docente del La Salle Florida que actualmente está jubilado, pero sigue trabajando y acompañando las actividades deportivas. Es la memoria de la escuela y está reconstruyendo la historia de la institución. “A finales del siglo XIX vinieron muchos Hermanos de Francia, que son los que iniciaron la congregación en nuestro país. Después empezaron a fundar colegios: el primero fue el La Salle de Buenos Aires y luego otros en otras provincias. Faltaba una casa que los agrupara para que ellos pudieran seguir la carrera de Hermano, desde aspirantes hasta ordenarse y hacer docencia. Así fue como eligieron este lugar en Vicente López. La construcción data de 1924 y 1925 y se inauguró oficialmente en el ‘26. Era como una herradura porque la capilla se edificó después. Al principio, entonces, era una casa de formación, y no un colegio. Recién en el ‘34 se añadió otro edificio, que fue una escuela de apoyatura para las prácticas docentes. Todos vivían en el edificio principal, estudiaban y ejercían la docencia. La iglesia se inaugura en el ‘36 y fue lo último que se construyó, porque el lugar fue quedando más vacío; las vocaciones no eran tantas. La secundaria nació en el ‘61 y era Normal, Comercial y Bachillerato, y la Técnica se inauguró en el ‘76. Durante muchos años fue un colegio exclusivamente de varones y en 1989 se hizo mixto, con las primeras niñas que empezaron primer grado”, detalla Zorzi.
Lasallanos famosos
Muchas celebridades cursaron en el La Salle Florida, entre ellos la jugadora de hockey campeona del mundo Carla Rebecchi, el ex futbolista Hernán Crespo que también se casó en la capilla, el juez Claudio Bonadio, Florencia Kirchner, Matías González Pena, ganador de la medalla de bronce en Química en las Olimpíadas del 2017, Mario Pergolini, Jorge Rial, los actores Juan Carlos Altavista y Carlos Belloso, el ex futbolista y DT Lucas Pussineri, los hermanos Simonet (jugadores de handball). “Hay apellidos que se repiten porque vienen muchas generaciones, padres, hijos, hermanos”, aseguran las autoridades de la escuela.
Mónica Campo fue profesora y directora del Bachillerato desde el ‘88 y desde al año pasado ejerce la Dirección General de la escuela. “Es un colegio que es como un club, con campo de deportes, mucha actividad social y casi todos los profesores fueron alumnos. De alguna manera, los ex alumnos nunca terminan de despedirse de la escuela, siguen en contacto y participan de la comunidad Lasallana. Dicen que el Lasallano nunca deja de serlo, porque tenemos un concepto fuerte de pertenencia”, detalla Campo. “La educación Lasallana tiene el desafío de formar a la persona de manera integral y con una mirada creyente de la vida. El carisma es la base de todo y por eso hay algunos colegios La Salle que son gratuitos, como por ejemplo el de González Catán y José León Suárez. Actualmente es una asociación sin fines de lucro, dedicada a la educación. La inscripción está abierta hasta fines de diciembre y reabre en febrero”.
Sergio Ayala es egresado del La Salle Florida y habla de esos años con mucha emoción: “para mí fue una experiencia inolvidable. Primero desde la formación, muy sólida, y después por relaciones con mis compañeros que hoy muchos son amigos. Había compañerismo, gente de mucho dinero y gente humilde que hacía lo posible para que sus hijos estudiaran ahí. Conocí gente que hoy es exitosa, como Mario Pergolini y otros que no son conocidos mediáticamente, pero son exitosos en lo suyo. Conocí a un primo y hoy somos casi hermanos. El enfoque deportivo era muy bueno; yo empecé a hacer atletismo y participé de muchas competencias. Me acuerdo que las chicas del Santa Teresita, un colegio solo de mujeres, usaban la pista de atletismo y nosotros andábamos con una explosión hormonal (risas). Las clases más divertidas eran las clases de taller. Y teníamos un profesor de dibujo, Menestrina, que escupía sin querer cuando hablaba y salpicaba las láminas que hacíamos en papel y se corría la tinta (risas). Y el profesor de química, el Gallero Romeo, sabía mucho y le gustaba inventar; nos contaba anécdotas que en ese momento las creíamos y hoy nos reímos. Me quedan los mejores recuerdos, amigos con los que seguimos viéndonos. Realmente es una hermandad. Defendíamos el colegio cuando venían nuestros ‘rivales’, los chicos del San Gabriel. Nosotros éramos los Lasallanos”.
La última edificación, la capilla
De estilo románico con detalles góticos, la capilla fue construida en 1936 y cerró la herradura que formaban los edificios escolares. Está abierta a la comunidad solamente los domingos para la misa del mediodía, pero hacen bautismos, comuniones y confirmaciones de alumnos, y casamiento de ex alumnos. “El Hermano Fermín, como artista, hizo toda la iconografía del distrito de los Hermanos Lasallanos en Argentina. Fue quien dijo que había que hacer un altar y un Vía Crucis narrado con colores bellos, para darle vida y hacer una pedagogía de la Trinidad”, cuenta Campo. Y Mauro Buscemi agrega: “el Hermano Fermín llegaba a los chicos de otra forma. Antes era una iglesia clásica con la gran Cruz, pero él sacó ese dramatismo para llegar desde el color y con una imagen más amena. Además, hay un órgano que ahora no funciona. Pero existen solamente tres en nuestro país: uno acá, otro en el La Salle de Buenos Aires y uno más en una institución en Córdoba”.
Un poco de historia
Juan Bautista de La Salle es fundador del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y Patrono de los Educadores Cristianos. Fue el primogénito de una familia acomodada que vivió en Francia hace 300 años. Nació en Reims, recibió la tonsura a la edad de 11 años y fue nombrado canónigo de la Catedral de Reims a los 16. Cuando murieron sus padres tuvo que encargarse de la administración de los bienes de la familia. Terminados sus estudios de teología, fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678. Conmovido por la necesidad de muchos, su objetivo fue fundar escuelas para niños pobres. Abandonó su casa familiar y se fue a vivir con los maestros, renunció a su canonjía y a su fortuna, y organizó la comunidad Hermanos de las Escuelas Cristianas, en 1680. Su proyecto chocó con la oposición de las autoridades eclesiásticas que no deseaban la creación de una nueva forma de vida religiosa, una comunidad de laicos consagrados ocupándose de las escuelas.
Sin embargo, de La Salle y sus Hermanos lograron crear una red de escuelas de calidad caracterizada por el uso de la lengua vernácula; los grupos de alumnos reunidos por niveles y resultados; la formación religiosa basada en temas originales, preparada por maestros con una vocación religiosa y misionera a la vez; y la implicación de los padres en la educación. Además, fue innovador al proponer programas para la formación de maestros seglares, cursos dominicales para jóvenes trabajadores y una de las primeras instituciones para la reinserción de delincuentes. Entonces se dio cuenta de que Dios le había conducido a emprender algo bastante imprevisto: el inicio de un nuevo tipo de vida consagrada, la de los Religiosos Hermanos cuya misión consiste en educar a los alumnos de manera cristiana a través de una educación que incluya contenidos tanto profanos como religiosos.
Extenuado por una vida cargada de austeridades y trabajos, de La Salle falleció en San Yon, cerca de Rouen, en 1719, unas semanas antes de cumplir 68 años. Juan Bautista de La Salle fue el primero que organizó centros de formación de maestros, escuelas de aprendizaje para delincuentes, escuelas técnicas, escuelas secundarias de idiomas modernos, artes y ciencias. Su obra se extendió rápidamente en Francia, y después de su muerte, por todo el mundo. En 1900, fue declarado Santo. En 1950, a causa de su vida y sus escritos inspirados, recibió el título de Santo Patrono de quienes trabajan en el ámbito de la educación. Mostró cómo se debe enseñar y tratar a los jóvenes, cómo enfrentarse a las deficiencias y debilidades con compasión, cómo ayudar, curar y fortalecer.
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