La ciudad francesa de Arles atrajo a famosos artistas, entre ellos Van Gogh. Hoy, Frank Gehry le rinde homenaje con esta ultramoderna torre que intenta repetir la experiencia pictórica del genio holandés.
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La Torre, así a secas, sin adjetivos ni autoría referida en su nombre, es el nuevo protagonista de la ciudad de Arles, Francia.
Diseñada por el arquitecto Frank Gehry –creador del Guggenheim Bilbao– abrió sus puertas a fines de junio de este año en el corazón del Parc des Ateliers, un complejo cultural que ocupa varias hectáreas donde antiguamente funcionaron los talleres de la compañía ferroviaria francesa (SNCF). El sitio fue convertido en una suerte de campus cultural por la fundación LUMA, la misma que auspició la construcción de La Torre.
Acero, hormigón y vidrio conforman el ADN del diseño que Gehry imaginó inspirado en La noche estrellada de Vincent Van Gogh. La fachada retorcida revestida por paneles de aluminio brillante que se apilan de modo irregular da cuenta de este origen. Este material captura las variaciones de la luz y genera como resultado una superficie en continuo cambio, un guiño definitivo a Vincent, quien plasmó en su obra los matices del cielo provenzal durante su estadía en Arles.
La torre de 56 metros de alto y nueve niveles se alza sobre una base circular y traslúcida que oficia de recepción y refiere a los anfiteatros romanos. Así traza una suerte de relación con el origen urbano de esta ciudad. Por dentro, la estructura alberga varias salas de exposiciones, una de ellas de 1.000 m2 sin ningún pilar de soporte.
Además, cuenta con obra diseñada especialmente para el edificio. Es el caso de un gran espejo circular realizado por Olafur Eliasson que rota lentamente en el techo del hueco de una escalera y desestabiliza la percepción visual del visitante. También está Danny, la obra inmersiva del francés Philippe Parreno que juega con el tiempo real. El tobogán de Carsten Höller y la pista fosforescente para monopatines del coreano Koo Jeong, en la terraza, completan las instalaciones actuales.
Alrededor de la torre hay varias fábricas renovadas como espacios de exhibición y un parque ajardinado. Todo el proyecto está sostenido por LUMA, una organización filantrópica creada por Maya Hoffmann, heredera del laboratorio farmacéutico Hoffman-La Roche.
La Torre alberga obras del patrimonio de la familia Hoffmann, entre otras, unas sorprendentes colecciones de las fotógrafas Annie Leibovitz y Diane Arbus, al tiempo que se reservaron espacios vacíos para nuevos proyectos. Todo el complejo se plantea como un gran centro interactivo del arte contemporáneo.
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