La dimensión de su legado cultural los convirtió en lugares legendarios que todos quieren conocer por la espectacularidad de sus construcciones y sus historias atrapantes.
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Varían las geografías, los orígenes, las civilizaciones y su devenir; pero lo constante es que en los 10 sorprendentes ejemplos que aquí se cuentan la arquitectura fue un alarde de majestuosidad y los ornamentos alcanzaron niveles admirables. Representan un catálogo esencial de momentos clave de la antigüedad y cuyo patrimonio llegó hasta nuestros días; aunque sólo sean vestigios o ruinas que se conservaron y siguen preservándose. Claro que no son los únicos, hay muchos otros muy reconocidos (como Teotihuacán, Pompeya y tantos otros) y otros menos, pero no por ello menos valiosos.
Eso es lo maravilloso: que cada uno forma parte de tiempos y procesos únicos de los pasos que dio la humanidad.
Acrópolis, Grecia
Una majestuosa ciudadela sobre una colina
Sobre un montículo rocoso de Atenas se levanta el monumento arquitectónico más importante de la historia del espíritu clásico: la Acrópolis. El gestor fue Pericles, el célebre magistrado, general y político nacido en 495 a.C., quien recurrió a su protegido Fidias, un brillante escultor –además de muchos artistas notables–, para reconstruir el antiguo complejo que se convirtió en el principal ejemplo del primer clasicismo.
El Partenón, con sus 50 imponentes columnas dóricas (muchas de ellas destruidas) que rodean la edificación y que culminan en frontones en su parte superior, representa el paradigma de la Acrópolis, es la imagen más famosa. Su asimetría da la sensación de perfección, mientras que en su interior se erigía una estatua de oro de 12 m de la diosa Atenea.
Los templos de Erecteión y Atenea, los propileos (entradas con enormes columnas para ingresar a distintos recintos) o el Teatro de Dioniso, son algunas de las glorias para admirar. Una salvedad, tratar de evitar las multitudes en temporada alta, y una sugerencia: la vista nocturna iluminada. Al bajar, es de visita obligada el Museo de la Acrópolis.
Angkor Wat, Camboya
El complejo de templos hinduistas mejor conservados
Originalmente ofrendado al dios hindú Vishnú, Angkor Wat es tal vez el mayor edificio místico construido en la historia y una de las zonas arqueológicas sustanciales de Asia Sudoriental, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1992.
¡Es impresionante! Ocupa 162,6 ha con una torre central de 65 m de altura y el foso que la rodea tiene 200 m de ancho por 5 km de perímetro con una profundidad de 4 m. Es tan emblemático que su silueta ocupa el centro de la bandera camboyana. Levantado a unos 5,5 km de la balnearia Siem Riep, en el norte, fue la sede del apogeo del reino Jémer entre los siglos IX y XV.
En medio de una vasta extensión selvática se levantan una serie de asombrosos y complejos edificios de piedra, destacándose también el templo del Bayón con torres ornamentadas con la cara de Buda por los cuatro lados en Angkor Thom, distante a unos 3 km. Hace falta dedicarle dos días… y hacerlo en la temporada seca (de noviembre a abril).
Stonehenge, Inglaterra
Monumentos prehistóricos que son un misterio
La apacible campiña de la llanura de Salisbury (Wiltshire) en el sur inglés, a unos 130 km de Londres, se interrumpe con fantásticos bloques de piedras en círculo con dinteles como si fueran portales, alzados durante el neolítico y la Edad de Bronce, con fechas probables entre el 3100 a.C. y 2000 a.C.
Hay varias conjeturas: templos o calendario o lugares de sanación. Asimismo, no se entiende muy bien cómo hicieron para erigirlas, aunque se presume fue con sistemas de rodillos. Y poco explicable es a qué artilugio recurrieron para acarrear las piedras galesas y las locales de arenisca.
Proclamado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la intriga alcanza también a poco más de medio centenar de sepulturas de la elite social ubicadas en cuevas repartidas, donde la alineación de las piedras se vincula a la salida y la caída del sol en los solsticios de verano e invierno. Dato curioso: la noche del 20 al 21 de junio se congregan personas que creen que es un centro energético y ahí reciben los primeros rayos del sol en la llamada Piedra del Talón.
Machu Picchu, Perú
La fortaleza del poderoso imperio incaico
Es una de las arquitecturas más refinadas hechas en piedra por el pulimiento e ingeniería aplicadas… y eso, a 2.430 msnm, en medio del bosque tropical de montaña, en las alturas del valle del río Urubamba, al norte de Cuzco, desde cuyas estaciones ferroviarias se viaja a Aguas Calientes (ahora rebautizada “MachuPicchu Pueblo”) para tomar el bus que asciende hasta la deslumbrante ciudadela.
Llamas, alpacas y vicuñas se pasean por las verdes terrazas escalonadas realizadas con rampas y murallas que son el soporte de 172 espléndidas construcciones.
Fundada por Pachacuti Inca Yupanqui hacia 1450 d.C., en su auge llegó a tener un millar de habitantes, cuando fue fortaleza, refugio de la nobleza y lugar de ceremonial hasta el colapso imperial. Quedó abandonada y olvidada hasta que en 1911 el explorador estadounidense Hiram Bingham hizo pública su existencia. Este Patrimonio Mundial recibe turismo de todo el mundo con una alta demanda, por lo cual, mayo y octubre son los mejores meses por la baja probabilidad de lluvias (ideal para trekking) y menos visitantes.
Agrigento, Italia
Magnífica presencia griega en la costa de Sicilia
A 2 km de la ciudad de Agrigento (al sur de Sicilia), se levanta el Valle de los Templos, uno de los principales yacimientos arqueológicos del planeta, ubicado en una cresta rocosa, emplazamiento que no justifica que se le llame “Valle”. Está rodeado de la meseta donde colonos procedentes de Rodas y Creta edificaron en 581 a.C. la antigua Akragas, uno de los enclaves mediterráneos de la llamada Magna Grecia que posteriormente cayeron a manos de los romanos.
Zeus Olímpico, que sería el templo dórico más grande construido (de 56 x 120 m), Concordia y Hera (ambos de 6 columnas por 13) y Heracles (próximo a la entrada al complejo) son algunos de los más fabulosos edificios esparcidos en unas 1.300 ha y que gracias las restauraciones se conservan muy bien. Hubo otros valiosos, pero fueron muy afectados por el tiempo y el clima, como Dioscuros, Asclepio y Hefesto.
Como mínimo hace falta medio día para recorrer el lugar y conviene llegar temprano en los autobuses que arriban al estacionamiento dispuesto en medio de los sectores oriental y occidental.
Cueva de Altamira, España
Excepcional arte rupestre del paleolítico en Cantabria
Se asegura que este grandioso testimonio artístico situado en la localidad cantábrica de Santillana del Mar, Patrimonio de la Humanidad, celosamente custodiado y preservado, estuvo habitado en el paleolítico desde hace unos 36.500 años y durante unos 22.000, por lo cual es un tesoro de la historia de la belleza.
La Cueva de Altamira, de 270 metros de extensión y de trazado irregular, contiene imágenes de ciervos, jabalíes, bisontes, caballos... pintados con tonos ocres y rojos contorneados de negro. La descubrió de casualidad un lugareño en 1868, pero fue el propietario de esas tierras –aficionado a la arqueología– quien la exploró en 1875 acompañado de su pequeña hija. Dicen que fue ella quien iluminó el techo advirtiendo la existencia de animales pintados.
Como desde 2002 hasta 2014 estuvo cerrada y en el presente es muy controlado el régimen de visita (apenas 5 personas por semana de acuerdo a una lista de espera y con indumentaria especial), el visitante recorre en el lugar una prolija réplica efectuada con similares procedimientos pictográficos, dentro de la denominada Neocueva del Museo de Altamira. Suena poco alentador, pero es maravillosa.
Tikal, Guatemala
La muestra de esplendor de la civilización maya
La reapertura del Templo de la Serpiente Bicéfala (llamado Templo IV), de 65 m de altura, en el Parque Nacional Tikal de Guatemala reavivó el interés de los visitantes por ser el más elevado santuario maya del período clásico y desde donde se tienen las mejores vistas de la selva donde asoman las construcciones entre las frondosas arboledas de cedros y caobas, entre otras especies.
Estuvo ocupada unos 1.500 años, entre 600 a.C. y 900 d.C., siglos en los que representó un papel protagónico en la vida social y política de las tierras bajas del imperio. Los empinados templos piramidales escalonados y los palacios están hechos de piedra caliza y decorados por esculturas y molduras con formas geométricas, glifos e iconografía religiosa.
Los constructores se inspiraron en las anteriores culturas mesoamericanas, sobre todo olmeca y teotihuacaneca. Las edificaciones además de servir para rituales o para ofrendas a los dioses fueron sepulturas de los gobernantes y sus familias o para resguardar objetos valiosos. Entre noviembre y febrero es la temporada de seca, la más apta para quedarse un día y poder recorrer una buena parte.
Petra, Jordania
Una capital esculpida en piedra
La admirable Petra (Raqmu originalmente) es la joya histórica jordana por su impresionante arquitectura de palacios, templos y tumbas tallados en las rocas rosadas y su trazado de acuerdo a los acontecimientos astronómicos y al aprovechamiento del agua.
Ubicada 235 km al sur de la capital Amán y a 80 km al sudeste del Mar Muerto, fue fundada a finales del siglo VIII a.C., pero fue ocupada en el siglo VI a.C. por los antiguos árabes nabateos que la llevaron a la prosperidad merced a promover la ruta comercial de las caravanas de especias, la seda y otros preciados productos. Luego sufrieron la ocupación romana, la decadencia y terremotos. Nunca más se habló de este conjunto monumental oculto entre montañas hasta 1812, cuando un explorador suizo la reveló al mundo.
Como Patrimonio de la Humanidad es reconocido por su asombroso asentamiento en un valle angosto donde las obras más célebres son El Tesoro (Al Khazneh) y El Monasterio (Deir). Más disfrutable, por el clima, es recorrerlo en primavera y otoño, además de aprovechar las primeras horas del día.
Keops, Egipto
Volverse eterno por construir una colosal pirámide
La supremacía y la noción de poder son factores que desde la antigüedad muestran testimonios arquitectónicos monumentales. Y si hay uno instalado en el imaginario colectivo es la Gran Pirámide Keops (Jufu) en Egipto, que se alzó según lo dispuesto por el faraón homónimo entre 2550 y 2527 a.C. ¡Pasaron 4.500 años y el mausoleo sigue en pie!.
Está situada en la meseta de Guiza, a unos 15 km de El Cairo, donde las enormes construcciones piramidales interrumpen la planicie abismal. Tres se levantan impactantes en el horizonte: Jufu (Keops), Jafra (Kefrén) y Menkaura (Micerino). La primera, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, con 146,7 m de altura originalmente (en la actualidad 138,8 m) y 230 m de perímetro (casi 1 km), está integrada por 2,3 millones de grandes bloques de cantera que pesan entre 2 y 60 tn.
La gigantesca necrópolis alberga tres cámaras dentro su volumetría descomunal de 6 millones de tn. Para visitar su interior y la cámara funeraria, hay que comprar la entrada con anticipación porque hay cupos, no se pueden sacar fotos con cámara y se ingresa por la puerta Al-Mamun, porque la principal está tapada.
Chichén Itzá, México
Yucatán tiene un paraje fabuloso en plena selva
En el siglo IX d.C., en el norte de la península mexicana se creó Chichén Itzá, un extraordinario centro poblacional para manejar la política y el comercio mayas con otras ciudades como Uxmal y Tulum. Se desplegó en lo profundo de una selva habitada por gran variedad de animales (sujetos de culto) y logró su esplendor con la invasión de los toltecas.
El primero en quedar fascinado con esta magna obra de la etnia itzae fue el hispano fray Diego de Landa, quien en 1566 describió los excepcionales edificios. La pirámide El Castillo (Kukulcán) de 30 metros de alto y 55 m de lado es el icono del lugar y le siguen en importancia el Templo de los Guerreros, el grupo de las Mil Columnas, el Observatorio El Caracol y el difundido “juego de pelota”.
El fraile español supo de los sacrificios a los dioses en increíbles pozos profundos, como el Cenote Sagrado, de 20 m de profundidad y 60 m de diámetro. Los sumideros eran tomados como moradas de los dioses. No en vano el nombre de la ciudadela: Chi es boca y chen es pozo, la boca del pozo. Y aquí arrojaban ofrendas de jade, oro y hasta humanos.
Para quienes vacacionan en Cancún o Playa del Carmen es insoslayable conocer este lugar, a solo unas dos horas de viaje.