Multifacética, histriónica y devota Krishna desde los 19 años, Daksha Devi pregona los valores de la cocina casera desde su restaurante La Cocina de Daksha, en Tigre.
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Hoy es una gran referente de la cocina vegetariana, vegana e hindú, con un libro recién publicado (La cocina de Daksha, El Ateneo), una aparición en MasterChef y varios famosos –Nacha Guevara, Marcela Kloosterboer, entre otros– que la siguen y suben sus platos a las redes. Pero, en algún momento, Daksha Devi –su nombre significa “experta”, en sánscrito–, preparaba en su casa hamburguesas veganas cuando casi no existían las dietéticas ni se hablaba de soja transgénica, y fue una de las pioneras en hacer ghi (manteca clarificada) en el país.
Desde ese origen anónimo hasta la popularidad actual, Daksha se mantuvo fiel a su camino espiritual. Sigue cocinando como aprendió en el templo Hare Krishna, donde se fue a vivir a los 19 años. A esa edad se hizo vegetariana e hizo sus primeros chapatis, técnica que perfeccionó en sus múltiples viajes a la India, donde aprendió con los maestros más exigentes. Lo hace con la misma dedicación y humildad, porque de eso se trata su cocina: de servir, de ofrecer los alimentos con amor. Y agradecerlos.
“Para mí cocinar es algo precioso, es una gran meditación”, dice con una sonrisa luminosa. Su templo personal se ubica en Tigre, sobre la avenida Liniers, una casa de paredes pintadas en colores estridentes, como los que usa ella para vestirse, y un patio arbolado con glicinas y pájaros. Con la ayuda de sus hijos, Gopal y Sundari, atiende esta “casa de comidas”, donde también realiza clases de cocina, catering, servicio de viandas y take away.
“Antes parecía que era una pérdida de tiempo estar en la cocina, pero ahora se vio que es muy importante comer saludable y cocinar con buena energía, porque hace que nuestro sistema inmunológico se mejore. Además, las especias ayudan a inmunizar el cuerpo”, afirma con la fuerza de los mantras que suenan de forma constante. La inmersión entre ollas, sartenes y frascos es casi de tiempo completo.
Ese tiempo invertido se traduce en las sabrosas creaciones que nacen en esta cocina abierta, donde mezclan especias (masalas), preparan samosas (empanadas indias), buñuelos, “chatnis” (chutneys, en inglés), hamburguesas de legumbres, curry de vegetales, panir (queso indio) y arroz basmati con coco, entre muchos otros.
Sin un menú fijo, los platitos llenos de color y sabor –el maha thali reúne varios manjares indios para compartir– van llegando a las mesas. Para acompañar, hay ricos jugos de frutas como el Red Passion, un detox de remolacha, zanahoria y un poco de limón.
Convencida de que la pandemia debería transformar la forma de comer de las personas, está segura de que su comida se asocia con la buena salud y el respeto por la naturaleza: “Creo que (la pandemia) nos dio más tiempo de reflexionar los valores más importantes y uno de ellos es conectarse con lo que comemos y de qué forma lo hacemos. Cocinar es un acto de amor para otros y para nosotros mismos”.
Avenida Liniers 1756. T: 4749-4803. Martes a sábado, de 12 a 16. Domingo, de 10 a 16, take away plus (almuerzo y brunch sin servicio de mesa).
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