Para aquellos que sueñan con experimentar la vida de los antiguos monarcas, elegimos 5 castillos-hotel que abren sus puertas al turismo.
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Vivir en un castillo a cuerpo de rey es la fantasía de muchos. En Europa, donde están los edificios más antiguos, han comenzado a abrir sus puertas desde hace un tiempo, no solo para hacer una visita rápida sino también para quedarse una o varias jornadas.
Alojarse allí ofrece la posibilidad de disfrutar en privado la arquitectura, los jardines y las obras de arte que dan carácter a sus interiores. Adaptados a las necesidades de hoy son el sitio ideal para dejar volar la imaginación y remontarse siglos atrás. Algunos castillos mantuvieron intacta la estructura original mientras que otros combinan la antigua nobleza con ambientación contemporánea. En todos los casos nos invitan a probar la vida de noble, un estado casi en extinción que solo es posible en el cine, el teatro y los libros. Animate y convertite en Su Majestad el viajero.
Villanueva de Cañedo, España
CASTILLO DEL BUEN AMOR
El castillo nació como una fortaleza militar en el siglo XI con profundo pozo alrededor. Luego fue sitio de abastecimiento de la tropas de los Reyes Católicos durante la toma de Toro en la lucha por la sucesión real entre Isabel y Juana, la Beltraneja.
Pero su poético nombre se lo debe la historia de amor entre el obispo de Ávila, Alonso de Fonseca y Quijada y Doña Teresa de las Cuevas. El obispo adquirió la propiedad en 1478 y la convirtió en un palacio para vivir allí su amor prohibido, lejos de la habladurías. Al parecer el tema se saldó cuando los hijos de la pareja fueron reconocidos por los Reyes Católicos.
Ubicado en la provincia de Salamanca, a 20km de la ciudad capital, el Castillo del Buen Amor es una increíble obra de arquitectura en piedra gótico-renacentista. En los espacios comunes se respira la nobleza de antaño. El salón principal exhibe una chimenea labrada de estilo mudéjar y el artesonado está elaborado con representaciones de escudos centenarios. En el centro del edificio, el patio de armas fue transformado en un claustro de estilo gótico que es el corazón del castillo. Los cuartos conservan la estructura original, pero fueron armados con espíritu moderno. En los alrededores hay un laberinto y un viñedos de factura reciente.
El castillo es un buen punto de partida para recorrer los pueblitos medievales de los alrededores que hilvana la historia de Ledesma, Candelario, Mogarraz, Miranda del Castañar, Toro y las ruinas de Villanueva de Campeán.
Girona, España
CASTELL D’EMPORDÀ
En medio del paisaje rural catalán este castillo de siete siglos ofrece un refugio para aquellos que quieran pasar unos días sumergidos en un tiempo lejano.
Nació como una fortaleza hacia fines del siglo XIII y fue transformándose arquitectónicamente en el tiempo. Hoy es una gran casa con torre cuadrada y factura de los siglos XVII y XVIII, aunque conserva algunos elementos góticos. La estructura más antigua se ve en la fachada norte donde se aprecia un portal con arco de medio punto. Bellísimas son las ventanas de un gótico tardío
Un maqueta de la batalla de Waterloo, la más grande de toda Europa, atrae la atención del viajero no bien llegar. La escena integrada por 2.000 soldaditos y 500 caballos de plomo pintada a mano es un atractivo singular.
Las 57 habitaciones ofrecen una estadía a puro glamour que fue famosa en la Costa Brava durante los años ‘70. Algunos cuartos tienen vista a la campiña, otros dan al jardín de robles y olivos, otros ofrecen la sugerente estadía en la torre, pero todos cuenta con elementos ornamentales y pinturas de la colección particular de sus propietario, Albert Diks.
Además, están las suites Dalí, cuartos más modernos de tono chic ecléctico decoradas con algunos trabajos de este artista catalán
El Empordà también conocido como castillos Ampurdán es el punto de partida para la ruta conocida como el Triángulo de Oro de Dalí ya que desde allí es fácil acceder al Teatro museu Dalí en Figueras, a la Casa Museu Castell Gala en Púbol –un castillo que el artista le regaló a su mujer Gala– o bien llegarse a Cadaqués a recorrer la otra casa de Dalí convertida en museo.
Offaly, Irlanda
KINNITTY CASTLE
Para llegar hay que atravesar las Slieve Bloom un cordón de sierras que resulta un camino encantador durante la primavera, pero nada amable durante el invierno, temporada que se recomienda evitarlo. El castillo ubicado en las afueras de la localidad de Kinnitty, en el centro de Irlanda, está a solo hora y media de Dublín.
El castillo Kinnitty guarda un larga historia de asedios normandos, vikingos e ingleses, fue botín en la lucha de clanes e incendiado por las fuerzas republicanas en 1922, aunque muy pronto llegó su reconstrucción.
Las 37 habitaciones fueron ambientadas con un clima teatral y llevan el nombre de hechos y personajes históricos El entretejido de pasillos internos conduce a estancias de gran belleza donde vale la pena pasar un rato sumergido en la propuesta histórica del sitio como el Library Bar y el salón comedor. Ningún huésped puede escapar una breve visita a la gran olla de hierro fundido donde, cuenta la leyenda, se preparaba la comida de todo el pueblo durante la Gran Hambruna de 1845-1849.
Afuera, un gran parque se continua en un añoso bosque y después la verdísima llanura irlandesa. Los más activos podrán salir a caballo o en plan caminata, incluso sumarse a un partido de tenis en la cancha propia.
Eslovenia
GRAD OTOČEC
Desde Ljubljana, la capital de Eslovenia, solo hay que hacer un hora en auto. Allí en un isla de río Krka se encuentra la propiedad que fue construida alrededor del 1200 como una suerte de fortaleza medieval.
El sitio pasó por varias manos a través del siglos y fue prácticamente destruido durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Con el tiempo se reconstruyó y abrió sus puertas convertido en hotel, integrante de la prestigiosa cadena Relais & Châteaux.
Los cuartos fueron ambientados con tonos cálidos, detalles de lujos y un clima contemporáneo. En los alrededores un precioso jardín diseñado con posterioridad es rico en alisos negros, sauces blancos y álamos negros. En el río suelen encontrarse numerosas especies de peces y una colonia de cisnes blancos que se asentó hacia finales de la década del ‘60 y hoy es parte de la bucólica postal.
Además de la cancha de golf de 18 hoyos que se entiende por varias hectáreas de campo, el castillo Otočec cuenta en una de su torres una cava donde pueden degustarse vinos de todo el mundo, pero en especial el Cviček una variedad local de antigua tradición que se produce en la región Dolenjska y que se obtiene a través de un complejo proceso con diferentes variedades de uvas.
El restaurante al frente del chef Nejc Ban, que el año pasado obtuvo una distinción Michelin, ofrece una carta con toques de la cocina local y productos frescos de la huerta propia. Una dato curioso es que el escritor Iván Tavčar, celebre en su país, pero poco conocido por nuestras tierras, situó dos de sus novelas Otok y Struga y Janez Sonce, en el castillo, hecho que le agrega un interés más.
Oberwesel, Alemania
SCHÖNBURG CASTLE
Las primeras noticias de este castillo hay que rastrearlas hacia fines del años 900 DC. Durante esos tiempos, el sitio fue el centro de las lucha tribales locales y de los diferentes señores feudales.
En el siglo XII el castillo paso a manos los Schönburger, una poderosa familia de la zona. En 1689 el pueblo y el castillo fueron incendiados por las tropas francesas y permaneció en ruinas durante dos siglos.
Después de repetidos cambios de propietarios (incluido el príncipe Alberto de Prusia), fue restaurado con una inversión millonaria hasta que en 1957 la ciudad Oberwesel lo compró para reabrirlo como hotel.
Las 27 habitaciones, todas diferentes, están ambientadas con muebles antiguos. Algunas tienen cama con dosel, otras están ubicadas en lo alto de la torre y cuenta con una vista vertiginosa hacia los jardines, otra ofrecen balcones aterrazados hacia el Rin, incluso hay una suite con sauna propio y otra con un cuarto de baño escondido tras paredes móviles.
Schönburg Castle es el mejor lugar para adentrarse en el del valle superior del medio Rin también conocido como Rin Romántico, una área de 65 km considerada Patrimonio de la Humanidad por Unesco.
El Rin fue desde principio de los tiempos “la” vía comercial de Europa central y por eso en los alrededores aparecieron los primeros castillos-fortaleza que convirtieron a la zona en el centro del imperio Romano Germánico. Mas adelante padeció un tiempo de decadencia luego de la Guerra de los Treinta Años y en el siglo XIX pasó a Prusia y se asoció al esplendor alemán del romanticismo. Su riqueza folklórica es famosa, como la historia de las Siete Vírgenes de Schönburg que escaparon del castillo y de sus pretendientes. Su barco se hundió muy cerca donde hoy emergen siete rocas cuando las aguas bajan y nos recuerdan aquel mito.
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