Al sur de Alta Gracia hay poblaciones serranas donde la huella germánica se entrevera con la criolla. Entre otras: Los Reartes, Villa General Belgrano, Santa Rosa de Calamuchita, La Cumbrecita, Villa Berna, San Miguel de los Ríos, Yacanto de Calamuchita y El Durazno.
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Entre las Sierras Chicas y las Grandes, hay un recorrido imperdible que tiene como eje principal la pavimentada RP 5. De allí se desprenden, de este a oeste, la RP 119 (de Villa General Belgrano a La Cumbrecita) y la RP 228 (de Santa Rosa de Calamuchita a Yacanto de Calamuchita).
La Cumbrecita y el trazado que llega a Villa Alpina son una conclusión; en cambio, desde Yacanto de Calamuchita sale un camino de ripio hacia el oeste –se puede ir en auto según las condiciones climáticas– que culmina en la cresta del cerro Los Linderos, con el magnífico escenario del Champaquí (2.790 msnm), el pico más alto de Córdoba, en plena Sierra de los Comechingones. Para llegar al Champaquí, la caminata en ascenso demanda unos 40 minutos, y se recomienda hacerlo con guía.
El trayecto Atos Pampa-San Miguel de los Ríos es de ripio consolidado, y discurre entre bosques y arroyos cristalinos. El aire es puro y se agradece recibirlo cargado de aromas montanos.
Villa General Belgrano
Es la localidad más turística de este valle. Tiene estaciones de servicio, restaurantes, hospitales y comercios para abastecerse. Fue fundada por alemanes en 1932 y es famosa por la Fiesta de la Cerveza, que, desde 1964, convoca multitudes. Esta bebida inspiró la creación del Museo de la Oktoberfest; en su versión artesanal, es la aliada indiscutible de la gastronomía local (gulasch mit spätzle, chucrut, embutidos típicos), disponible todo el año.
Sobre la calle principal –Julio Argentino Roca– está la Torre del Reloj y se puede subir a ella trepando sus 98 escalones en caracol. En plan trekking, el sendero cerro La Virgen vale el esfuerzo de enfrentar sus 1.300 metros –no demanda más de 40 minutos– y la recompensa es la panorámica que se tiene de buena parte del valle.
Santa Rosa de Calamuchita
Es la capital del valle y el punto donde se bifurcan los caminos: desde aquí se puede seguir hacia Villa del Dique o hacia Amboy (donde nació Dalmacio Vélez Sársfield, el autor del código civil, y hay un museo); o hasta Yacanto de Calamuchita. Esta ciudad cabecera debe su nombre al de Santa Rosa de Lima. En la Vieja Capilla –de 1784, y reconstruida en 1877– se puede visitar el museo de arte sacro. Otro museo es el de Estanislao Baños, de valor histórico, inaugurado en 2006. Son un clásico los paseos a la vera de los múltiples ríos y arroyos que embellecen su entorno natural. Bien vale darse una vuelta por Santa Mónica, a meros 3 km, camino a Yacanto de Calamuchita.
Los Reartes
Es uno de los pueblos más antiguos del valle, con casas de adobe, calles empedradas, faroles e impronta bien criolla. Su origen data de 1714 y arranca con una estancia de colonos españoles, cuando gauchos, comerciantes y misioneros afianzaban caminos para el paso de la hacienda y los ejércitos. Cuenta con una capilla de la Inmaculada Concepción (1815) y la imperdible Pulpería Don Segundo Sombra (1929), donde se juega al truco en ronda, entre cerveza o vino, muchas veces apoyados en la barra. Lo recorre el río homónimo, con sus orillas de arena fina y aguas transparentes. A unos 39 km, hacia el suroeste, las plantaciones de lavanda que azulan el paisaje de Atos Pampa inspiran una parada. Y unos 6 km al norte, en el camino que conecta con La Cumbrecita, el paisaje por el que corre el río Intiyaco también tienta con demorar el viaje.
La Cumbrecita
Recuperó su encanto no bien se reconvirtió en un pueblo peatonal (los autos quedan fuera, previo pago de una tasa de estacionamiento diario). Hay opciones para comer muy bien y senderos que invitan a perderse bosque adentro. Pinos, cipreses, abedules y acacias le dan vida, producto de la forestación –en detrimento del tabaquillo, prácticamente extinguido– que los inmigrantes alemanes, suizos y austríacos desarrollaron a principios del siglo pasado. La penumbra boscosa ampara una diversidad de micologías otoñales; se destaca, por muy llamativa, la temible Amanita muscaria, típico hongo de los cuentos infantiles de antaño: de cabeza rechoncha muy roja y con pintitas muy blancas.
El río del Medio y los arroyos Almbach y Wildbach enmarcan la caminata, que incluye una bellísima –y minúscula– iglesia ecuménica de 1967, y los icónicos hoteles La Cumbrecita y Las Verbenas.
Las opciones de trekking contemplan la cascada Escondida y la cima del cerro Wank (1.715 msnm), en este caso con cierto nivel de exigencia. El caramelito es el río Subterráneo: se trata del Wildbach, arroyo que nace a casi 1.900 msnm en las altas cumbres y a los 1.750 msnm corre oculto debajo de enormes piedras. A lo largo de sus casi 2 km de recorrido, desaparece en tres tramos, que suman 700 metros.
Villa Berna
Cada invierno, en este pueblito de montaña, la nieve cae a porrillo sobre sus bosques de coníferas, abedules, robles y arces; sucede después del otoño, cuando toda esa vegetación arbórea pierde su follaje iluminado de rojos y amarillos. Tras el invierno, la primavera se reanima y los cosmos se multiplican en las laderas y las hondonadas del paisaje serrano. De los días largos del verano se encarga de mitigar el calor el río del Medio, con sus playitas de arena clara y las ollas donde refrescarse a gusto.
En este minúsculo destino con menos de 200 habitantes, las caminatas son un hábito cotidiano. Y las travesías en mountain bike permiten aprovechar las irregularidades del terreno y las curvas del camino para pedalear los 13 km hasta Intiyaco, o hacer 6 km más hacia el sur hasta Atos Pampa. En 1942 llegó Margarita Kellenberg, una suiza casada con un alemán. No dudaron: consumaron la compra de 400 hectáreas y así empezó la historia de un paraje bautizado Villa Berna, in memoriam de la ciudad natal de Margarita. Hoy, la calle principal del pueblo lleva su nombre.
Sobre esta avenida está el único open garden del país de la compañía terapéutica y cosmética Weleda, fundada por Rudolf Steiner, de la que ella supo ser su joven becaria. En sus 12 hectáreas se cultivan con métodos orgánicos más de 70 variedades de árboles y arbustos, flores y hierbas para proveer a los laboratorios de Buenos Aires. Un edén multicolor no autóctono regido por las pautas de la agricultura biodinámica que se puede visitar con reserva previa.
San Miguel de los Ríos
Es apenas un paraje de 15 habitantes definido a la vera del río Tabaquillo, y que tiene como principal atractivo la antigua estancia San Miguel, de 1755. Los jesuitas compraron el predio para que fuera el puesto de mulas –todavía hay corrales de piedra– de la gran estancia San Ignacio, un eslabón del Camino Real que iba al Alto Perú.
María Eugenia Iglesias Pérez es la propietaria de una casa de 1943, que es hostería y restaurante, y que pasó por varios dueños. Hoy, la propiedad abarca 60 hectáreas de bosque heterogéneo. Hay sectores para recorrer bajo su mirada atenta: las playas sobre el Tabaquillo, y las Tres Cascadas como punto culminante.
Trekking, ascenso al cerro Champaquí y cabalgatas son parte del menú de opciones en este escondido refugio cordobés.
Yacanto de Calamuchita
Se detecta a 30 km de la capital del valle. El pueblo, fundado en 1768, no debe confundirse con Yacanto de Traslasierra, vecino de San Javier, en Traslasierra. La capilla de Nuestra Señora de la Merced es de 1877. Para la acción al aire libre hay programas de astroturismo, salidas a la Reserva Natural Los Cajones y al Embalse Cerro Pelado, que se puede desandar en kayak.
El Durazno
Un desvío de 7 km al suroeste de Yacanto conduce a este poblado al pie de la Sierra de los Comechingones. Mucho tiempo pasó como villa “alternativa”, sin electricidad y sin asfalto. La energía eléctrica llegó en 2013, y el ripio no es excusa para la cantidad de turistas que la visitan, pero sigue siendo una de las perlitas del valle.
El río homónimo, de playas aún inexploradas, nace en la ladera oriental del cerro Champaquí a más de 2.500 msnm; en su descenso forma cascadas, saltos, ollas profundas y remansos. Las actividades outdoors contemplan recorridos en mountain bike, caminatas, cabalgatas, safaris fotográficos, birdwatching.
Uno de sus nuevos atractivos es Umepay, el ecopueblo que tomó el nombre del cerro de enfrente, y que en su lengua original significa “mirar desde lo alto”. Desde hace diez años, sus pobladores viven de manera sustentable y en viviendas basadas en la bioconstrucción. También funciona un centro de retiros y hospedaje para actividades holísticas, una casa de té que ofrece pastelería casera, y una tienda de artesanías y productos de cosmética natural.
Datos Útiles
Villa General Belgrano
- Atelier Hotel de Charme. Está a 100 metros del centro de Villa General Belgrano y cuenta con certificaciones ecosustentables. Son 14 habitaciones con galería que dan a un gran jardín con pileta. Servicio de spa. Islas Malvinas 143. T: (3546) 46-3778/ 51-5591. iG: @atelierhoteldecharme www.atelierhotel.com.ar
- Madre. San Martín 17. De lo mejor de la ciudad. Entre los platos más pedidos está el pastel de papas, el osobuco braseado y el risotto de gírgolas. Salón muy bien puesto y sutilmente iluminado. En temporada baja, de jueves a domingo, de 17 a 23. Sábado y domingo, también al mediodía. T: (3546) 46-3189. IG: @madrerestaurante
- El Taller. En 2019, en un viaje por Italia, Yanina de Debiaggi y Juan Cruz Galetto (ex estancia Las Cañitas) pensaron que era momento de apostar por las pizzas napolitanas, y no se equivocaron. Ofrecen 14 variedades, una más rica que otra, amasadas tras 48 horas de fermentación en frío. Jueves a domingo, de 11 a 14.30 y de 19 a 23.30. Lunes y miércoles, sólo por la noche. Martes cerrado. Ojo de Agua 111. T: (3546) 54-5739. IG: @eltallervgb
- Viejo Munich. Además de la amplia variedad de cervezas tienen muy buena tabla de salchichas, tabla alemana y platos como solomillo de cerdo a la mostaza. Se pueden hacer visitas guiadas para ver cómo elaboran la cerveza. Todos los días de 9 a 00. San Martín 362. T: (3546) 40-0758. IG: @cervezaviejomunich
- Museo de la Oktoberfest. Repasa la historia de la superpopular Fiesta de la Cerveza. Exhiben más de 2.500 piezas, como vasos y jarros (algunos de más de 300 años), las primeras botellas argentinas o las primeras latas de cerveza del mundo. Viernes de 17 a 20, sábado de 10.30 a 18 y domingo de 10.30 a 13.30. Conviene llamar antes para chequear.Av. Julio Argentino Roca 44. T: (3546) 48-0551. IG: @museo_de_la_oktoberfest
- Torre del Reloj. Se ingresa por la oficina de turismo de la localidad. Ofrece una linda vista de la ciudad. La cúpula está restaurada desde fines de 2019. Todos los días de 9 a 18.30. Av. Julio A. Roca 168. T: (3546) 46-1215.
Los Reartes
- Casas de Campo Calamuchita. Las hermanas Agustina y Graciana Díaz crearon este “resort de montaña” en la antigua estancia de su familia. Armaron dos propuestas: El Corral, donde el casco original se transformó en “La Posada” con capacidad para 20 personas y cuatro casas (Pirámides, Herradura, Coco y Tilo), y Alas Pircas. Este último es el sector más moderno y cuenta con tres casas (Azul, Gris y Roja). En total son ocho casas con vista a las Sierras Grandes y a las Sierras Chicas, todas muy bien decoradas. Tienen costa privada sobre el Río del Medio. Calle pública s/n, RP 271. T: (351) 399-7216. IG: @casasdecampocalamuchita. www.casasdecampocalamuchita.com
- La Tasca. A pasitos del río, Manuel Giannone y María Gabriela López Trük están a cargo de este restaurante. Platos generosos y mucho arte en el ambiente. Dentro de los clásicos siempre vigentes están el vacío braseado con dos guarniciones, el pastel de cordero con puré de batata y el locro a la masa. En temporada baja abren viernes, sábado y domingo, al mediodía. Costanera Raúl Alfonsín s/n. T :(3546) 43-6602. IG: @latascalosreartes
- Pulpería Don Segundo Sombra. Tiene más de 100 años, y desde 1962 pertenece a los mismos dueños. Fue almacén de ramos generales y hoy es centro de reunión para la gente del pueblo. Los horarios son variables, pero suele estar abierto de tardecita. Av. San Martín s/n.
La Cumbrecita
- Edelweiss. Beli Mehnert está al frente de este restaurante de cocina alemana donde sirve las deliciosas empanaditas de frambuesa que le enseñó su abuela, la pionera Liesbeth Gitter. También prepara maultaschen (pasta alemana), gulasch con spätzle y salchichas con chucrut, aunque está orgullosa de una creación propia que crece amparada por el boca en boca: la “alta salchichen”. En temporada baja, de jueves a domingo, de 12 a 19.00, y en alta, de miercoles a domingo, de 11.00 a 19. Sobre el arroyo, a la altura del lago Los Patos. T: (3546) 48-1194/ 41-6110. IG: @edelweisslacumbrecita
- Prosit Bierhaus. Elaboran su propia cerveza, Berg Bräu, y tienen muy buenas hamburguesas. Abren todos los días de 10 a 00, menos miércoles y jueves. Calle peatonal s/n. T: (3546) 47-8838.
- Trekking Cumbrecita. Roberto Molina es un guía experimentado para descubrir el cerro Wank, el río Subterráneo y la cascada Escondida, entre otras opciones. Calle peatonal s/n. (3546) 45-3047. IG: @trekking_cumbrecita
- Peñón del Águila. Parque temático de impronta montañesa. Ofrece circuitos de arborismo, rappel, tirolesa, arquería y palestra de escalada, entre otras atracciones. De viernes a domingo, de 11 a 19. Es ideal para ir con niños. (351) 245-2101. www.penondelaguila.com
Villa Alpina
- Los Abedules. Casa de té y cabañas al pie del Cerro Champaquí. Abren en verano y los fines de semana largos. T: (351) 852-3701. IG: @losabedulescba
San Miguel de los Ríos
- Estancia San Miguel. María Eugenia Iglesias Pérez es anfitriona en esta lindísima estancia devenida en hostería. Con acceso al río Tabaquillo, las siete habitaciones son confortables. No hay señal de teléfono, pero sí wifi. Son ecosustentables y promotores de la gastronomía de kilómetro cero. Con restaurante renovado, ahora a cargo de los jóvenes chefs Julio Mondino y Agustín Giovanini, y Lucía San Martín al frente de la pastelería, están abiertos para comensales no hospedados. Conviene reservar. En temporada baja, de viernes a domingo, mediodía y noche. En temporada alta, todos los días, pero conviene chequear antes de ir. T: (3546) 45-4421. IG: @estancia.sanmiguel. www.hosteriasanmiguel.com.ar
El Durazno
- Patios del Durazno. Sylvina Boglione y Juan Cruz Vázquez son los dueños de este hotel de 17 habitaciones de cuidada estética colonial, una pulpería de paredes de adobe, una pileta con vista al río y hasta una capilla ambientada a la antigua. T: (351) 547-2223/ (3543) 57-1114. www.patiosdeldurazno.com
- Umepay. Ofrece pensión completa en cabañas de hasta cuatro personas. Hay con baño privado y compartido. También espacio para carpas y tráileres. Camino rural s/n. T: (3546) 40-3331. hospedaje@centroumepay.com
- Siembra Dicha. A la salida de El Durazno y camino a Umepay, esta grata casa de té convoca, sobre todo, por las delicias que ofrece en materia de repostería. El chipá y la carrot cake están entre los productos más elogiados. Los horarios son variables. Conviene llamar antes. Camino rural s/n, Umepay. T: (3546) 54-7029. IG: @siembradicha
Villa Berna
- La Domanda. Restaurante y casa de té en histórica hostería. Entre los recomendados están los guisos y la trucha en papillote con guarnición. En temporada alta, todos los días, sirven las cuatro comidas (del desayuno a la cena); en baja, viernes, sábado y domingo, de 9 a 23, pero siempre conviene chequear antes. Calle pública s/n. T: (3546) 40-0967.
- Weleda. Es un increíble open garden que abastece a la compañía suiza que es líder en estética natural. El recorrido, guiado por expertos, es por un sector de las 12 hectáreas donde se cultivan sin agroquímicos más de 70 especies para uso cosmético y medicinal. Las visitas se pautan con antelación, son en grupo y no están disponibles todo el año. Av. Margarita Kellenberg s/n. T: (11) 5637-3073. jgiusto@weleda.com.ar
Atos Pampa
- Aromas de Lavanda. Carlos Giri es productor y experto en lavanda. Con cita previa (porque viaja mucho), comparte sus conocimientos acerca de las plantaciones, el acopio y el destilado de este perfumado cultivo. Vende al por mayor, pero, además, Nélida, su esposa, comercializa la lavanda en bolsitas, blends de té, almohadillas, bolsas terapéuticas oculares y cervicales, agua micelar y aceite esencial. T: (3546) 52-8616.
- Finca Atos. Es, junto con Las Cañitas (que también se visita), una de las bodegas pioneras y más conocidas de las sierras. Realizan visitas y degustación con cita previa. RP 109 Km 23. T: (3546) 41-7061. www.fincaatos.com
Santa Mónica
- La Vaquita. A pocos kilómetros de Santa Rosa de Calamuchita, en el camino hacia Villa Yacanto, Sergio Arcuri está al frente de este restaurante hace un cuarto de siglo, ahora con sus hijos. Las porciones son abundantes. Se destacan los fideos caseros y las achuras, entre otras cosas ricas. Abren de jueves a sábado. RP 228 s/n. T: (351) 240-1509.
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