Clásicos y volcados al coleccionismo, o tecnológicos y en busca de un rol activo por parte del visitante, son espacios que van más allá de la mera exhibición.
- 5 minutos de lectura'
1. Ciencias Naturales de La Plata
La Plata
Inaugurado en 1888, ocupa un edificio de estilo neoclásico de forma oval, reconocido en 1997 como Monumento Histórico Nacional. Su primer director fue Francisco Pascasio Moreno, quien donó las primeras colecciones, incrementadas después con donaciones, compras y aportes de naturalistas europeos. Más de tres millones y medio de objetos colman las áreas de Antropología, Geología, Zoología, Paleontología y Botánica, repartidas en más de 20 salas que proponen un recorrido en espiral, alusión evolutiva desde los albores de la vida en la Tierra hasta la aparición del ser humano.
2. Museo del Presidio
Ushuaia
Allí donde supo funcionar el penal del fin del mundo se reparten el espacio cuatro museos. El que albergó al Petiso Orejudo es, sin embargo, el más exitoso de todos. Con algunas figuras de cera que representan a los reclusos más célebres (como Mateo Banks o Simón Radowitsky), y los calabozos originales en pie, los turistas quedan fascinados con las anécdotas acerca de su vida en prisión, o cómo fue que realizaron el tendido del ferrocarril con el que ellos mismos iban al bosque a hachar leña.
3. Miguel Lillo
San Miguel de Tucumán
Propiedad escondida en el centro de San Miguel de Tucumán que el destacado naturalista tucumano Miguel Lillo (1862-1931) donó a la universidad con la magnífica biblioteca, sus colecciones botánicas y zoológicas, y dinero en efectivo para crear la fundación. Hay dos salas dedicadas a biología, geología y paleontología, más una muestra permanente de restos fósiles y minerales de “la era del hielo”. El jardín botánico, con más de 80 especies autóctonas del noroeste argentino, integra la Red Argentina de Jardines Botánicos.
T: (0381) 423-4127. www.lillo.org.ar
4. Butterflies
Liebig, Entre Ríos
Una de las joyitas del pueblo de Liebig −con construcciones de estilo inglés, que tuvo su edad de oro con el frigorífico y la exportación de carne en lata o corned beef− es este museo de mariposas y coleópteros del mundo, creación de Mateo Zelich. Médico y amante de las ciencias naturales, su hija sigue su obra. El museo es un estallido de color: en las prolijas vitrinas de una de las casas del pueblo reposan una inacabable cantidad de especies de mariposas del mundo entero, coleópteros de zonas tropicales, una muestra pequeña de la vida marina, piedras y maderas petrificadas, y hasta un huevo de dinosaurio.
Eric Evans 149, Liebig, Entre Ríos. Facebook: butterfliesdeliebig soniazelich@hotmail.com
5. MAAM
Salta
Fue el hallazgo arqueológico más impactante de los últimos tiempos. Tanto, que justificó la construcción del Museo de Arqueología de Alta Montaña en la Plaza 9 de Julio de Salta. Desde 2004, se encuentran allí los cuerpos momificados de una niña y dos niños que guardó durante más de 500 años el volcán Llullaillaco. Las momias revelan la práctica de sacrificios humanos en el marco de un ritual incaico. Se conservan en cámaras refrigeradas, y se exhiben detrás de un vidrio, solo de a una por vez. Se requiere agendar la visita telefónicamente.
T: (0387) 437-0592. culturasalta.gov.ar
6. Museo de la Colonia San José
Entre Ríos
Pequeño gran museo entrerriano. Para su concepción contó con el asesoramiento de la prestigiosa Smithsonian Institution, de Washington. Precede la entrada una representación animada de la llegada en barco de los inmigrantes europeos; en su interior se exponen vestuarios y accesorios personales, útiles de labranza, máquinas, vehículos, fotografías. Prácticamente todo lo que se ve fue cedido por los propios residentes de la colonia. Este laborioso paraje rural de Entre Ríos se detecta tierra adentro, al oeste de la localidad de Colón.
Facebook: Museo Histórico San José
7. Rocsen
Nono, Córdoba
Más de 55.000 piezas se exponen en 5.000 metros cuadrados... y hay más, guardadas en depósito. Su existencia se debe a la minuciosa labor de Juan Santiago Bouchon, que fue reuniendo a lo largo de su vida objetos de los más diversos orígenes y especificidades. Francés de la Bretaña llegado al país en 1950, se afincó en Córdoba (1959) y, en 1969, abrió este espacio a 5 km de Nono, en Traslasierra. Su contenido fue creciendo hasta la colección impresionante que hoy es. La fachada del museo luce 49 tallas realizadas por el mismo Bouchon. Fue declarado como lugar de Interés Público Nacional.
8. Museo Regional de Antropología de Resistencia
Chaco
Las investigaciones arqueológicas iniciadas en el “Sitio del Km 75″ culminaron, en 1979, con la creación del MRA Juan Alfredo Martinet, pionero de la arqueología del Chaco y descubridor de los restos de la ciudad colonial de Concepción del Bermejo (1585-1632) en el mencionado Sitio. El contenido del museo se divide en arqueología y etnografía, como resultado de los trabajos realizados con las comunidades chaquenses. Tobas, matacos, mocovíes y chiriguanos bajo un mismo techo, valioso material que merecería una puesta al día.
9. Nao Victoria
Puerto San Julián, Santa Cruz
El 31 de marzo de 1520, la flota de Magallanes ancló en la bahía de San Julián, Santa Cruz. Hubo un motín que derivó en una decapitación, dos destierros y la condena a muerte de 39 hombres; se salvó Sebastián Elcano, quien consumaría la vuelta al mundo con la nao Victoria, la única que quedó de las cinco que zarparon de España. Su réplica en tamaño real permite revivir el sangriento capítulo, gracias a la tecnología de sonido envolvente, la reproducción de objetos e instrumentos de navegación y artillería, más figuras animatrónicas de algunos personajes.
Más notas de Museos
- 1
Belgrano se renueva: 5 propuestas gourmet que nacieron con el boom inmobiliario
- 2
Bariloche gourmet. Goulash, fondue, frutos rojos, hongos, liebre, jabalí… Ocho restaurantes para disfrutar este verano
- 3
De conocerse en Roma de casualidad a plantar los viñedos más altos de Mendoza
- 4
Brasil en auto: 6 playas imperdibles del sur, de las nuevas a las que no fallan