Con motivo del bicentenario de la creación de la Universidad de Buenos Aires, recreamos parte del derrotero edilicio que recorrieron Exactas, Medicina, Derecho, Letras, Económicas y Agronomía y Veterinaria
- 10 minutos de lectura'
Un día como hoy, hace 200 años, y después de muchas postergaciones, tuvo lugar en la iglesia de San Ignacio la solemne inauguración de la Universidad de Buenos Aires. En 1821 no había aún fotografía. El momento quedó plasmado en el óleo de Antonio González Moreno, que data de 1948, y está ubicado en el salón de actos de la Facultad de Derecho. Allí destacan el Gobernador de Buenos Aires Martín Rodríguez, el Ministro de Gobierno Bernardino Rivadavia y el nuevo rector Presbítero Antonio Saénz, juntos a un “gentío ansioso de ver por sus ojos aquella constelación de doctos brillando a la luz reflejada por las lentejuelas y abalorios de capirotes y bonetes” según descripción de Juan María Gutiérrez.
“Capirote” es una palabra que ha sobrevivido –y ni tanto– en el sintagma “tonto de capirote” que, como tanto de esta larga historia, va quedando en el olvido. Basta revisar las primeras carreras para darse cuenta de cuánta agua corrió bajo el puente. El decreto del 8 de febrero de 1822 organizaba la enseñanza universitaria en seis departamentos: de Primeras Letras (para promover la creación de escuelas), de Estudios Preparatorios, De Ciencias Exactas, De Medicina, De Jurisprudencia y de Ciencias Sagradas.
Este último no debe llamar la atención. Varios de los primeros rectores de la UBA fueron sacerdotes, y el saber estuvo durante siglos asociado al clero. Su sede original, en la Manzana de las Luces –comprendida entre las calles Perú, Bolívar, Moreno y Alsina–, perteneció a los Jesuitas hasta su expulsión en 1767. Fue luego Casa de los Niños Expósitos (1779) y sede de la imprenta llegada de Córdoba (1780), del Protomedicato y de la Escuela de Matemáticas, lugar de reunión de la Sala de Doctores –creada como instancia académica de la Universidad– y de la Academia de Jurisprudencia. Sobre la calle Moreno se ubicó la Biblioteca Pública (1810) y el Museo de Historia Natural en el momento de su creación (1824).
La Universidad de Buenos Aires tiene una característica, suerte de huella inmaterial, que es su dispersión geográfica.
Todo esto refiere el artículo “La Universidad Invisible, un paseo por los espacios públicos de la UBA” que comienza señalando una “suerte de huella material, que es su dispersión geográfica”.
Ciencias Exactas y Naturales
En su artículo “Exactas en la Manzana de las Luces” Víctor A. Ramos pormenoriza algunos detalles acerca de cómo el departamento original pasó a ser Facultad de Matemáticas y Facultad de Ciencias Físico Naturales. Años más tarde, con la reforma de los Estatutos, se convirtió en Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales donde se enseñaba matemática, física, química, historia natural, ingeniería y arquitectura.
Evoca Ramos: “Las clases se desarrollaban en el viejo edificio de la Procuraduría, a todas luces poco apto para el desempeño de la Universidad. Así lo consideraba su nuevo rector Juan María Gutiérrez, quien fue el verdadero propulsor y organizador de la UBA entre 1861 y 1874. La remodelación del edificio se realizó sobre la base del proyecto de fachada original del arquitecto Carlos Pellegrini (N de la R: Charles Henri Pellegrini, padre del presidente), y la decoración del frente estuvo a cargo del arquitecto Elías Duteil”.
En 1907, se convocó al Arq. Alejandro Cristophersen y al Ing. Pedro Coni, para proyectar un edificio propio de la facultad implantado en el mismo lugar. Ambos diseñaron una sede cuya parte central quedó insertada en la edificación colonial de la Manzana. Este sector se demolió a fines de la década de 1960, una vez que ya se había construido la Ciudad Universitaria, y hoy es un estacionamiento.
Medicina
El Protomedicato fue disuelto por Rivadavia en 1822. Coincidió con la disolución de la Orden de los Betlehemitas, quienes mantenían el único Hospital Público para hombres en San Telmo. Allí, frente a la iglesia del barrio, en lo que hoy es sede de la escuela Guillermo Rawson (en Humberto Primo 343) tuvo, hacia 1858, su sede la primera Facultad de Ciencias Médicas, para el dictado solamente de las clases teóricas.
El segundo edificio se construyó en la calle Córdoba, frente al viejo Hospital de Clínicas, con el objetivo de reunir práctica y teoría. Fue proyectado por el Arq. Francisco Tamburini y se inauguró en 1890. Contaba con laboratorios de física médica, histología, química médica, química biológica, los tres laboratorios de la carrera de Farmacia, el museo, más los talleres y dependencias de la escuela de Odontología.
En 1895 se programó su ampliación para construir el instituto de medicina legal y morgue, el instituto de anatomía patológica y parasitología y el de anatomía descriptiva. Para eso, se expropió la media manzana contigua a la Facultad (del lado de Viamonte) y se convocó al Arq. Gino Aloisi. La obra –llamada Escuela Práctica – fue inaugurada el 5 de julio de 1908 con la presencia del presidente Figueroa Alcorta. Al año siguiente, se propuso una nueva ampliación que agregó un tercer piso al edificio inaugurado el año anterior, otro a la Facultad propiamente dicha y, cuando ya se acercaban los festejos del Centenario, se acordó cambiar el frente de la misma para que “la también centenaria escuela de medicina vista sus mejores galas”: el frontispicio que aún subsiste. En 1937, el primer edificio de Tamburini fue demolido para construir una playa de estacionamiento. En la actualidad, el edificio de Aloisi y el nuevo construido en el espacio del estacionamiento, son la sede “vieja” y “nueva” de la Facultad de Ciencias Económicas.
Hospital de Clínicas
Siempre estuvo asociado a la carrera de medicina. Su construcción comenzó en 1877. El primer hospital se encontraba en la actual Plaza Houssay (en la manzana comprendida por las calles Córdoba, Junín, Paraguay y Uriburu). Un año más tarde – y aunque aún estaba sin terminar– funcionó allí el cuartel de rifleros y hospital de concentración de heridos en el conflicto por la federalización de la ciudad de Buenos Aires.
Fue inaugurado en 1881 y se caracterizó por ser el primer hospital de carácter “pabellonal”. Una vez que se confirmó que la provincia de Buenos Aires había sido vencida por las tropas de la Nación, el edificio pasó a manos de la Facultad de Ciencias Médicas. Recién el 4 de junio de 1884 se oficializó el traspaso bajo el nombre “Hospital de Buenos Aires”. Más tarde, se lo cambió a “Hospital de Clínicas”. Fue demolido en 1975, una vez que la “Tercera Facultad” de Medicina (con proyecto del Arq. Sanmartino, y culminada en 1943) ya funcionaba en las tres manzanas que reunieron al nuevo hospital y a las facultades de odontología, farmacia y bioquímica, a medida que se fueron independizando.
Derecho
Si Medicina tuvo un crecimiento explosivo, muy asociado a nuevas sedes y mudanzas, Derecho no se quedó atrás. De hecho, ambas eran “las” carreras del momento. Basta mirar las primeras estadísticas en las que, va sin decir, aún no había ni por asomo una mujer universitaria.
Doctores en Medicina
De 1824 a 1830…. 41 graduados
De 1831 a 1840…. 50 graduados
De 1841 a 1850 ….127 graduados
De 1851 a 1860…. 80 graduados
De 1860 a 1870… 27 graduados
Doctores en Jurisprudencia
De 1826 a 1830… 14 graduados
De 1831 a 1840…. 74 graduados
De 1841 a 1850… 81 graduados
De 1851 a 1860… 74 graduados
De 1861 a 1870…. 114 graduados.
La Facultad de Derecho tuvo su primera sede en la calle Moreno 350 (actual Museo Etnográfico). Fue construida en 1879, según planos de Pedro Benoit (h). La primera facultad pronto quedó chica, y apareció en escena el edificio neogótico de la Av. Las Heras 2214, que hoy ocupa Ingeniería, cuyo autor –el ingeniero Arturo Prins–, a pesar de lo que suele decirse, no se suicidó porque hizo mal los cálculos. Hay sí, un derrotero de idas y venidas, muchas deudas, pero que no incluyen el final trágico que suele atribuírsele. Resulta que, en 1910, Prins ganó un primer concurso con un proyecto estilo Luis XIV, que luego las autoridades de la Facultad decidieron cambiar hacia un neogótico, encomendándole también a él el nuevo proyecto y la dirección de obra. Colaboraron con Prins los arquitectos italianos Francisco Gianotti (Galería Güemes) y Mario Palanti (Barolo).
Los costos se dispararon, no se pudo realizar el revestimiento interior y exterior y menos aún la torre principal, pero hubo necesidad de habilitar la facultad aunque no estuviera terminada, lo cual ocurrió en 1925. Allí funcionó derecho hasta 1949, cuando pudieron mudarse a la sede actual de Av. Figueroa Alcorta 2262. Prins falleció de una afección intestinal en 1939, en el Sanatorio Podestá. El juicio por la falta de pago continuó en manos de sus herederos y la sentencia se ejecutó recién en 1962.
Ciencias Económicas
En 1913 se creó la Facultad de Ciencias Económicas, que como todas las facultades de la UBA, tuvo que afrontar el problema de la falta de espacio. Inició sus actividades compartiendo la sede con el colegio Carlos Pellegrini (de Marcelo T. de Alvear y Callao), que fue el germen original de la carrera, y quedó incorporado a la Universidad ese año. El edificio fue construido por el Arq. Gino Aloisi, colaborador de los arquitectos Tamburini y Meano.
Con el traslado de la Facultad de Medicina a su nuevo edificio (el gran rascacielos art decó), la Universidad de Buenos Aires decidió transferir al antiguo, que quedaba vacante, a la Facultad de Ciencias Económicas, hecho que se concretó en enero de 1945.
Agronomía y Veterinaria
El 19 de agosto de 1904 se creró por decreto el Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria y en 1909 fue incorporado a la UBA. El proyecto y construcción edilicia estuvo a cargo del Ingeniero Domingo Selva, especialista en hormigón armado. Finalmente se constituyó allí la sede de la Facultad de Agronomía y Veterinaria. Las primeras construcciones que se hicieron fueron los pabellones de Química, Biología y Anatomía (1904). El pabellón de Química y la Oficina de Meteorología estuvieron entre los primeros edificios de cemento armado construidos en el país. A medida que se obtuvieron los fondos, las construcciones aumentaron hasta llegar a 19, más algunas ampliaciones posteriores. En una fracción del mismo edificio se construyó el Instituto de Medicina Experimental cuyo primer director fue el Dr. Angel Roffo.
Filosofía y Letras
En 1896 se creó la Facultad de Filosofía y Letras, por decreto del Poder Ejecutivo. Aunque fue fundada ya a fines del siglo XIX, esta Facultad fue la más perjudicada en cuanto a recursos edilicios. En un comienzo, compartió su lugar con el Rectorado de la Universidad, en Viamonte 430/444 (construido originalmente como residencia particular por el ingeniero Emilio Agrelo, en 1891). Con el paso de los años y su consecuente crecimiento, tuvo que ir distribuyendo sus dependencias y aulas en otros espacios de la UBA: distintas Facultades, un sector del Colegio Nacional de Buenos Aires, dos pisos en la ex sede del IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio, Florida 656) y un sector del viejo edificio del Hospital de Clínicas.
A mediados de los 60, la Facultad de Filosofía y Letras tuvo sede propia, en Av. Independencia 3065, un edificio que había sido construido como Asilo Dulce Nombre de Jesús por la orden de los dominicos en 1913. Unos años antes había pasado por allí Arquitectura, pero hacia 1966 “Filo” había instalado todas sus carreras.
También recibió, unos años después, el edificio del antiguo Palace Hotel, en Cangallo (hoy Juan D. Perón) y 25 de Mayo, que por esa época era propiedad del Poder Ejecutivo, y adonde se consolidaron muchos de los Institutos que dependen de ella. En la actualidad, la Facultad conserva este deteriorado edificio de 1906.
Luego de la creación de las Facultades de Psicología y de Ciencias Sociales (desmembradas de Filosofía y Letras en 1975), la FFyL recibió el edificio de la ex fábrica y oficinas de la Compañía Nacional de Tabacos –luego, Nobleza Piccardo–, en Puán 480. Es obra de Santiago Mayaud-Maisonneuve. Allí se trasladó, y allí funciona hasta el día de hoy.
Fuente: los textos sobre las sedes de las distintas facultades son extraídos del Programa Historia y Memoria, 200 años de la UBA. www.uba.ar
- 1
Belgrano se renueva: 5 propuestas gourmet que nacieron con el boom inmobiliario
- 2
Bariloche gourmet. Goulash, fondue, frutos rojos, hongos, liebre, jabalí… Ocho restaurantes para disfrutar este verano
- 3
De conocerse en Roma de casualidad a plantar los viñedos más altos de Mendoza
- 4
La escuela madre de la danza y su edificio de 140 años en el microcentro porteño