Con el sistema de steel framing, lograron el espacio favorito de todos en apenas tres meses.
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Con hijos adolescentes y una casa que es centro de reunión de amigos y familia, Catalina Ortiz de Falcao le pidió a la Arq. Lourdes Yarade Saravia, fundadora de Lys Arquitectura (amiga y coterránea salteña), que proyectara “un lugar prolijo para recibir gente” en un sector del jardín alejado de la casa. Se entusiasmaron cuando Yarade Saravia les mostró los bocetos de una caja negra y de líneas puras que concentraba todas las comodidades de una casa. Además, les propuso realizarla con el sistema steel framing, que agiliza los tiempos de trabajo (tardaron tres meses), lo que se traduce en una ventaja económica.
Felices con el resultado de la primera obra, Catalina y Pablo se embarcaron en una nueva remodelación usando el mismo método de construcción en seco: donde estaba la parrilla hicieron un comedor diario y se elevaron hasta la planta alta para sumar baño y vestidor al dormitorio de uno de sus hijos.
Todo empezó aquí
“Desde hacía tiempo mi marido quería tener un quincho, pero, a mí, la idea no me convencía porque me imaginaba que terminaría siendo un depósito de cosas. Sin embargo, ahora que lo tenemos, es el lugar preferido de todos y sobre todo de Pablo, que cada día se hace un tiempo para estar en ese refugio hecho a la medida de sus gustos”, cuenta Catalina.
La estructura se hizo con el sistema steel framing, que garantiza una obra rápida, sustentable y limpia, un aspecto que le interesó especialmente a Catalina, que pasó por varias reformas. En este caso, el revestimiento se usó para exterior e interior, lo que refuerza el aislamiento sonoro y térmico
"Teniendo en cuenta las medidas reglamentarias, planteamos una caja de 40m2 y 3 de alto revestida en placas de color negro para diferenciarla claramente de la casa principal"
Arq. Lourdes Yarade Saravia, responsable de la reforma
“Ahora todo sucede en el quincho. Este es el lugar de encuentro de los chicos con sus amigos, recibimos a mucha más gente y la casa queda intacta”, se alegra Catalina
“En el interior, priorizamos lo que le gusta al dueño de casa, que es un gran anfitrión: la parrilla con frente de chapa, el horno (Tromen), la barra y le dimos a todo la impronta de un refugio canchero, con materiales actuales y buen diseño”, detalla la arquitecta.
Entusiasmo contagioso
Con el envión de una reforma que resultó un exito, Catalina y Pablo apostaron a ampliar la obra con la idea de brindarles mayor comodidad a sus hijos y de adaptar el hogar a futuras etapas. En síntesis: que los chicos estén en la casa familiar por algunos años más.
“Aprovechamos el espacio que ocupaba la parrilla para generar un comedor diario con salida hacia el jardín y la galería, y avanzamos sobre el balcón del primer piso para agrandar uno de los dormitorios”, explica Yarade Saravia.
El nuevo volumen sumó 15 m2 en la planta baja y otros 15 arriba.
“Cuando la parrilla estaba en la galería, tan cerca de la casa, el resto de los ambientes quedaban detonados”, cuenta Catalina. En la apertura, sobre la mesa baja, artesanía de Noelia Rovedatti.
Interiores con lo esencial
“En casa no acumulamos, tenemos lo justo y necesario. Todo pasa tan rápido que no tiene sentido ir detrás de lo último. Me interesan los espacios simples y confortables dentro de lo clásico”, dice Catalina
El living y el comedor, que no son tan frecuentados, tienen varios de los muebles que les regalaron para su casamiento, que −además de ser atemporales− lucen como nuevos.
“La cocina se comunica con el comedor diario. Me tienta unificar los dos ambientes, pero que estén separados también tiene ventajas”
Áreas privadas
El dormitorio principal está ambientado con las comodidades de una suite de hotel porque les encanta pasar tiempo aquí. Además de ser un lugar de descanso, tienen un sector de home office.
Gracias a la ampliación de la planta alta, los hijos de la pareja ya no comparten el baño: ahora cada uno tiene su dormitorio en suite.
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