Joven pero dueño de una larga carrera, Paul Sende es uno de los artistas a los que hoy todo el mundo del diseño mira. Conocido por sus esculturas e instalaciones lumínicas, pero también por sus alfombras y objetos únicos, su arte enamora a eruditos y novatos.
- 4 minutos de lectura'
Paul Sende tiene 34 años. Es un artista joven, pero es lo suficientemente grande como para haber vivido la transición de un mundo sin Internet a uno híper conectado. “Empecé a investigar sobre lo digital cuando tenía 11 años. Por aquella época nadie entendía muy bien de que se trataba y me sumergí en un recorrido autodidacta”, nos cuenta. Esa búsqueda es la que marcó su carrera: lleva más de la mitad de su vida experimentando con materiales en torno a ese punto de inflexión entre lo digital y lo analógico. “Usaba la computadora familiar, que estaba en la cocina de casa, y generaba animaciones con el programa flash que aprendí a usar a través de internet. A los 14 años gané un concurso de MTV y pasaron una animación mía por la tele y fue todo un orgullo”, se acuerda.
Lo que vino después fue la carrera de Artes Multimediales de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), el enfoque de Paul en la estética, en la abstracción, en lo sensorial, en la geometría; la convicción de que en algún punto era necesaria la materia para plasmar sus ideas. Y también vino Berlín. “Cuando terminé la licenciatura en Buenos Aires, gané una beca y pasé 3 meses como artista residente en Betahaus Berlin”. Fue ahí que empezó a exhibir sus obras y definir un universo visual propio. Al volver a Buenos Aires, empezó su carrera dentro del circuito de arte contemporáneo, una carrera que ya lo llevó a exponer en el Malba, el Centro Cultural Recoleta, Arte BA y en Pabellon 4, la galería que lo representa en Argentina.
¿Cómo definirías tu arte?
Como una búsqueda constante de generar experiencias estéticas y sensoriales. Busco que el espectador se despoje de cualquier simbolismo o iconicidad preexistente y que pueda, a través de la experiencia de ver la obra, explorar el campo de la percepción visual y espacial. Si bien las técnicas van cambiando, siempre mantengo este diálogo entre lo digital y lo analógico que es la consigna principal de mi obra.
¿Y cómo explicas la elección de materiales en esta búsqueda?
Aunque vengo del mundo digital, en algún momento necesito plasmar en el mundo físico; el de los materiales. Entonces siempre aparece la luz, que se vincula con lo abstracto con lo sensorial y todo lo que la reproduce: motores, plásticos, acrílicos, metales. Para mi, los materiales son recursos.
¿Recursos dispuestos como una ficción abtracta y geométrica?
Algo así, pero el material no me limita…
Explorar la materia
El estudio de Paul Sende queda en Villa Crespo; es un espacio abierto que comparte con varios arquitectos. Sobre una gran mesa de trabajo se reparten sus herramientas y algunos materiales de distintos orígenes: resinas, metales, plásticos, baterías y motores. “En estas resinas vengo trabajando hace 4 años. Cada una reaccionó de una manera a algún proceso que estoy investigando”, señala. Hace un tiempo además de trabajar con su obra, Paul empezó a colaborar con algunas marcas en distintas acciones. “Me gusta mucho trabajar en equipo y creo que el arte contemporáneo es fundamentalmente multidisciplinario”, asegura. Esa misma búsqueda es la que lo llevó a participar de algunos proyectos junto a los arquitectos con los que comparte el taller, e incluso a plasmar sus obras en objetos de diseño, como la colección de alfombras hechas a mano que recientemente presentó con Las Martas.
Para Sende el material no es más que un medio para generar un cuerpo de obra que oscila entre lo técnico y lo poético.
¿Qué es lo que te motiva?
Me motiva sobre todo la armonía de las composiciones, de los colores, de la luz. Que la obra tenga una contundencia: poder verla desde afuera, como un espectador, y sentir que tiene una entidad, que tiene sentido. Quiero romper con lo obvio de la materialidad.
¿Cuáles son tus proyectos a corto y largo plazo?
Mi proyecto más cercano es una instalación super compleja que incluye todos los elementos con los que vengo trabajando, pero de la que no puedo hablar todavía. Además de eso, estoy trabajando en mi próxima muestra en la galería Pabellón 4, que será en el mes de octubre. En el largo plazo, me gustaría poder abarcar el espacio público con mi arte.
"Para mi es un honor poder participar de una muestra en una de mis galerías favoritas de Chelsea, en la que además participan varios artistas que admiro. Sentí que podía aportar desde mi lugar de latinoamericano, con nuestras problemáticas y estéticas, e intercambiar con otros artistas que trabajan en mi mismo soporte. "
Temas
- 1
Con una original estrategia para dividir espacios, le dieron luz y versatilidad a este departamento pensado para sus hijos
- 2
Arte e interiorismo: una espectacular colección cápsula de objetos de diseño se propone como tienda-muestra en el Bellas Artes
- 3
Construyeron un quincho subterráneo para no perder espacio verde
- 4
En San Isidro, una tienda que potencia el trabajo de 2.600 artesanas del Gran Chaco argentino