Una diseñadora de moda convocó al afamado arquitecto belga Vincent Van Duysen para que construyera su casa en Los Ángeles, donde se fusionan el legado estético de Flandes y el modernismo que tan bien prendió en estas tierras.
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“Como arquitecto es muy importante entender a los clientes, sus demandas y deseos, pero también están el respeto y la química”, dispara Vincent Van Duysen. “A partir de esos dos valores, el diálogo y la comprensión de sus necesidades es que negocio con ellos”. No se llega a ser una de las grandes figuras del diseño internacional a fuerza de concesiones, pero Van Duysen construyó su carrera en la defensa de una arquitectura centrada en las personas y eso significa muchas veces dejar de lado los dogmatismos.
"Aspiro a la pureza y la esencia de la vida. Creo que esa es la razón por la que mi estilo, arquitectura y diseño resuenan en tantas personas"
Arq. Vincent Van Duysen, fundador Vincent Van Duysen Architects y responsable de la obra
“Desde el inicio de mi carrera lo más importante para mí siempre fue el considerar la nuestra como una profesión dedicada a la humanidad; y eso significa partir de la arquitectura de los lugares, cuyos habitantes necesitan sentirse protegidos y relajados”, reflexiona. En ese difícil equilibrio entre lo que busca el cliente y lo que propone el diseñador, el belga navega hace tres décadas con el suficiente éxito como para haber sido reconocido como diseñador del año por incontables publicaciones e instituciones, entre ellas la prestigiosa Feria Maison & Objet de París.
De su Amberes natal a Francia, Italia, Estados Unidos y Dubai, su propuesta minimalista y cálida enamora a los clientes más exigentes, entre ellos Jenni Kayne, diseñadora al frente de la marca de ropa y decoración que lleva su nombre y dueña de esta residencia en las afueras de Los Ángeles.
Flamenco y californiano
“El proyecto empezó después de nuestro primer encuentro en Nueva York, en el año 2015. Jenni estaba muy familiarizada con cierta estética flamenca, complementaria a su estilo de vida, pero además era una admiradora del arte de vivir flamenco”, asegura el arquitecto. Esa coincidencia fue el punto de partida para EK Residence, una casa en la que los linos belgas y sus materias puras clásicas de esa corriente se conjugan con el Mid Century y la presencia imponente de los paisajes y naturaleza propios de California.
“Jenni es una admiradora del arte de vivir flamenco, compuesto por colores desaturados, linos belgas y la pureza de las materias primas”, asegura Van Duysen.
Mid Century fusión
“Estados Unidos tiene una tradición joven en términos de arquitectura, que se basa −en gran medida− en los arquitectos europeos que trabajaron en California a mediados de siglo XX. Cuando me convocan para diseñar nuevos espacios como este, suelo volver al trabajo de esos grandes modernistas”, explica el arquitecto.
En la cocina, el arquitecto se corre del lenguaje modernista con detalles que aportan calidez y la acercan al Santa Fe style actual. Aquí, las alzadas y campana hechas en obra se revisten en un estucado que se mantiene en las paredes y cielos rasos a tono con las mesadas también.
“La planta abierta crea una atmósfera informal, donde el flujo entre los espacios convierte las habitaciones en una experiencia continua en la que familia e invitados pueden abrazar la comodidad, explorar diferentes áreas e interactuar”.
Proyectar a medida
“Me gusta ver cómo la disposición de las funciones responde a las necesidades puntuales y el estilo de vida de la familia”, reflexiona Van Duysen. Padres de tres hijos y anfitriones de infinitas reuniones, el pedido de Jenni y su marido fue que el espacio representara su filosofía y estética pero también fuera habitable y práctico.
Asi fue como Van Duysen exploró esta idea de unir volúmenes para lograr una fluidez a través de cubos en la que la barrera entre exteriores e interiores se desdibuja.
“Me encanta cómo la naturaleza entra por los ventanales para que los interiores se fundan con la vegetación y viceversa. Sicomoros, robles de la costa y el resto de la vegetación californiana enmarcan un edificio que se abre al entorno”.
Juego de texturas
En el dormitorio principal se replica el juego de texturas, la cama se apoya sobre un biombo de roble diseñado por Van Duysen personalizado, una silla vintage tapizada en piel de oveja, una lámpara de cerámica y alfombra Mansour.
“Un aspecto muy interesante de desarrollar y renderizar fue la fachada. Queríamos recuperar las técnicas belgas de trabajo con ladrillos, pero combinadas con un estilo bien modernista de mediados de siglo XX”.
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