Fin de año se acerca y con el sus mil encuentros y celebraciones. En el esplendor de la primavera, la florista y diseñadora de interiores Irina Khatsernova propone un nuevo acercamiento a las mesas y sus arreglos.
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Por fin llegamos a la plena primavera y, con ella, a sus innumerables eventos, cenas y encuentros. En el último tiempo, veo un cambio en la manera en que se arman las mesas: un arte del diseño que empieza a florecer en todos lados.
Es que una mesa interesante y distinta es una gran oportunidad para iniciar conversaciones. Un diseño único -y los elementos que usemos para llevarlo adelante- puede funcionar como un disparador de curiosidad que facilita el intercambio de historias y experiencias.
En estas mesas de casamiento, la clave estuvo en buscar elementos que se unieran visualmente; como las verduras y frutas apoyadas sobre la superficie. Esta integración generó un ambiente más dinámico y acogedor en el que cada elemento se complementaba y celebraba la frescura y esencia del verano.
Las nuevas celebraciones
Cada vez más, recibo pedidos de diseños de mesas de comida, tanto en casas particulares como en restaurantes y eventos. En las vísperas de las celebraciones de fin de año, esta demanda aumenta muchísimo (¡lo que interpreto como una enorme evolución!). Y es que más allá de la cuestión decorativa, la configuración de la mesa es una herramienta fundamental a la hora de crear una experiencia memorable y una oportunidad creativa única.
El armado de una mesa es un momento emocionante: una oportunidad que nos permite que esa puesta se transforme en una obra de arte que va a acompañar a los comensales en un momento especial y darles un ambiente íntimo y acogedor. Por supuesto está en una entender e interpretar el estilo, preferencias y necesidades puntuales.
Felizmente, empiezo a notar que las limitaciones en el diseño de mesas son cada vez menos. De lo clásico y elegante hasta lo moderno y atrevido, cada proyecto trae consigo la oportunidad de experimentar con diferentes elementos, colores y texturas en la búsqueda de puestas únicas y personales.
La lógica del arreglo
Para entender de que se trata este arte, lo primero es entender de dónde venimos. Tradicionalmente, la lógica de los arreglos partía del clásico “centro de mesa”: un arreglo que se colocaba al corazón de una mesa, supongamos circular, y debía ser lo suficientemente bajo como para que todos pudieran verse y conversar entre sí.
Sin embargo, la realidad demuestra que nadie puede hablar cómodamente a través de la mesa y que, en cualquier comida de más de seis personas, vamos a terminar conversando con quien tenemos al lado.
En el caso de las mesas rectangulares, la disposición consistía en varios centros de mesa espaciados de manera uniforme un único camino de flores al centro. No hay nada de malo en esa propuesta -que sigue estando muy presente en casamientos, grandes eventos o comidas formales y clásicas- con sus variaciones. Pero en paralelo, lo que empezamos a ver es una tendencia que se inclina por otro tipo de diseños más dinámicos y creativos, que fomenten la interacción y la conexión entre los invitados y transformen la experiencia en algo más fluido y acogedor.
“Acá decidimos crear algo orgánico y muy natural que complementara el estilo del lugar. Armamos varias islas de musgo, adornadas con flor de trachelium y conectadas con ramas recolectadas y flor de humo. Esta disposición clásica reversionada aportó frescura y mantuvo el aire elegante y sofisticado”
Apostar por la escala chica
Con la llegada del estilismo de mesas a una menor escala, se abrió el juego a la exploración, creatividad y diseño. Aún cuando seguimos apostando por las flores, se incorpora todo tipo de recursos: frutas, verduras y otros elementos. Generalmente, crear estas mesas implica menos “materiales”, pero puede ser más trabajoso ya que cada pieza tiene un significado y debe ubicarse de una manera específica.
En los grandes eventos, la falta de tiempo hace muy difícil llegar a ese nivel de detalle. Sin embargo, el resultado de esas exploraciones creativas vale la pena y el esfuerzo se refleja en mesas únicas y memorables.
¿Qué define a un buen arreglo?
Las posibilidades a la hora de decorar una mesa son infinitas, pero hay algunas consideraciones que deberían orientarnos en nuestra búsqueda. Para definir nuestra idea, lo que deberíamos considerar es:
- La ocasión. ¿Es un evento formal o informal? Es fundamental conocer los gustos del anfitrión, los invitados y la imagen que se quiere proyectar para proponer algo que transmita ese clima.
- El lugar. El entorno influye mucho en lo que queremos crear. El diseño de la mesa puede complementar el estilo del lugar o generar un contraste necesario. La opción de algo muy moderno en un espacio clásico, o viceversa, puede tener un efecto enorme.
- Propósito de la mesa. No es lo mismo decorar una mesa de comida que la de un buffet. Las mesas que funcionan como un apoyo ofrecen mucho más libertad de diseño ya que se puede incorporar elementos más altos y menos estructurados.
- Vajilla. Como punto de partida de una mesa, es fundamental saber si se dispone de vajilla y cómo será. En el conjunto de la mesa, es un elemento que ofrece una capa extra para realzar la presentación, pero también puede hacerla ver escasa o deslucida. Si la mesa no lleva vajilla, la instalación debe ser especialmente natural y creativa para compensar esa ausencia. Apostá por elementos que aporten textura y color para que el diseño se mantenga equilibrado y atractivo.
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