Sumá personalidad a tus ambientes con el poder del rojo
Un detalle en rojo en un ambiente es como un imán para la vista: imposible pasarlo por alto. Te compartimos algunos ejemplos de casas reales donde se lo aplicó con astucia para realzar detalles.
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LA NACIONLucrecia Álvarez
Pocas cosas más efectivas para guiar la atención que un detalle en color y, ahí, el rojo tiene un lugar destacado: de la envidia a la pasión, los significados que se le atribuyen son muchos. Fuera de lo emocional, su fuerza es innegable y funciona con el mismo impacto en interiores y exteriores. Repasando algunas de las casas que visitamos en el último tiempo, hicimos una selección de aciertos para tomar como punto de partida y ponerlo en acción.
Golpe de efecto
Un ejemplo perfecto es la salamadra del living en esta casa del arquitecto Martín Gómez en La Pedrera, Uruguay. Protagonista de las escapadas de invierno, en esta casa playera la salamandra marca el eje del living. Muy en sintonía con la viral “teoría del rojo inesperado” postulada por la diseñadora de interiores estadounidense Taylor Simon, la fuerza radica en la irrupción de este elemento poco predecible.
En la misma línea, sutil e impactante, la cocina de este departamento parisino de la Avenue Montaigne sirve de muestra para entender el alcance del color en diseño. La cocina es parte de la reforma que llevó a cavo el diseñador de interiores Fabrice Juan. Se organiza en torno a una isla con pie de acero inoxidable (cepillado, para que sea luminoso pero no espejado), tapa de Travertino ‘Rosso’, al igual que el resto de las mesadas y la alzada, y base de roble, como en la mesa que surge de ella.
“En esta obra, los tonos dominantes son el terracota y el negro combinados con el color miel, que en el living está en los sillones, mientras que en la cocina está en la madera”
Fotógrafa de moda y ex galerista, en su departamento en Recoleta Cecilia Glick hace honor a su saber no solo en la elección de obras de arte sino también en su manejo del color. En ese sentido, la decisión de pintar de rojo las patas de una mesa comprada en el Mercado de pulgas en contraste con el mostaza de las sillas es el gran acierto del comedor.
Bienvenidos a casa
Si algo caracteriza a la diseñadora de interiores Eme Carranza, famosa por dar vida a muchos de los bares y restaurants más disruptivos de la escena local, es su capacidad para moverse de lo esperable. Fiel a su estilo, para su casa eligió un galpón que en el pasado había sido atelier de cinco artistas plásticos. “Quería que, desde afuera, se notara que es un galpón, pero que, una vez adentro, aparecieran bloques con muchas situaciones en simultáneo”, explica. Las carpinterías, barandas y escalera fueron hechas en hierro por el estudio Oficios Asociados, y pintadas con un tono de rojo desarrollado por Carranza.
En el caso de los arquitectos Agustina García Albarido y Martín Bayley Bustamante, socios del estudio Vayes Augusta Arquitectos, la puerta roja de la entrada llegó como el toque final en la obra de su casa en el Barrio Los Cerrillos.
“Me pareció que a la casa le faltaba un toque de algo”, cuenta la Arq. Agustina García Albarido que se animó al rojo en la puerta y sus marcos.
Entendiendo que el color debía funcionar tanto en la fachada como en los interiores, se buscó una variante en tono magenta que no desentonara. La alfombra fue un punto de partida: “Buscaba una alfombra divertida, y de su paleta surgió el resto de la ambientación”.
La casa de Javier Biglieri, fotógrafo y director creativo de Büro Content Studio, y Rodrigo Pedreira, actor y creador de Hábitat Concept, es un gran ejemplo de casas que se renuevan con más estilo que obra. Muy al estilo inglés, la fachada del clásico chalet de La Lucila, donde vivieron sus abuelos y su padre, se renovó por completo con solo pintar de rojo la antigua puerta.
Telares y textiles
No todo es pintura, el toque de color puede venir de la mano de textiles y tapizados que funcionan como complemento perfecto para algunos ambientes. Tal es el caso de este departamento en Palermo en el que la diseñadora de interiores Matty Costa Paz se animó a jugar con el rojo y el negro a rayas acompañados de una obra que corona la chimenea y remite al fuego. Tan cargado de todo lo que está bien, esta imagen fue la que elegimos como tapa de nuestra última edición dedicada exclusivamente al color.
“Círculos y rayas, a pesar de no ser siempre idénticos, llevan a una lectura integradora”, ilustra la diseñadora de interiores Matty Costa Paz.
En un estilo diametralmente opuesto, la casa menorquina del arquitecto Argentino Luis Laplace respeta en su interiorismo el estilo colonial de las construcciones de piedra de la isla. Santa Magdalena se construyó en el siglo XIX como casa y fábrica de quesos, y aunque estaba destruida, la decisión fue reciclarla respetando su identidad. “Para los todos los pisos elegimos terrazo, el material más noble y común en el Mediterráneo, aunque se dejó de usar durante un tiempo porque la gente lo asociaba con los edificios públicos de los 70″, cuenta Laplace. Sobre una base común de pisos, cerámicos esmaltados, techos inclinados y paredes blancas, cada dormitorio tiene su sello: en este lo es el rojo.
Moviéndonos a las costas uruguayas, encontramos la casa que los arquitectos Nicolás y Ana Mink contruyeron en José Ignacio que hicieron para una pareja de creativos porteños. El techo curvo es protagonista y se acompañó con una paleta neutra en la que se destacan las serigrafías y figuras náuticas tan valiosas en una casa de playa. El toque de color llega de la mano de la alfombra roja hecha en telar.
Puertas afuera
Tan efectivo en exteriores como en interiores, imposible despegar la mirada de un elemento rojo en un contexto verde. Con esa agudeza y visión fue que Mery Rojo Vivot apostó por unos toldos rojos que sumaron personalidad a la fachada de la casa de estructura más bien clásica que reformó para vivir junto a su familia.
Hace un tiempo descubrí la potencia del rojo y empecé a sumarlo en detalles como los toldos, en este caso. Junto con el gris de paredes, aberturas y macetas con topiarios de boj, crea un conjunto vital y elegante.
“Mi idea es que haya estrellas en los ambientes y, para eso, el resto se tiene que rendir ante ellas”, postula el arquitecto Fernando Malenchini, dueño de este jardín. Emplazada en un lote que mira a una laguna, el arquitecto eligió armar un rincón ideal para leer o tomar algo a la sombra de los árboles y eligió un juego de sillas Quilmes que se destacara contra las distintas alturas y tipos de verde.
Por Lucrecia Álvarez
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