Pierre Frey renovó su departamento en París con una brillante combinación de color y textura

Les mostramos un “antes y después” que no implica un peor/mejor: en casa de Pierre Frey, todos los momentos estéticos son buenos. Cambia la vida, nomás.

Pierre Frey lleva el nombre de su abuelo y de la firma que fundó en 1935. Por si fuera poco, vive con su mujer, Émilie Cherpitel, y los hijos de ambos en el último piso del petit hôtel de 1670 que es la sede de la empresa familiar. En un principio, ocuparon un espacio de oficinas de 140m2, pero el año pasado surgió la posibilidad de estirarse y ganar luz y espacio para una familia en crecimiento.

En el interiorismo, el dueño de casa tiene las de ganar, por el catálogo de textiles, empapelados y muebles a su disposición y por sus años de experiencia, que no se limita a los que ha trabajado en Pierre Frey: desde que tiene uso de razón está rodeado de artistas, artesanos e investigadores de las artes decorativas. ¿Quién mejor que él para darnos pistas para combinar colores?

“A los que dicen que no usan color porque temen cansarse, les diría que es muy difícil que eso ocurra si está bien utilizado. La clave está en elegir tonos atemporales combinados de manera muy meditada. Así es como el color transforma y da carácter”, define. “Es más, creo que cada día más la gente se está inclinando por los motivos y los colores, sencillamente porque les dan vida a los espacios”.

La maison Pierre Frey comenzó con textiles y papeles; luego, alfombras y, finalmente, muebles. Por su recuperación y conservación de tradiciones artesanales, recibió el sello de “Empresa del Patrimonio Viviente”.

Primer antes y después

Cuando intercambiamos mensajes a propósito de la nota, les comentamos a Pierre Frey y a su equipo que nos gustaría usar algunas imágenes de hace siete años para contrastarlas con las actuales, y les gustó la idea. “Ver las imágenes del antes y el después nos recordó cuánto cambió el espacio. La diferencia es impresionante. Estamos muy orgullosos del resultado, que refleja nuestra visión inicial. Si bien nuestra experiencia y nuestra sensibilidad por el diseño nos permite anticipar no solo la apariencia, sino también la atmósfera de los espacios, siempre hay un elemento de sorpresa una vez terminado el trabajo”, nos dijo Frey.

La cocina, de azul a verde

“Antes de la renovación, mi espacio preferido era el living, probablemente. Ahora, sin lugar a dudas es la cocina. Pasamos mucho tiempo ahí, cocinando, pero más que nada charlando y discutiendo ideas”, comparte Pierre Frey. “Lo primero que hicimos fue evaluar (allí y en toda la casa) cómo tener la mayor cantidad de luz en un espacio lo más abierto posible. Después, colaboramos con la arquitecta Eleonora Santucci para llevar a cabo un plan que respetara esas necesidades prácticas y estéticas”, resume.

La inclinación del lado opuesto revela que estamos en el último piso. Y con vista a las famosas mansardas grises de París.

“Transformar la cocina y el living en un espacio abierto y luminoso fue la prioridad, y le dedicamos muchísimo tiempo a elegir los colores y los materiales para obtener una atmósfera armoniosa”.

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