Detrás de una fachada de 1930 firmada por los autores del Kavanagh, el corazón de la galería de arte Jacques Martínez late en un espacio hecho tras una obra titánica, pero también respira en cada pared de este hogar familiar.
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“Esta era mi casa. Ahora, mi casa es mi cuarto”. Al contrario de lo que podría leerse, Clara Martínez dispara la frase sin resignación ni añoranza. “Mudar la galería Jaques Martínez acá desde Avenida de Mayo tuvo la intención específica de darle la bienvenida a la gente de un modo más personal y amable”, comparte, consciente de que las famosas cajas blancas suelen inhibir más que recibir.
“Mi bisabuelo fue el primer galerista de Buenos Aires. Cuando el dueño de la casa de fotografía Witcomb (donde había entrado como pinche) lo hizo socio, arrancó a hacer exposiciones. Fue una enorme influencia para mi padre, que en 1977 abrió Jacques Martínez Arte Contemporáneo en la calle Florida, un espacio absolutamente vanguardista, y luego se mudó a Avenida de Mayo. " Después de años de haber cerrado, le propuse reabrirla juntos. Al principio me dijo que no, que una galería debe tener el nombre de su galerista. Pero me negué rotundamente. ‘Quiero reabrir la galería Jacques Martínez, que a esta altura no somos ni vos ni yo’”. Es cierto, ya es patrimonio de tres generaciones y de la historia del arte argentino.
Una obra titánica en pleno San Isidro
El arquitecto Cristian O’Connor nos explica que la obra fue como construir una pileta llena de tierra: primero se apuntaló el perímetro; recién después entró la retroexcavadora. “Formamos un círculo de confianza en el que cada uno aportó su expertise: Clara, yo y Rodi Riva, el constructor, sin quien no se hubiera podido concretar el proyecto”.
“Le conté a Cristian O’Connor mi plan de instalar la galería en un galpón a la calle y lo descartó. ‘¿Y vos qué harías?’, le dije. ‘Yo la haría subterránea, donde está la entrada de autos, que ya es dura, así no tocás el jardín’. Ahí mismo lo contraté”
Vamos a la sala subterránea
Tras la puerta de entrada nos recibe un hall con los mismos tacos de madera que veremos abajo. A mano derecha está la antigua escalera con alzadas revestidas en mayólicas que tiene un nuevo tramo igualmente espiralado. Sobre el círculo negro, que funciona como guía para pisar en la dirección correcta, pronto colgará una lámpara-escultura para reforzar esa advertencia de modo alternativo.
"Aplicamos un concepto de patio inglés (‘abajo’ no quiere decir ‘oscuro’) y tamizamos la entrada de luz con tela náutica”."
Arq. Cristian O’Connor, a cargo del proyecto
"Nuestro mayor activo es la trastienda. Antes, el público general no pedía verla; venía la gente especializada a mirar lo que quería y se lo teníamos listo. Acá, la sala de exposiciones convive con ella."
Clara Martínez, dueña de casa y directora de la galería Jacques Martínez
Mañana, 22 de octubre, a las 19 inaugura una muestra del fotógrafo Daniel Karp. Para estar al tanto de todas las actividades, basta con consultar el Instagram de Galería Jacques Martínez.
Ambientes sociales
“Al principio, intenté dividir: que una parte del jardín se mantuviera como sector privado, por ejemplo; lo mismo con el living. Pero comprobé que no funciona… Los visitantes se apropian la casa con naturalidad. Y está buenísimo. Creo que tenemos que dar algo más que los museos”, dice Clara.
El piso de calcáreos junto al living indica que el espacio donde hoy está parte de la trastienda es una sección techada de la galería original de la casa, una intervención previa a la mudanza de Clara, hace once años.
“Viví muchos años en Brasil y me sumergí a fondo en su cultura. Me costó muchísimo esa vuelta. Creo que fue en ese momento cuando empecé a pensar: ‘¿Qué pasa si abro la galería de papá... con papá?’”
En el lugar de trabajo del equipo de Jacques Martínez, al fondo, dos obras de Remo Bianchedi y una escultura de Enio Iommi. En la pared enfrentada a la biblioteca, óleo de Héctor Giuffré “El pintor y la modelo”.
Comedor diario y formal
Luego del living hay un estar comunicado con el comedor. Sobre la pared con raja transparente que da a la cocina, cacerolas de piedra jabón y barro de Minas Gerais y platos de barro pintado de Salvador de Bahía.
Una cocina para suspirar
“Cuando vine a ver la casa para comprarla, hace 11 años, no sabía que era de los creadores del edificio Kavanagh. Sí sabía que acá había vivido la artista Mara Marini, conocida de mi padre”.
Punto de reunión en las inauguraciones
La reformulación de este espacio como una suerte de bar para servirse algo y luego ir a disfrutarlo al jardín con el resto de los visitantes responde al objetivo fundamental de hacer de la galería también un lugar de encuentro.
”Cristián propuso demoler una construcción de servicio al fondo de la casa para dejar libre lo que ahora es el jardín junto al bar”. Además de ganar ese espacio, el paisajismo aprovecha astutamente los árboles del vecino.
Área privada
“Yo no era una persona de cuarto antes”, se ríe nuevamente Clara cuando llegamos al suyo y recordamos cómo empezó la charla. Sobre el respaldo, pintura de Cuti Pradére, que en Brasil firmaba Carmen Ramos. Junto a la ventana, obra en técnica mixta sobre madera del joven artista argentino Ramiro Oller.
“Compré la chaise longue de Le Corbusier en Interieur Forma. Desde 1982, vivió conmigo en Buenos Aires, San Pablo, Río de Janeiro y nuevamente Buenos Aires”.
B&B
Con sus hijos más grandes, Clara decidió crear en planta alta un bed & breakfast de dos habitaciones. Ideal para los amantes del arte, la arquitectura y la naturaleza. De la presencia del arte, hay sobradas pruebas. Lo natural se ve, pero pocos saben que, al margen de su experiencia como galerista, Clara es botánica y, como tal, se ocupó personalmente del diseño de su jardín. Y en lo que hace a la arquitectura, O’Connor resume: “Como muchos estudios de esa época, Sánchez, Lagos y de la Torre hacía pintoresquismo. En este caso, tomaron el estilo colonial californiano y el bolseado responde a las paredes irregulares de adobe”.
“Este es un boceto para el retrato de Ignacio Pirovano, de Héctor Giuffré, y fue donado al MAMBA por su mujer. Está esperando que lo vengan a buscar para reunirse con la pintura en la colección Ignacio Pirovano”.
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