En la Fundación Larivière, la fotógrafa Florencia Blanco presenta “Ch’ixifuturismo”, donde explora los ‘Cholets’ de Freddy Mamani en El Alto y su reivindicación de la cultura aymara.
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“La nueva arquitectura andina destruye la arquitectura desde sus entrañas. Sobre una superposición de estructuras simples y económicamente posibles, Mamani construye una piel que la hace desaparecer. Es muy difícil dibujar el espacio percibido en uno de sus edificios. Y con esa disrupción jocosa, abofeteando los colores del buen gusto criollo, sin proponérselo, simplemente ignorándolo, va creciendo la ciudad más futurista de América Latina”. Con estas palabras, Lucrecia Martel acompaña a la fotógrafa Florencia Blanco en Ch’ixifuturismo: muestra que observa la peculiar obra de Freddy Mamani Silvestre en Fundación Larivière.
Este ingeniero boliviano viene poniéndole color a El Alto (pegada a La Paz) desde principios de siglo, con edificios de fachadas e interiores ornamentados que contrastan con la apariencia monótona de las construcciones de ladrillo hueco sin revocar que los rodean y que caracterizaron a esa zona por tanto tiempo.
Arquitectura Neo-Andina
Mamani Silvestre irrumpió en la escena internacional a mediados de la década de 2010, cuando los 60 edificios que completó en un período de apenas diez años le empezaron a cambiar la cara a la ciudad de El Alto. El avance de sus creaciones fue correlativo con un período de intenso crecimiento económico de esa ciudad, originada como un paraje de micros próximo a La Paz.
Sus construcciones se caracterizan por tener destinos comerciales, comunitarios y festivos: planta baja con locales de venta al público, un piso con salón de fiestas, otro piso con oficinas, departamentos u otras prestaciones, y un chalet en la parte superior, donde viven los propietarios (por la combinación de ‘chalet’ y ‘chola’ es que fueron bautizados ‘cholets’). “En las universidades nos enseñan a no romper las normas, los esquemas, las reglas que existen en la arquitectura, pero yo siempre dije: ‘¿Por qué no puedo innovar?’”, dijo en una entrevista.
"He tomado dos íconos bien esenciales para formar esta nueva tendencia arquitectónica: el primer elemento ha sido fusionar los diseños geométricos de nuestros ancestros en obra fina, en decoraciones exteriores, interiores; y el segundo elemento esencial han sido los colores"
Freddy Mamani Silvestre
A pesar de reconocer su valor cultural, voces de la academia han cuestionado el mérito de estas obras. “No tienen mayor esfuerzo arquitectónico, porque es más decoración que arquitectura. Sin embargo, el impacto que tienen socialmente es mucho más importante que el de cualquiera de las obras arquitectónicas nacionales que podamos elegir”, comenta Gastón Gallardo, decano de Arquitectura de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, en el documental “Cholet” (que puede verse online).
Cruzando bordes, buscando vitalidad
La fotógrafa Florencia Blanco vivió en Salta parte de su infancia y su adolescencia, desde donde forjó una intensa relación con el norte argentino y con Bolivia. Se reencontró con ese país en 2015, cuando asistió a una celebración de la festividad Alasita en Parque Avellaneda (Ciudad de Buenos Aires) y esa misma noche compró un pasaje a La Paz para empezar dos series: una sobre la festividad y otra sobre las obras de Mamani. Las completó después de cinco viajes entre ese año y 2021.
“La muestra es una invitación a mirar al otro lado de la frontera; somos el país con la colectividad más grande de bolivianos en el mundo, tenemos un vínculo profundo con Bolivia, pero muy negado, jamás nombrado”
En los retratos de los cholets se combinan elementos de fotografía de arquitectura, fotografía documental y de autor. Hay tomas frontales de frentes de edificios pero también interiores con andamios, fiestas pobladas, pisos sucios, cables cruzados sobre una trama. “Esos detalles me hacen sentir la vida de ese espacio”, dice.
"Todo es permeable, hay algo de esa circulación. Los edificios no cayeron de una nave extraterrestre, están completamente vinculados con lo que sucede a nivel social, comercial, político, barrial, comunal; se constituyen desde esa trama. La muestra tiene que ver con narrar algo sobre la trama que termina constituyendo estos edificios."
Florencia Blanco
Siguiendo la propuesta de la sala de Fundación Larivière, que vincula el ensayo fotográfico con otras artes, las tomas dialogan con el trabajo sobre Alasita y con obras de cinco artistas de Bolivia (Narda Alvarado, Iván Cáceres, Cristina Collazos, Miguel Hilari y Claudia Joskowicz) y uno de Ecuador (Tin Ayala) que no trabajan sobre la obra de Mamani, pero que reflejan lo que sucede en su entorno. En una pieza audiovisual, una mano ‘calca’ cholitas con un fibrón sobre la ventana de un colectivo; otra pieza gráfica invita a una fiesta de ‘Collanización’.
“Visitar y fotografiar en El Alto las espectaculares obras de Freddy Mamani Silvestre es admirar la intuición, la valentía y la genialidad. La muestra se trata de darle espacio a la diversidad y a la posibilidad de vincularse con lo vital”
Ch’ixifuturismo. Arquitectura de Freddy Mamani, fotografías de Florencia Blanco. Del 1 de junio a mediados de septiembre. Jueves a Domingo de 12 a 19. Caboto 564, La Boca, Ciudad de Buenos Aires. Entrada: Bono contribución de $2.000. Acompaña la muestra el libro “Una forma propia”, que puede conseguirse en Fundación Larivière, online y en librerías.
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